La llama olímpica llega a Brasil, en medio de la "inestabilidad política"
Recorrerá durante tres meses más de 300 pueblos y ciudades hasta llegar al estadio Maracaná de Río de Janeiro el 5 de agosto.
La llama olímpica llegó este martes a Brasilia, la capital de Brasil, donde comenzará un relevo de tres meses por más de 300 pueblos y ciudades, que concluirá con la inauguración de los Juegos de 2016 en el estadio Maracaná de Río de Janeiro el 5 de agosto.
La presidenta Dilma Rousseff, que se enfrenta a un proceso de juicio político en el Congreso, asistió al encendido de la antorcha olímpica en el palacio presidencial y afirmó que la cita no se verá afectada a pesar de que Brasil vive un momento "verdaderamente crítico" en su historia.
"Tengo la certeza de que un país cuyo pueblo sabe luchar por sus derechos y que aprecia y sabe proteger su democracia es un país donde las Olimpiadas tendrán el mayor éxito en los próximos meses", ha manifestado la presidenta desde el palacio presidencial de Planalto refiriéndose al proceso de 'impeachment' o juicio político que se libra en su contra en el Senado.
La presidenta brasileña ha asegurado que a pesar de que el país atraviesa una situación de "inestabilidad política" en un periodo "verdaderamente crítico" de su historia, se llevará a cabo "la mejor recepción de todos los atletas y de todos los visitantes extranjeros", ha informado la Agencia Brasil.
Rousseff se perderá los Juegos Olímpicos como presidenta de Brasil si la próxima semana el Senado vota la apertura de un proceso de juicio político en su contra. De ser así, el vicepresidente, Michel Temer, la sustituiría durante un juicio que podría durar hasta 180 días.
La mandataria ha indicado que el pueblo brasileño será el mejor anfitrión de los atletas y visitantes. "Brasil es un país con las expresiones culturales más diversas, incluso en el campo religioso. Esa capacidad de culturas diferentes que conviven de manera respetuosa es uno de los principales mensajes de las Olimpiadas y las Paraolimpiadas", ha expresado.
La llama olímpica, que arde dentro de cuatro lámparas, llegó a Brasilia a bordo de un avión de TAM que fue escoltado por dos cazas de la Fuerza Aérea Brasileña. Ahora, unos 12.000 relevistas portarán la antorcha en los primeros Juegos Olímpicos celebrados en Sudamérica, entre ellos un refugiado de la guerra civil siria, Hanan Daqqah, de 12 años, que llegó al país con su familia en 2015.
