El porcino “enmascara” las cifras del sector agrario aragonés en 2017

Según el balance anual de UAGA, el sector ganadero ingresó un 13,9% más el pasado año, pero los agricultores dejaron de facturar un 11,20%.

El secretario general de UAGA, José Manuel Penella, y el responsable del sector de fruta, Francisco Ponce en la presentación del balance agrario
El secretario general de UAGA, José Manuel Penella, y el responsable del sector de fruta, Francisco Ponce en la presentación del balance agrario
Oliver duch

La producción final del sector agrario aragonés, esto es sus ingresos, se acercó en 2017 a los 3.760 millones de euros, lo que supone un incremento del 3,85% respecto al ejercicio pasado. Con estas cifras comenzó el secretario general de UAGA, José Manuel Penella, la presentación este martes del balance agrario de la Comunidad elaborado por la organización agraria. No destacó el avance, ni se mostró satisfecho por el crecimiento. Todo lo contrario, aseguró que estos datos “enmascaran la realidad de un año nefasto para la mayoría de los sectores”.

El aumento de la producción final agraria (PFA) la explica la positiva evolución de la facturación del sector ganadero, impulsada por la pujanza del sector porcino, que supone el 41% de la facturación total agraria y que ingresó el pasado año cerca de 1.600 millones de euros, con crecimientos cercanos al 7%. Pero incluso a pesar de tan buenas cifras, la fotografía de este subsector tiene sus claroscuros. “Estamos ahí con Cataluña liderando el primer puesto en producción, pero descendemos a la tercera posición en el ranking de comunidades que realizan mayor número de sacrificios”, explicó el líder de UAGA, que advirtió además que dado que esta ganadería se produce esencialmente bajo la fórmula de integración, la facturación termina yéndose a las grandes empresas que son propietarias, “mientras que a los ganaderos apenas les llega un 10%”.

Fuera de este ‘oasis’ agrario, 2017 ha sido un año “nefasto”, definió Penella que destacó “la grave sequía que ha dividido en dos la producción de cereales en la Comunidad”. Los campos de secano y regadío han dado una cosecha total que supera los 2,018 millones de toneladas. La cifra supone un descenso del 22,40% respecto al año anterior, pero se eleva hasta 80% en las comarcas más afectadas por la ausencia de lluvias, todas ellas en la margen derecha del Ebro y especialmente en las tierras de Teruel. No ha sucedido lo mismo en la margen izquierda y, sobre todo en Huesca, donde la cosecha se ha situado en la media. Y a ello hay que añadir, destaca el balance de la organización agraria, que aunque el regadío -que al menos el pasado año no tuvo restricciones de agua- representa el 15,75% de la superficie total de cereales de invierno, produce el 37% de la cosecha total. Unos precios “no tan bajos como en campaña anteriores” han amortiguado esta caída, permitiendo que el descenso del valor de la cosecha se situara ‘solo’ en el 15%.

Otro de los grandes damnificados en 2017 ha sido el sector frutícola, para el que el desplome de los precios ha sido una “auténtica bofetada”, señaló Penella. La campaña se preveía muy buena con un incremento notable de la producción, pero las primeras comercializaciones despertaron el temor entre los productores que aunque esperaban unos precios bajos no contaban “con semejante ruina”. Unas cotizaciones hasta por debajo del 60% respecto a campaña anterior, que han dejado “temblando” la economía de este sector agrícola, el que más empleo genera en la Comunidad (15.000 puestos de trabajo).

"El sector está muy tocado, a pesar de la buena cosecha está hundido, descapitalizado, con muchos agricultores que ya se están marchando”, señaló Francisco Ponce, secretario provincial UAGA-Zaragoza y responsable del Sector de Fruta en la Comisión Ejecutiva de la organización agraria. Ponce insistió en que los productores no saben cómo van a afrontar el futuro con liquidaciones de fruta de apenas 10 céntimos el kilo cuando los costes de producción superan los 35 céntimos. Ponce explicó que todavía no se disponen de cifras concretas de cuántos agricultores han decidido dejar la actividad, pero como ejemplo señaló que “en un pueblo de no más de 800 habitantes, ya hay diez productores que no van a seguir”, y explicó que además no se trata de cambiar una producción por otra, sino de abandonar el sector “porque ni siquiera tienen dinero para plantearse la más mínima inversión”.

Ponce reconoció que la crisis de este sector es “estructural”, pero mostró el enfado de los representantes de la organización -tanto en Aragón como en ámbito nacional- por la negativa del Ministerio a poner en marcha medidas que den respuesta a la situación actual. “Cuando lleguen las medidas que plantean a más largo plazo ya no habrá agricultores para aplicarlas”. Eso en referencia a las explotaciones familiares porque, según este representante sindical, mientras están apareciendo nuevas explotaciones frutícolas de la mano de fondos de inversión cuyo volumen les permite poder hacer frente a este tipo de crisis. Al menos, señaló Ponce, los productores de manzana han conseguido unos precios “decentes” para sus producción ante el incremento de las producciones por la reducción de cosecha en Europa debido a las inclemencias del clima.

"La reivindicación de José Luis Iranzo”

Otro de los sectores protagonistas durante 2017 ha sido la ganadería extensiva, “uno de los buques insignia del sector en Aragón que se encuentra en total recesión”, señaló Penella. “Como sigamos así nos quedamos sin ganaderos y sin animales”, advirtió.

Y fue precisamente al hablar de este sector cuando el secretario general de UAGA no pudo reprimir el dolor y la pena que vive toda la organización agraria desde que el pasado 14 de diciembre un asesino buscado en varios países europeos acabara a tiros con la vida de José Luis Iranzo, miembro de la comisión ejecutiva de UAGA, destacado lider agrario y uno de los más apasionados defensores del sector ovino, del que era productor. “Queremos lanzar un SOS por este sector”, explicó Penella, que advirtió que o los presupuestos de 2018 incluyen una partida de cinco millones de euros para ayudas a la ganadería extensiva, tanto en pagos acoplados como en agroambientales o en el balance del próximo año “estaremos diciendo que esto se acabó”.

Penella recordó que “esta es la reivindicación que Iranzo presentó hace apenas una semana al consejero de Desarrollo Rural” y señaló que la organización agraria vuelve a ponerla sobre la mesa porque la necesita el sector, pero también “porque es para nosotros un tema sentimental, la propuesta de un gran compañero que hemos perdido y con la que queremos rendirle homenaje”, dijo el secretario general.

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