El Huesca araña un punto a la Real en Anoeta

El conjunto aragonés suma a domicilio cinco meses después. Merecido empate en un encuentro en el que disfrutó de mejores ocasiones que la Real Sociedad.

Real Sociedad - SD Huesca
Real Sociedad - SD Huesca
Efe

Hablaba Francisco de no bajar los brazos.Y no bajó los brazos el Huesca en Anoeta. Y además sacó las uñas para arañar por fin un punto a domicilio (0-0). Desde hace exactamente cinco meses, desde el 27 de agosto, en San Mamés (2-2), no sumaba como visitante el equipo aragonés. Lo consumó en el feudo de la Real Sociedad, con una portería a cero en un careo en el que disfrutó de las mejores ocasiones. Un punto que debe significar a su vez un punto de partida hacia una reacción que pasa inexorablemente por superar el próximo viernes al Valladolid en El Alcoraz.

Además de accionar las extremidades superiores, Francisco también habló de la necesidad de cambiar, de regresar al origen. Y a fe que cambió el técnico andaluz en Anoeta, donde modificó hasta el dibujo. Volvió el Huesca a la defensa de tres centrales, con el capitán Etxeita, Insua y Pulido. Miramón y Akapo se instalaron en los costados. O sea, en verdad, defensa de cinco. En la zona ancha, Rivera en el centro, con la escolta de Yangel y de Moi, titular pese a las molestias que arrastraba. Y arriba, también vuelta a los orígenes, con dos puntas. Con Cucho, por supuesto; pero sin Longo, por supuesto también, y con Enric Gallego, el hombre que se bajó del andamio para jugar en Primera División.

Enfrente aguardaba la Real Sociedad. No es la vieja Real, la que nos ganó el corazón en el arranque de los 80, la que bunquerizó Atocha, la Real campeona de liga, con imágenes icónicas de un tiempo irrepetible en San Sebastián. Ha evolucionado tanto la Real como su actual campo, Anoeta. El estadio es mucho más guapo y moderno. Pero, ciertamente, se añora ese regusto de antaño, con el graderío pegado a la banda. Ese aroma británico, con fútbol de contacto. Cuesta ver a esta Real. Sensación extraña. Tan extraña como que la portería de un equipo vasco no la cuide un guardameta vasco. Quedan ya muy lejos los tiempos en que los mejores equipos de Primera se pegaban por fichar a los porteros que le llevaban el botijo en el banquillo a Arconada. Artola y Urruti, en el Barça; Esnaola, en el Betis; Elduayen, en el Atlético de Madrid… Todo esa inmensidad fue Arconada, de largo el mejor portero de la historia del fútbol español.

Este rebobinado futbolístico-sentimental no se detiene en la portería. También cuesta lo suyo ver a la Real con un central sevillano (Navas) y otro madrileño (Llorente), bastante menos expeditivos que Górriz, Gajate o Cortabarría. Y arriba, un brasileño, Willian José. No está tan cuadrado como Satrústegui, pero Willian José quizá sea una de las escasas comparaciones de las que sale ganadora la actual Real. Si estuviera en Zaragoza… Una serie de 12 y 15 goles han salvado los dos últimos cursos del club guipuzcoano. Ya lleva siete en el actual ejercicio liguero, con cuatro en los últimos tres careos. Goles que han permitido ganar en el Bernabéu, empatar en Vallecas y vencer en Anoeta al Espanyol. Hecho aislado este de ganar como local. Solo lo han podido repetir los vascos ante la verbena defensiva del Celta. Lo dicho, que los goles de Willian José resultan lo poco noticiable de un club que vive de la nostalgia. Los goles de Willian José y el toque de Illarramendi en el medio, que no es Jesús Mari Zamora, pero también la toca un montón.

Con eso de que no le ganaban a nadie en casa, Asier Garitano se fue a la ídem. La sustituyó hace unas semanas Alguacil. No se ajusta Alguacil a la definición de la RAE: "empleado subalterno que ejecuta las órdenes de una autoridad administrativa". Porque ha reaccionado la Real con Alguacil. Con un esquema valiente (1-4-3-3) y los goles de Willian José han pasado de estar a tres puntos del descenso a presentarse a tres puntos de Europa. El Huesca supo replicar a esta ambiciosa Real de Alguacil. No solo replicar, sino incluso proponer en muchas fases de la primera mitad, en los periodos en que Rivera, Yangel y Moi Gómez le arrebataron la pelota a Illarramendi, Mikel Merino y Zubeldia.

