El empresario andaluz Ramón Marrero ha desvinculado este martes su decisión de suspender sus inversiones en las operaciones inmobiliarias de Caja Inmaculada (CAI) en su comunidad autónoma respecto del cese del director general, Tomás García Montes, en 2009. Ha comparecido ante la Comisión de Investigación de las Cortes de Aragón sobre la gestión de la entidad de ahorro desde el año 2000. 

  Marrero ha dejado claro que si participó en negocios con CAI Inmuebles fue porque "era lo más conveniente para mis intereses privados", informando de que la filial inmobiliaria quería invertir para desarrollar un solar en El Puerto de Santa María, alcanzándose un acuerdo que se extendió a otras sociedades. 

  Su relación empresarial con CAI Inmuebles se prolongó hasta agosto de 2009, fecha hasta la cual la mayor parte de las sociedades "habían generado beneficios muy relevantes para todos los accionistas y estaban en situación de desarrollo distintos proyectos inmobiliarios". 

  En todas las sociedades participadas había una comisión ejecutiva en la que estaba representada la filial inmobiliaria de CAI, en ocasiones por el delegado territorial en el centro y sur de España, Javier Alfaro, y otras veces por el ejecutivo Javier Ratón, ha expuesto. 

  Ha hecho hincapié en que la auditora Deloitte no ha formulado ninguna salvedad --objeción-- a las empresas participadas de Andalucía, para afirmar que la gestión siempre se basó en los usos mercantiles y el código de comercio. 

  "Por supuesto" tuvo "muchos contactos" con el director general de CAI, primero Luis Calvera y después Tomás García Montes, reuniones en las que se planteaban distintas propuestas, como la compra o venta de suelo. Los encuentros con los presidentes de CAI han sido protocolarios, "nunca de carácter ejecutivo".

Querella

  Sobre la querella contra García Montes por apropiación indebida, estafa y administración desleal ha dicho que la Audiencia Provincial de Zaragoza tiene que esclarecer si ha existido abuso de poder por parte del exejecutivo de CAI en las operaciones inmobiliarias para beneficiarse él mismo o terceras personas. 

  "No se analiza otra cosa, ni de carácter político ni de temas de Caja Inmaculada", ha asegurado Marrero, comentando que uno de  los asuntos es el pago de un viaje de varios ejecutivos a Egipto, lo que "se saca de contexto" porque forma parte de "un contexto habitual de relaciones" en las entidades financieras.

  También ha dicho que varias sociedades acordaron "favorecer" la compra de viviendas en Andalucía por parte de altos directivos de CAI "porque lo decidimos así".