Dani Escriche se hace mayor a las órdenes de Pacheta

La llegada de Pacheta a la SD Huesca ha supuesto un punto de inflexión en lo colectivo y también en casos particulares que atañen a varios futbolistas. Uno de los ejemplos más claros es el de Dani Escriche; el delantero de 22 años tenía un pie fuera en el mercado invernal de fichajes y ahora su rol ha cobrado una importancia capital. Su gol al Granada refrenda la apuesta del burgalés por un jugador con el que contó en el Elche en su ruta a la Primera División. Más allá de esta evidente afinidad subyace el trabajo siempre innegociable del de Burriana, partícipe de una racha emergente que se quiere ratificar este domingo ante el Celta en El Alcoraz (14.00, Movistar LaLiga).

Un encuentro hacia el que se siguen quemando etapas. El vestuario azulgrana asume su importancia sin darle el calificativo de definitivo: “Tanto como una final no creo, eso es cuando ya no hay nada más después. Es un partido más en el que vamos a ir a por todas a por los tres puntos”, ha valorado Escriche. La SD Huesca afina la puesta a punto en un estado de calma optimista sin lanzar las campanas al vuelo. “Nos daba por muertos casi todo el mundo. Seguíamos trabajando y estamos más vivos que nunca. Somos una gran familia, un buen grupo desde el primer día y eso se notaba. Nadie ha bajado los brazos y ahora estamos cerca de conseguir lo que queríamos”, ha añadido.

Para Dani Escriche, la aportación más importante de Pacheta es “la intensidad que nos inculca para competir. Además, se ha unido muy bien al grupo tan familiar que teníamos y eso ha ayudado mucho”. Un contexto favorable para un delantero que, con Míchel Sánchez, participó en seis partidos de los 18 que dirigió el madrileño. Nunca de inicio y para un total de 80 minutos. Con Pacheta, en cambio, suma por el momento cuatro titularidades y 353 minutos en siete compromisos.

“Me siento muy bien, siempre me ha gustado jugar arriba y más con otros jugador, ya sea con Sandro, Rafa Mir u Okazaki. Estoy encantado, este sistema lo practicaba mucho en Elche con Pacheta y me encuentro muy bien”, ha valorado. En el Elche había anotado tres goles en los 20 partidos que le dio Pacheta, un promedio en el que ahora se está moviendo para una posición con una competencia demoledora, más tras la vuelta en plenitud de Sandro Ramírez.

Su acierto contra el Granada ha supuesto “un desahogo. Llevaba bastante tiempo sin meter gol. Se me brindaban ocasiones y no podía convertirlas”. En este sentido, la competitividad “es buena, te permite crecer y si alguien está mejor alguien jugará por ti”. Escriche habla con una confianza bien entendida que proyecta sobre el terreno de juego y que también le ha brindado Pacheta: “Es una confianza bastante grande en mi forma de jugar y de ser. Al final, consiguiendo objetivos personales y colectivos al volver aquí te da una confianza que se nota".

Los azulgranas han sumado “dos victorias más en poco tiempo. Los equipos que nos ganan lo hacen por la mínima y les cuesta mucho”. La fórmula pasa por ir “partido a partido, no crecernos y seguir en esta línea de confianza. Creer en nosotros mismos”. La permanencia se otea a dos puntos y se toca con la punta de los dedos, un estímulo que también está marcando la semana de trabajo: “Llevas todo el año abajo, no sabes cuánto vas a salir. Lo estamos tocando y seguimos trabajando para ganar el domingo al Celta”.

Mosquera empieza a trabajar con el grupo

La sesión de trabajo de este jueves ha contado en su parte inicial con el concurso del centrocampista Pedro Mosquera, que al menos ha podido participar en los primeros ejercicios junto a sus compañeros para seguir después ejercitándose al margen. Los azulgranas tienen todavía dos jornadas más por delante antes del domingo, la de este viernes a las 11.00 en El Alcoraz y el sábado, a la misma hora y a puerta cerrada, en el IES Pirámide.