Comienza el recuento para conocer el futuro de Opel

Los sindicatos reconocen que podría ganar el 'no' y reiteran que "no hay plan B".

Un trabajador vota en el referéndum convocado en la planta de Figueruelas.
Un trabajador vota en el referéndum convocado en la planta de Figueruelas.
Opel

Aragón en general y el sector de la automoción en particular contiene la respiración a la espera de conocer el resultado del referéndum en el que los trabajadores de la planta de Opel en Figueruelas deciden sobre el preacuerdo de convenio colectivo pactado entre la dirección de la empresa y los tres sindicatos mayoritarios en el comité, UGT, CC. OO. Y Acumagme.

Sobre las nueve y media de la mañana se cerraban las votaciones que habían comenzado el martes a las 13.00 para que todos los turnos pudieran acudir a una consulta de la que depende el futuro de la planta zaragozana. Pero, mientras se cuentan las papeletas, las sensaciones no son positivas, como reconocen los sindicatos y como se desprendía de las declaraciones de algunos trabajadores que el martes mostraban su rechazo a los recortes incluidos en el llamado plan de competitividad.

El preacuerdo alcanzado el pasado lunes, tras maratonianas reuniones, cuando apenas quedaban dos horas para que terminara el ultimatum dado por la dirección tendría vigencia para cinco años (2018-20229 y supone la congelación salarial durante el primer año y una subida del 50% del IPC en 2019 y 2020 y un incremento para 2021 y 2022 del 60% del IPC; reduce los pluses de festivos y nocturnidad y establece una recorte progresivo hasta su desaparición en 5 años del plus de calendarios especiales. Incluye además la implantación de entre 15 y 18 turnos flexibles en la línea 1 (la del Mokka X, Crossland X y Citroën C3 Aircross) hasta septiembre del presente año. Pero también hay compromisos por parte de la dirección, ya que el acuerdo está ligado a la condición de la que la compañía diseñe un plan industrial que permita mantener “a plena capacidad” la producción de la planta, es decir, unos 478.000 vehículos al año.

Un ‘no’ ganador, como así parecían apuntar las primeras encuestas, sumiría a la planta y, con ella al sector de la industria auxiliar, en una complicada situación que amenaza su futuro. Porque sin plan de competitividad, anunció el grupo PSA el pasado 24 de enero, Opel España dejará de fabricar su modelo más emblemático, el Corsa, para el que la multinacional francesa buscaría nuevos emplazamientos. No habría tampoco futuras inversiones ni se optaría a nuevos modelos. Un negro futuro ante el que los representantes sindicales han advertido constantemente durante la celebración del referéndum pidiendo “sentido común” y “responsabilidad” a los 5.400 trabajadores que tenían que depositar su voto en la urna. Y han dejado claro que el resultado es negativo “no hay plan B”.

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