Antoni Martí "Andorra puede ser una plataforma de servicios muy competitiva"

El primer ministro del país de los Pirineos fue recibido ayer por el presidente de Aragón, Javier Lambán, para tratar las relaciones económicas entre ambas entidades.

Los máximos responsables de los Gobiernos de Andorra y Aragón, Antoni Martí  y Javier Lambán respectivamente exploran nuevos nichos de colaboración.
Los máximos responsables de los Gobiernos de Andorra y Aragón, Antoni Martí y Javier Lambán respectivamente exploran nuevos nichos de colaboración.
José Miguel Marco

España ya no considera a Andorra un paraíso fiscal. En el imaginario colectivo, sin embargo, todavía persiste esa idea. ¿Qué hace su Gobierno en ese sentido?


El año pasado hablé con el presidente Lambán de la necesidad de estrechar vínculos económicos y sociales con el objetivo principal de paliar el déficit de conocimiento existente hacia nosotros. Hay muchos tópicos, y en los últimos seis años Andorra ha hecho un esfuerzo de récord Guinness para cambiar esa percepción. Hace siete años, Andorra no tenía fiscalidad directa; hoy cuenta con un impuesto sobre sociedades, otro sobre los no residentes, IVA e IRPF. Se han firmado acuerdos de transparencia con España, Francia y Liechtenstein, y a punto estamos de hacer lo propio con Portugal. Nos esforzamos para no ser considerados un paraíso fiscal, y Francia, que es uno de los países que más lucha contra ello, fue precisamente el primer Gobierno con el que sellamos este acuerdo.



Pero es evidente que casos como el de Jordi Pujol no ayudan a cambiar esa percepción.


Es cierto, pero Andorra es mucho más que todo eso. También hemos hecho una pequeña revolución democrática. Hemos vivido muy bien durante mucho tiempo en torno a tres pilares: turismo, comercio y banca. El sistema bancario andorrano puede parecer que es muy grande e influyente, pero solo representa el 18% del producto interior bruto. Vengo a Zaragoza a explicar que hemos conseguido una fiscalidad competitiva, homologable a nivel internacional. Por lo tanto, al mismo tiempo que mantenemos nuestros tres pilares, intentamos que Andorra sea una plataforma de servicios internacionales moderna y muy competitiva.


Quiere atraer a su territorio la inversión extranjera.


Sí, y estamos cosechando los primeros frutos, porque hace seis años un extranjero no podía constituir una sociedad a no ser que se asociara con un andorrano que tuviera el 51% de la misma. Los extranjeros que vivían en Andorra estaban obligados a llevar diez años de residencia legal para poder abrir un negocio propio. Las profesiones liberales solo se podían ejercer si eras andorrano. Todo esto lo cambiamos. A eso me refería con lo de revolución democrática, llevada a cabo con el objetivo de lanzar nuevas oportunidades. En estos momentos, un aragonés puede montar su negocio en Andorra de un día para otro.


También están trabajando en una asociación con la Unión Europea. Eso les va a abrir muchas puertas.


Andorra tenía hace años una economía muy cerrada, poco diversificada. Ahora las empresas se pueden instalar independientemente de sus nacionalidades, lógicamente haciendo un control necesario de la viabilidad de las mismas. En el mercado único europeo hay 500 millones de personas y Andorra tiene muchas posibilidades de hacer comercio con la Unión Europea, pero nos hace falta el ‘label’ europeo. Dos de las ideas clave de mi Gobierno son la transparencia y la cooperación internacional. Y esto es lo que estamos haciendo.


Dice que la economía era hace años muy cerrada y, por consiguiente, muy poco diversificada. ¿Qué hacen para diversificarla?


El Gobierno de Andorra ha puesto en marcha tres clústeres, uno de educación, otro de salud y bienestar y un tercero de innovación, en el que se están depositando muchas esperanzas. En colaboración con el Massachusetts Institute of Technology (MIT) de Estados Unidos se va a desarrollar la conducción autónoma de vehículos eléctricos. Además, Andorra se convertirá en un país piloto para estudiar el comportamiento de sus ocho millones de habitantes. Lo que quiero explicar en Zaragoza es que Andorra es mucho más que alcohol y tabaco a bajo precio.


¿Existe la marca Pirineos? ¿Algo que nos une a todos los que estamos tocados por la cordillera?


Sí. Y si entendemos las políticas desde el punto de vista sectorial y hacemos cada uno su política nos estaremos equivocando muchísimo. Y de la misma manera que si Andorra va bien, sus regiones limítrofes también irán bien, si Aragón va bien Andorra también, y al revés. Lo que tendríamos que hacer todos es apoyar las iniciativas de toda la Comunidad de Trabajo de los Pirineos de tal manera que todos crezcamos. Si entendemos la política de un modo mezquino, interno, solo para unos, no estaremos entendiendo que vivimos en un mundo globalizado y que la gente se mueve con mucha facilidad. Por lo tanto la marca Pirineos tiene mucho sentido.

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