La Sociedad Deportiva Huesca afronta con renovados bríos un tramo determinante del campeonato, en el que los azulgranas aspiran a confirmar que el bagaje de las últimas semanas no es una mejoría aislada sino el desenlace lógico de la labor del técnico Francisco Rodríguez, el crecimiento que han aportado los fichajes invernales y la resolución de varios problemas en las dos áreas. Los siete puntos sumados en tres jornadas han estrechado la desventaja con los permanencia a los seis pero exigen una continuidad que se pondrá a prueba con rivales de fuste durante las próximas semanas. El primero, el Athletic de Bilbao el próximo lunes en El Alcoraz (21.00), lo que desde el club ya se califica como una cita crucial y empuja por ello a los aficionados a abarrotar el estadio. Cuatro días más tarde aguardará el Espanyol.

El espejo más evidente en que se había mirado el Huesca para buscar la reacción era en el de un Rayo Vallecano que, sin embargo, y tras una muy meritoria racha, ha perdido dos partidos consecutivos que le han devuelto a las plazas de descenso. La situación en la tabla impone una regularidad que se persigue con la portería propia tapiada gracias a las extraordinarias actuaciones de Roberto Santamaría y al empuje de Enric Gallego y, últimamente, Chimy Ávila en el área rival. La referencia del Rayo, que ahora se encuentra a cinco puntos, puede resultar tan valiosa como la del propio Athletic, que hasta hace no mucho presentaba un bagaje similar y ahora suma nueve puntos más.

En la carrera por sumar el mayor número posible de rivales a la pelea por evitar la quema, los de Francisco Rodríguez pueden recortar esa distancia y, también, seguir en su afán por acercarse a Valladolid, Girona, Celta, Rayo y Villarreal. Además, al jugar el lunes los oscenses ya conocerán los resultados del resto de equipos, que afrontan citas muy complicadas. Así, el Valladolid visita al Barcelona en el Camp Nou, el Girona al Real Madrid en el Santiago Bernabéu y el Rayo juega en su estadio con el Atlético de Madrid. El Villarreal, mientras, recibe al Sevilla.

Tampoco lo tendrán sencillo los de Francisco ante un emergente Athletic. Gaizka Garitano, que debutó en la vuelta copera de El Alcoraz y en la Liga ha logrado cuatro victorias, cuatro empates y una sola derrota en el derbi vasco con la Real Sociedad. Sin embargo, no le ha servido hasta la fecha para despegarse por completo de las catacumbas de la clasificación. Será el cuarto duelo del curso entre azulgranas y rojiblancos, con el recuerdo del 2-2 en la segunda jornada y el amargo desenlace de la Copa (4-0 y 0-4).

Con sus victorias sobre el Valladolid (4-0) y el Girona (0-2), los de Francisco Rodríguez han ganado el ‘golaverage’ particular con dos rivales directos. Un dato que aparece como menor, por debajo de la exigencia de remontar posiciones, pero que se ha de tener en cuenta. En el segundo tramo de la competición restan citas con el Villarreal a domicilio (2-2 en El Alcoraz), Rayo (0-1 en casa) o Celta (2-0 en Balaídos). Y algún descenso se ha decidido por esta circunstancia. Sucedió por última vez en la temporada 2008-09 entre Getafe y Betis a favor de los madrileños. Con 42 puntos en ambos casos y dos empates en la liga primó la diferencia general y los sevillanos se fueron a Segunda División.

Los altoaragoneses tratarán de mantenerse imbatidos por cuarta vez consecutiva, un hito que no logra desde el ejercicio 2014-15, el del último ascenso a Segunda División. Entonces se encadenaron seis jornadas, entre la 29 y la 34, que resultaron fundamentales para asegurar la primera posición del grupo. Ahora, en un contexto y con una dificultad muy diferentes, el Huesca ansía mantenerse en su versión más reconocible y eficaz.