La llegada de Adrián Diéguez es el primer movimiento acometido por la Sociedad Deportiva Huesca en el último día del mercado de invierno. El madrileño de 22 años se incorpora en forma de cesión hasta el final de la temporada desde el Alavés dentro de un acuerdo que incluye una opción de compra. Actúa como central, una posición que tras la salida de Semedo había quedado falta de efectivos, más si Francisco continúa con la propuesta por la que apostó en el último partido contra la Real Sociedad de alinear de inicio a tres centrales.

Diéguez, que contaba con ficha del filial de los vitorianos, pero que venía entrenando a diario con el primer equipo parte de Mendizorroza en busca de minutos dentro de una medida que su entrenador, Abelardo, juzgaba necesaria. Se formó en la canteral del Carabanchel y el Getafe desde donde pasó al Alcorcón. Allí debutó en Segunda División en la 2016-17, una campaña en la que acabó jugando a préstamo en el Fuenlabrada. Su actuación en la categoría de bronce captó la atención del Alavés que se hizo con sus servicios de cara a la temporada pasada. Con ellos, disputó entonces once encuentros, seis de Liga de Primera División y cinco de Copa del Rey. En el presente ejercicio, en cambio, sólo se ha vestido hasta la fecha de corto en la eliminatoria copera de 1/16 de final contra el Girona.

La tarde se espera larga en las oficinas de la SD Huesca, donde todavía se podrían producir dos llegadas más; principalmente se busca un jugador de perfil ofensivo para la banda izquierda. Además, se podrían producir las salidas de Brezancic y, quizá, Werner.

Hasta el momento, junto a Diéguez se han sumado a las filas de Francisco Rodríguez Yangel Herrera, Enric Gallego y Javi Galán. Por contra, se han marchado Sastre, Semedo, Gürler y Longo,