El primer aviso aragonés ya fue muy serio. Yangel, que se estrenaba como titular, estrelló un zurdazo en el palo derecho que defendía Rulli, que apenas pudo estirarse para los fotógrafos. Con el césped mojado, la pelota adquirió una velocidad altísima. Faltó pausa en el medio. El peligro acechaba las dos trincheras. Llegó el turno de la Real, con un disparo de Sandro envenenado al contactar la pelota con la hierba. Roberto Santamaría apenas había tenido trabajo. El mayor peligro para el portero navarro era coger una pulmonía. Defendía Santamaría la portería norte, la que da a Amara. Con el graderío desnudo, en obras, le cayó todo el aguacero cuando se embruteció el permanente txirimiri que goteó en el anochecer donostiarra.

Merino probó por segunda y última vez a Santamaría en el primer tiempo. Acción calcada a la de Sandro, con un tiró rebozado de peligro por la llovizna. De vuelta a la cueva de Rulli, una acción del minuto 40 nos obliga a regresar de nuevo a los años 80. Saque de puerta Santamaría, Enric Gallego le roba la cartera a los centrales y Cucho tira cruzado. Paradón de Rulli. Repito: ganarle un balón por arriba a los centrales de la Real. Impensable con Ormaechea o Toshack. Hubiera sido gol si Rulli no se encarna por una vez en Arconada. Eso salvó a la Real. Eso impidió que un Huesca serio y valiente llegara con ventaja al descanso.

En el segundo tiempo, la Real atacó la portería que más le gusta, en la que se concentra la afición ‘txuri urdin’. Alguacil tocó la corneta y lanzó a su equipo al portal donde le aguardaba su gente. Ataque correctamente dimensionado el vasco, con la escuadra y el cartabón de Illarra, y el tiralíneas de Merino. Además, el reemplazo de Sandro por el belga Januzaj hizo que la Real ganara en amplitud y sobre todo profundidad. Respondió Francisco poniendo en el prado a Musto por Yangel.

Se generaba peligro por aproximación, pero faltaba calidad para concretar. En un lado, Llorente y Navas la liaban en el piquito del área. En el otro, Willian José se dejaba caer. Después, Rulli hace como que la pilla con las manos y le da con la cabeza… En serio, lo del portero de la Real es de traca. El lateral zurdo Theo también se incorporó al ataque. Suya fue una preciosa asistencia a Willian José. La Real iba con todo. Apenas quedaba un cuarto de hora.

Oyarzábal envió al limbo una aistencia muy clara. Tic-tac, tic-tac, solo restaban 10 minutos. Amenazaba Januzaj a pierna cambiada. Alguacil puso a Juanmi por Willian José, su mejor delantero... Nadie entendía nada en Anoeta. Francisco arañaba unos segundos con los cambios del Chimy y Ferreiro. Y el Huesca también arañó por fin un punto. Por fin, un punto... Y, lo que es mejor, estableció un punto de partida.

- Ficha técnica:

0. - Real Sociedad: Rulli; Zaldua, Navas, Llorente, Theo; Illarramendi, Zubeldia, Merino (Sangalli, min. 87), Oyarzabal; Willian José (Juanmi, min. 83) y Sandro (Januzaj, min. 59).

0.- Huesca: Santamaría; Etxeita, Insua, Pulido, Akapo, Herrera (Musto, min. 65), Rivera, Moi Gómez, Miramón; Enric Gallego (Ávila,min. 84) y "Cucho" Hernández (Ferreiro, min. 89).

Árbitro: Prieto Iglesias (Comité Navarro). Amonestó a Miramón, Akapo y Herrera.

Incidencias: 21.252 espectadores en Anoeta en una tarde muy lluviosa y un césped rápido.

[Así narramos el partido en directo]

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