La SD Huesca cierra el curso con una derrota en la fiesta del ascenso del Valladolid
Los azulgrana aguantaron el tipo en la primera parte dentro de un partido en el que se jugaban poco y se vieron desarbolados al inicio de la segunda con dos zarpazos de Weissman y Plata a los que siguió otro de Aguado.
En el cierre de un curso plagado de errores de los que conviene tomar nota y sacar enseñanzas, la SD Huesca sufrió su derrota más abultada, un 0-3 en el que acabó siendo la invitada en la fiesta del regreso a Primera División del Valladolid, ese desenlace que los azulgranas se habían fijado como meta al inicio de la temporada, pero del que han acabado demasiado lejos. Su posición final es la 13ª con 54 puntos, a 14 del ‘play off’ y a 27 del ascenso directo. Aguantaron bien el tipo en la primera parte, pero dos zarpazos locales al inicio de la segunda resolvieron el choque. Tras los goles de Weissman y Plata, el de Aguado evitó que los de Pacheta pudiesen sentir cualquier tipo de susto e impulsó las celebraciones en el José Zorrilla.
Su triunfo, sumado al empate del Almería con el Leganés (2-2) y al tropiezo del Eibar frente al Alcorcón (1-0) hicieron pasar a los pucelanos de la tercera a la segunda plaza. Para el Huesca, más allá de la recompensa económica que otorga la Liga en función de la posición que se ocupe, la máxima aspiración clasificatoria posible era ser noveno. El marcador hasta cierto punto puede ser comprensible teniendo en cuenta la distinta motivación de uno y otro, y las ocho bajas de los visitantes, pero lo cierto es que en los trece tropiezos previos de los oscenses la diferencia nunca había sobrepasado los dos tantos.
Para el choque entre dos compañeros de descenso hace un año con trayectoria a lo largo de la temporada muy dispar, Xisco Muñoz, en el que era su adiós del Huesca, tuvo que recomponer su once. Con Pulido, Poveda, Lombardo, Valentín, Timor, Seoane y Mikel Rico en la enfermería y también sin Ratiu, convocado por Rumanía, optó por regresar al sistema de tres centrales y dos carrileros. Tras cumplir sanción volvieron Insua y Escriche, que formó pareja arriba con Gaich. Además, Pablo Martínez y Salvador recuperaron la titularidad. Éste último no jugaba desde el empate a tres de Oviedo en febrero y fue de lo mejor. La convocatoria la completaron cuatro piezas del filial.
La primera parte se cerró con ambos equipos encontrándose con la madera. Gaich acarició el gol para el Huesca en un tiro desde la frontal que dio en el larguero y en la contra posterior el cabezazo de Weissman acabó siendo rechazado por el poste. Ese ataque, como se había convertido en norma durante los 45 minutos previos, fue conducido por Gonzalo Plata. El extremo ecuatoriano fue la pieza más desequilibrante de los de Pacheta durante el periodo convirtiéndose en un auténtico quebradero de cabeza para Mateu y Florian Miguel en contraposición con la relativa tranquilidad con la que vivieron Joaquín en Insua en la banda derecha.
A pesar de que la primera llegada fue visitante, un libre directo de Pablo Martínez en el que Masip estuvo atento, ambos actores asumieron pronto el papel que debían interpretar. Fue el Valladolid el que dominó y el Huesca el que se agazapó atrás. Primero, capeando el esperado temporal inicial y después, una vez superado ese ímpetu, estando algo más cómodo. Durante esos veinte minutos de chaparrón, los de Pacheta asustaron, pero no fueron más allá. Hubo varias acciones en las que el balón se paseó por delante de la portería sin encontrar rematador. En un mismo ataque tuvieron tres córners y un saque de banda.
En un pase en largo, Gaich se hizo con el cuero y avanzó forcejeando con El Yamiq para encarar a Masip. El argentino estaba escorado y su tiro pegó en el lateral de la red. Aunque no acabase en gol, esa aproximación resultó útil. El Valladolid vio que no podía dejar de resguardarse y sus envestidas perdieron fuelle.
De hecho, hasta el cañonazo de Gaich, el Huesca aún tuvo dos acercamientos más con cierta intención. Sobre la media hora, Joaquín forzó una falta lateral que sacó Mateu y que Masip despejó y a dos minutos para el 45’ Escriche condujo una contra en la que acabó pasando a Mateu que al menos obtuvo un saque de esquina.
La segunda mitad se puso en marcha con los dos golpes consecutivos de los pucelanos. Nacho estuvo más atento que Joaquín e Insua. Andrés despejó, el rechace le cayó a Toni Villa, el cancerbero volvió a rechazar y el balón fue a parar a Weissman que lo mandó a la red. Se revisó un posible fuera de juego en el inicio de la acción, pero se concedió el 1-0. Los azulgranas acusaron el gol y acto seguido Plata firmó el segundo.
Del vestuario se había vuelto con una novedad en la alineación. En la ducha se quedó Florian Miguel, con molestias, y en su lugar se incorporó Juan Carlos, lo que hizo que Salvador retrasase su posición a la defensa. Tras el 2-0, Gaich dejó su sitio a Lago Junior.
El duelo, con los de Pacheta ya no apurados por el resultado, se abrió más. El Huesca trató de aprovechar los espacios, pero no estuvo acertado en los pases. Escriche condujo varios de esos ataques sin fortuna. Ferreiro, que acababa de salir junto al jugador del filial Pol Prats, por Pablo Martínez y Mateu, puso una falta que Miquel cabeceó fuera.
En el otro lado hubo más efectividad. Salvador desequilibró lo justo a Weissman cuando ya miraba a los ojos a Andrés, a quien apuró Monchu en una falta antes de que el José Zorrilla cantase el tercer tanto. Fue en una galopada de Plata por la banda que cedió atrás a Aguado. A partir de ahí, si algo estuvo cerca fue el cuarto del Valladolid, en el que los jugadores del banquillo, ya llegando al 90’ empezaron a contenerse para no saltar al césped para festejar antes de tiempo.
Una nueva falta botada por Ferreiro en la que Miquel no vio puerta fue el punto final a la temporada. Toca ahora dar los primeros pasos del próximo proyecto con la llegada del nuevo director deportivo y del entrenador. Lo imprescindible, volver a ilusionar y dejar atrás el tono gris.
Ficha técnica
Real Valladolid: Masip, Luis Pérez, El Yamiq, Joaquín, Nacho, Aguado (Anuar, 82), Roque Mesa, Iván Sánchez (Monchu, 56), Gonzalo Plata (Cristo, 85), Toni Villa (Morci, 82) y Weissman (Sergio León, 82).
SD Huesca: Andrés, Joaquín, Insua (Euse, 81), Miquel, Florian Miguel (Juan Carlos, 46), Mateu (Ferreiro, 71), Mosquera, Salvador, Pablo Martínez (Pol Prats, 71), Escriche y Gaich (Lago Junior, 57).
Goles: 1-0, min. 47: Weissman. 2-0, min. 52: Gonzalo Plata. 3-0, min. 79: Aguado.
Árbitro: Pulido Santana (C. de Las Palmas). Amonestó con tarjeta amarilla al visitante Mateu (36’)
Incidencias: Partido correspondiente a la 42ª y última jornada de liga de Segunda División disputado en el José Zorrilla ante 22.397 aficionados.
