"Le diremos a la DGA que la propuesta nos lleva a una industria de trabajadores pobres"

Juan Pardo, de OSTA, espera que el Gobierno de Aragón entienda que la defensa del empleo es compatible con la defensa de unos salarios decentes no solo en Figueruelas sino en toda la industria auxiliar.

El vicepresidente de Manufacturas de Opel, Rémi Girardon; el director general de Opel España, Antonio Cobo, y el responsable de Recursos Humanos, Carlos Iglesias, se han reunido con el presidente del Gobierno aragonés, Javier Lambán, y la consejera de Economía, Marta Gastón
El vicepresidente de Manufacturas de Opel, Rémi Girardon; el director general de Opel España, Antonio Cobo, y el responsable de Recursos Humanos, Carlos Iglesias, se han reunido con el presidente del Gobierno aragonés, Javier Lambán, y la consejera de Eco
Oliver Duch

Desbloquear la situación en Opel y que dirección y sindicatos vuelvan a sentarse a negociar es lo que pretende este jueves el presidente del Gobierno aragonés, Javier Lambán, en la reunión que acaba de mantener con la dirección del grupo francés y ya esta tarde, a partir de las 17.45 con la compañía pero también con el comité de empresa. Esa segunda cita se ha abierto además a la participación de los secretarios generales de las federaciones de Industria de los cinco sindicatos que integran el comité de Figueruelas (UGT, CC. OO. CGT, OSTA y Acumagme).

"Le vamos a decir a la DGA que la propuesta de Opel nos llevaría a un tejido industrial de trabajadores pobres en Aragón porque si en la fábrica zaragozana nos rebajamos el salario más del 17% como pretende la compañía, imagínate lo que pasará en toda la industria auxiliar, que tiene un salario que en muchas ocasiones no llega ni a los 1.000 euros al mes, es decir,  unos 14.000  al año de media", manifiesta Juan Pardo, secretario general de la sección sindical de OSTA en el comité de empresa. Si lo que quieren es que 25.000 trabajadores, que son los que emplea la red de proveedores de Opel en Aragón, cobren 800 euros al mes o menos, entonces que avalen la propuesta de la empresa", ha añadido. "Esto es una pirámide en escala. Si a la plantilla de Opel le rebajan drásticamente las condiciones, a las auxiliares ni te cuento".

Pardo asegura que van a darle a Lambán toda clase de explicaciones para que entienda que es la empresa la que debe dejar de enrocarse en su postura de que "no habrá inversiones si no nos bajamos los salarios". A su juicio, la negociación está viciada desde el comienzo, porque la compañía solo quieren hablar de su propuesta de rebaja de condiciones y de nada más. Y eso, entiende, no es negociar.

Asimismo, José Carlos Jimeno, secretario de la sección sindical de UGT en Figueruelas, critica la "falta de claridad" de Opel que en ningún momento ha traído un plan industrial sobre el que se pueda negociar. Y ha vuelto a reiterar que no volverán a negociar mientras Opel no admita que tener garantizada carga de trabajo para las dos líneas es "la piedra angular", junto con la aplicación del contrato de relevo ahora en suspenso, la readmisión de los 170 eventuales, un plan de rejuvenecimiento de la plantilla y la inclusión en convenio de los niveles de los trabadores más cualificados.

"Es imprescindible el plan industrial". Es la base para volver a negociar, ha reiterado Jimeno que lamenta que desde las primeras reuniones de convenio Opel no haya presentado ni siquiera esta contrapartida para exigir ajustes y sacrificios a los trabajadores. "Queremos trabajar más y asegurar un 100% de volumen de coches para las dos líneas de producción. Eso es todo", indica.

Para César Yagües, de CGT, es una "vergüenza" que Opel se presente con este "chantaje" ante los trabajadores después de años de sacrificios y recortes. "El gesto de Opel o PSA de llevarse el Corsa es muy feo. Lo han hecho muy mal cuando lo que pide desde el comité es únicamente un plan industrial para poder negociar. Recordando que "no somos nuevos en esto", confía en que la decisión de Opel de paralizar las inversiones no sea definitiva sino solo una "maniobra o estrategia de presión" en la negociación del convenio colectivo.

Por su parte, Javier Lezcano, de Acumagme, ha insistido en que ya le había trasladado a Rémi Girardon, vicepresidente de Manufacturas de Opel, en la reunión a la que les han convocado esta mañana, que  "si en la planta de Figueruelas nos bajamos los salarios por debajo de lo que marca el convenio del metal, mal vamos, y peor irán las auxiliares". Y esta tarde, ha añadido, en el encuentro con Lambán, "así lo vamos a decir, que no ayudamos a la industria en Aragón ni al sector de la automoción con una rebaja salarial de este calado".

En opinión de Lezcano, a la decisión de la empresa se le puede dar marcha atrás si realmente hay voluntad negociadora y espera que de la empresa "por lo menos un cambio de actitud porque la plantilla está cansada de ceder, de cumplir a rajatabla todo lo que se le pide y que a la primera de cambio y por exigir un plan industrial se le diga que se paraliza la llegada del nuevo Corsa".

"Solo pedimos un plan industrial que es bueno para ellos y para nosotros", ha subrayado Sara Martín, presidenta del comité. "Queremos trasladar nuestra buena disposición y decirle al Gobierno de Aragón y también a los trabajadores, como ya hemos hecho en el comunicado que les hemos remitido, que no estamos en ningún callejón sin salida, pero que para volver a hablar no solo tenemos que ceder nosotros sino también la empresa".

Eso mismo ha pedido a primeras horas de este jueves Ana Sánchez, secretaria general de Industria de CC. OO. Aragón, un cambio de actidud por parte de la empresa. "Es imposible que firmemos la propuesta de Opel", ha dicho, y es básico el plan industrial que llene de trabajo ambas líneas para poder negociar.

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