Enganches Aragón invertirá 2 millones en un nuevo almacén logístico contiguo a su fábrica

La empresa familiar, ubicada en Malpica, celebra con sus 95 trabajadores y sus familias la primera jornada de puertas abiertas al cumplir su 25 aniversario.

Jornada de puertas abiertas en la empresa Enganches Aragón con buena parte de su plantilla.
Jornada de puertas abiertas en la empresa Enganches Aragón con buena parte de su plantilla.
Javier Roche

Con una inversión de 2 millones de euros a ejecutar dentro de dos años para convertir en nuevo almacén logístico la nave de la parcela contigua –de 13.000 metros cuadrados adquirida en marzo– ha querido celebrar Enganches Aragón su cuarto de siglo. Fue Fernando Benito apoyado en sus tres hijos, Fernando, Noemi y Nelson, quien en 1992 fundó esta empresa. Al principio, con cuatro trabajadores y 25 años después con 95. El objetivo, de aquí a 2020, haber duplicado sus instalaciones, al pasar de los 15.300 metros cuadrados con los que cuentan actualmente a 28.300 cuando tengan acondicionada la otra nave.

"Ni en el mejor de los sueños", reconoció Fernando hijo –que ayer en la jornada de puertas abiertas ejerció de anfitrión con las familias de los trabajadores– podrían haber imaginado un crecimiento tan espectacular. Mientras que hace 25 años solo fabricaban enganches de remolque para un pequeño listado de vehículos, ahora lo hacen para prácticamente el 100% de fabricantes en España y además desde 2015 son proveedores de primer equipo para Renault y están en negociaciones avanzadas con otra marca.

De producir exclusivamente enganches (que suponen ahora el 55% del negocio) supieron diversificar y entre portabicicletas, ‘towbox’ o portaequipajes sobre bola de enganche, portamotos y cofres de techo disponen de una amplia gama de productos –crearon la marca Towcar en 2010– que les ha permitido pasar de unas ventas de 63.000 euros hace 25 años a los 12’6 millones de 2016. Desde este año son distribuidor en exclusiva en España y Portugal de las marcas Whispbar y Yakima.

Un crecimiento sustentado, explicó Fernando hijo, en haber invertido en innovación (I+D+i) 952.000 euros en los tres últimos años, sin contar los 2 millones que costó poner en marcha en 2015 una nueva fábrica en Valencia, Rotolia Plástica, que produce toda la gama de accesorios de tiempo libre "en un 30% para Enganches Aragón y el resto para otros muchos clientes".

Las apuestas por seguir creciendo se centran ahora en conseguir a final de año la ISO/TS 16949 "para abrir la puerta al resto de fabricantes como suministradores de primer equipo" y "acabar de implantar el método ‘lean manufacturing’ en fabricación que permitirá conseguir la excelencia mediante la mejora de procesos", recordó Fernando Benito. La exportación a 50 países, que se sitúa ya entre el 45 y el 50% de la fabricación, ha sido otra de las palancas para la consolidación de esta empresa familiar, –puntera en tecnología ya que este año lanzarán dos nuevas patentes–, que empezó en Cuarte de Huerva pero que ya en el año 2000 se trasladó a Malpica.

"Si no hubiera salido la oportunidad de comprar esta parcela de 13.000 metros cuadrados contigua, una antigua fábrica de juguetes que llevaba diez años parada, nos tendríamos que haber movido de aquí, porque ya no disponíamos de espacio", dijo el director de Enganches Aragón a las familias en una de las visitas guiadas que convirtieron ayer la empresa en un centro de ocio y no en el centro productivo que es día tras día. Globos, hinchables, magia y una comida popular cambiaron la fisonomía de la firma especializada en soluciones de transporte.

Con tecnología punta

"Anualmente salen al mercado entre 80 y 90 nuevos modelos de coches. Para hacerles el enganche con precisión milimétrica, tenemos un brazo escáner con el que digitalizamos el chasis y paragolpes de cada vehículo, lo que nos da un modelo 3D a partir del cual desarrollamos el producto", indicó el directivo. "Una máquina de corte láser, una soldadura robotizada, el granallado que garantiza el perfecto agarre de la pintura y un laboratorio de ‘ensayo de fatiga’ para probar la fiabilidad de cada pieza del enganche hacen el resto", explicó.

A esta cita festiva no faltó uno de los empleados más veteranos, Antonio Narbon, que cumplirá 64 años en septiembre. "Empecé a trabajar con Fernando padre hace 47 años. Entré como aprendiz con 15 porque siempre me ha gustado la metalurgia. Al principio estaba en los tornos, luego me dediqué a preparar herramientas para la línea y atender la producción. Ahora, de las máquinas más avanzadas se ocupan los técnicos, pero yo sigo haciendo de comodín para todo".

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