Juan Aloguín surca con su moto las aguas de China

No hay quien frene el ímpetu y entusiasmo de Juan Aloguín, A sus casi 60 años (los cumple en noviembre), el veterano piloto se encuentra “fenomenal”, “como un chaval”, dice entre risas. El “abuelo”, como le llaman en el circuito nacional e internacional, celebra su 34ª temporada subido a una moto de agua como más le gusta: encadenando derrapajes y volando a todo gas por ríos, pantanos, embalses o mar abierto. Ha forjado un currículum con medallas de todos los colores. Es este palmarés el que le abrió hace tres años las puertas del gigante asiático: China. El aragonés parte este martes hacia Shaoxing, escenario del Shaoxing International Motorboat Open. Y es el único español presente en el evento, que se prolongará hasta el lunes 16 en esta ciudad mundialmente famosa por su vino.

“Estoy con la ilusión y nervios del principiante. Esta vez es distinto, voy con un promotor que organiza eventos. ¿Por qué voy a China? Porque les gusta cómo compito y, sobre todo, la lealtad. No quieren gente conflictiva, sino que arriesgue y pelee deportivamente”, ha explicado esta mañana en la recepción que le ha brindado en el Ayuntamiento de Zaragoza el concejal de deportes, Pablo Híjar, junto con el resto de grupos municipales.

Aloguín mantiene el mismo brío con el que debutó en una especialidad que en los años 80 triunfaba en Estados Unidos. Acostumbrado a sortear olas en Tarifa practicando windsurf, el aragonés cambió la tabla por una moto de ir de pie, las Jet, y se lanzó a las carreras, encadenando medallas de todos los colores en Nacionales y Copas del Rey, Mundiales, Europeos, Copa Ibérica España-Portugal…

Un acelerón que le ha llevado a surcar las aguas de medio mundo: Singapur, Cuba, Italia, Portugal, Francia... hasta China, país que le brinda la oportunidad de vivir su gran pasión «de forma diferente», convirtiéndose en el piloto europeo en activo con la licencia más antigua.

La Federación China de Motonáutica entró en contacto con el piloto por primera vez en 2015, y le invitó a la prestigiosa Aquabike China Open en Jinxi. Desde entonces, el zaragozano no ha dudado en salvar los más de 9.000 kilómetros de distancia que le van a separar de su querida Zaragoza, ni soportar las casi 24 horas de viaje con escalas, para cumplir su sueño deportivo.

«Estoy encantado de vivir esta experiencia, de que valoren mi palmarés y trayectoria, y me hayan invitado de nuevo. Hay que agradecer el trato que tienen hacia mí», ha contado el incombustible Aloguín, que este curso corre con una Yamaha arropado por la estructura Mediterrani Jet de Altea.

Vuelos, estancia, desplazamientos internos, moto, gasolina, intérprete, manutención... Todo corre a cargo de los promotores. "La novedad es que, a cambio de todo estos, ellos se llevan el 50% de los premios. Estoy muy ilusionado de volver a China. Las anteriores experiencias (Linzhu, Nanyang y Danjiangkou) fueron increíbles. Me tratan como un auténtico piloto, sin problemas de ningún tipo y con todas las atenciones. Te sientes valorado como un rey. Así que estoy encantado de repetir», ha destacado el deportista, que defiende los colores del Club Náutico.

Un Aloguín que se plantea, en un futuro, una estancia en China para completar un circuito de pruebas. "Ellos tienen muchas ganas de que haga allí más de una carrera. A lo mejor es el momento de decidir ir a China, correr cinco o seis carreras. Me olvido de poner dinero aquí y de todo el sufrimiento de no poder entrenar en mi tierra, teniendo que desplazarme a otras comunidades donde no ponen tantas pegas para navegar en sus embalses y ríos», ha anunciado el internacional.

Lo que es seguro es que hay Juan Aloguín "para rato". "Esto sirve para motivarme y darme más caña. Tengo dos ‘entrenadores personales’, que son mis dos pequeños, Irene y Juan, que me mantienen muy vivo. Y tengo que agradecer a mi compañera Ana su gran apoyo. Si la salud y las lesiones me respetan, no tengo planteado jubilarme”, ha concluido.