Patatas pulidas y trufas que parecen joyas

Patatas Gómez invertirá un millón de euros en sus instalaciones de Mercazaragoza e inicia la venta de su 'tuber melanosporum' a Japón.

Eduardo Gómez, propietario de Patatas Gómez, en la presentación de las novedades de la empresa aragonesa
Patatas pulidas y trufas que parecen joyas
Guillermo Mestre

Patatas Gómez, la empresa familiar aragonesas que cuenta ya con medio siglo de historia, crece y se diversifica. La firma, situada en Mercazaragoza, que comercializa, con la marca Potato, unas 20.000 toneladas de patata al año entre sus más de 350 clientes, tiene previsto invertir un millón de euros en los próximos tres años para disponer de un sexto módulo de unos 2.000 metros cuadrados, que se sumarán a los cinco ya existentes y con los que triplicará su capacidad de producción.

La compañía familiar, la primera en Aragón que decidió lavar las patatas antes de que así lo demandará el mercado, instalará además una máquina cepilladora, “porque el cliente quiere que las patatas brillen”, explicó este miércoles el propietario de la empresa, Eduardo Gómez, que reconoció que aunque parezca un “absurdo”, porque lo normal es que la piel de este tubérculo termine en la basura, los clientes quieren que se pula el producto para retirar todas sus imperfecciones. “El mercado pide también calidad visual”, señaló Gómez, tercera generación de una empresa que nació en 1963 y que se ha convertido en un referente del sector.

Esta inversión generará también un incremento de la plantilla de esta compañía que emplea actualmente a 30 trabajadores, si bien su propietario reconoció que no está cuantificado el número de puestos de trabajo que podrían crearse, ya que las contrataciones se irán realizando en función del crecimiento de la demanda y de las necesidades de la empresa.

Trufato

Pero Patatas Gómez también ha diversificado su actividad. Recolecta, limpia y envasa trufa negra, con la que se presenta en el mercado -esta es su segunda campaña- con su marca Trufato, de la que cuenta con tres líneas (trufato, para trufas negras a partir de 15 gramos, supertrufato, para aquellas que pesan más de 50 gramos, y trufa negra al peso, con la que ofrece ejemplares con un peso mínimo total de 100 gramos. Ahora ha ido mucho más allá y en apenas una semana presentará este apreciado manjar como “un regalo especial”, detalla Eduardo Gómez. Tras un selecto proceso de selección y tras ser refrigerada a temperatura exacta para conservar su aroma y su sabor intactos, la trufa se ofrece con una “cuidada, atractiva y elegante” presentación en una caja de cartón que le hace parecer esa joya que es para el paladar. Además, la compañía tiene previsto también su lanzamiento en caja de madera con laminador.

Para sus trufas, y sin perder de vista el mercado aragonés y nacional, Patatas Gómez mira hacia los mercados internacionales. Su primer cliente será Japón, al que tienen previsto comenzar a llegar en las próximas fechas. Pero sus objetivos exportadores van más allá y su reto es conseguir abrir paso a sus trufas -todas ellas aragonesas- en Australia, Estados Unidos y el mercado asiático. De hecho, esperan comercializar este año 500 kilos de trufa, de los que prevén comercializar el 50% fuera de las fronteras españolas. El resto se comercializará en fruterías y tiendas especializadas, en establecimientos gourmet y en restaurantes con estrellas Michelín.

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