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La regularidad del reloj de Cuco
La SD Huesca ha sumado 20 puntos en el primer tercio de la temporada y 16 en el segundo, con lo que tiene la salvación al alcance de la mano.
La SD Huesca ha consumido dos tercios de la temporada y el domingo en Ibiza arrancará el último tramo. Las 14 jornadas que pondrán fin al curso 2022-23 situarán a los azulgranas en la posición para la que habrán recogido méritos desde agosto hasta mayo. El equipo de Cuco Ziganda navega por aguas tranquilas, lejos del ‘play off’ y con la permanencia al alcance de la mano. Y lo hace debido a la regularidad que ha mostrado durante el curso: en las 14 primeras jornadas sumó 20 puntos y en las 14 posteriores, y con una sequía de triunfos entre medias, 16 puntos, solo cuatro menos. Los oscenses no han sufrido ningún periodo prolongado de dudas aunque mantiene la radical diferencia de rendimiento en casa (27 puntos) y a domicilio (nueve puntos).
El conjunto de Ziganda mantiene un ritmo de equipo de la zona media de la clasificación que no ha perturbado el inicio de año, cuando trascurrieron seis jornadas sin conocer el triunfo. La consecuencia más negativa ha residido en que en este tiempo la velocidad de crucero que han adquirido los equipos de arriba ha sido imposible de seguir. Al final del primer tercio de la temporada, la SD Huesca se hallaba a tres puntos del sexto clasificado, y ahora esta distancia se ha ampliado hasta los diez. Sin embargo, la ventaja respecto a los puestos de descenso es la misma, de siete puntos, después de 28 partidos que la que se disfrutaba en la jornada 14.
A los oscenses les harán falta 14 puntos más para salvarse y alcanzar la simbólica cifra de los 50. Es decir, que les sirve con mantener un promedio de un punto por partido que jueguen. Por debajo del ritmo actual, que ha sido hasta ahora de 1,28 puntos por partido. El calendario eleva la exigencia en El Alcoraz, por donde todavía han de pasar el Levante, Real Zaragoza, Alavés, Burgos, Tenerife, Ponferradina y Eibar. Es decir, cuatro equipos que aspiran al ascenso directo o al ‘play off’ y el derbi aragonés del domingo 19 de marzo. Además, se rendirá visita a equipos que pelean por la supervivencia: Ibiza, Racing, Villarreal B, Andorra, Málaga, Leganés y Lugo.
La SD Huesca perdió la misma cantidad de partidos, cuatro, en las 14 primeras jornadas y en las 14 posteriores. La diferencia ha residido en los empates, con cinco en el primer periodo y siete en el segundo, lo que se ha traducido en menos victorias (cinco y tres, respectivamente). Los oscenses ganaron al Andorra el 7 de diciembre (1-0) y no volvieron a imponerse a un rival hasta el pasado 4 de febrero, cuando superaron por este mismo marcador al Mirandés en El Alcoraz. En el segundo tramo de la temporada han marcado menos goles y encajado más para obtener, sin embargo, un botín similar. La goleada en La Romareda (3-0) pasó factura en ese sentido.
Los resultados más repetidos con Cuco Ziganda han sido el 1-0, que le ha valido para lograr siete de sus ocho victorias -la octava fue el 3-0 al rival de este fin de semana, el Ibiza- y otros siete 1-1, más cinco 0-0. Derrotas, solo dos por 1-0, ante Ponferradina y Las Palmas a domicilio. Es decir, que a la SD Huesca le ha bastado con marcar un gol en 14 partidos, la mitad de la campaña, para recolectar 28 puntos de los 36 que atesora. Máxima eficacia con el sello de Cuco Ziganda, que ha construido su equipo desde la defensa: logró ocho porterías a cero en las 14 primeras citas y cinco más en las 14 siguientes.
Los aragoneses suman solo un punto menos que la temporada pasada a estas alturas (37); en ella, el objetivo fijado al principio había residido en pelear por el ascenso y nunca se estuvo en disposición de hacerlo con un límite salarial que triplicaba el actual tras la actualización realizada esta semana por la Liga de Fútbol Profesional (LFP). Eso sí, por aquel entonces la SD Huesca se encontraba a cinco puntos de la sexta plaza y aún atesoraba esperanzas de lograr el objetivo. Mientras, el Real Oviedo de Cuco Ziganda había alcanzado los 41 puntos y no se despegó hasta el último suspiro de la posibilidad de jugar por el ascenso a Primera.
