Enric Gallego: "Si no creyese en la salvación no hubiese venido"

Todo, o casi todo, es nuevo para Enric Gallego. Hace un año vivía su debut en Segunda División y ahora se encuentra a unas horas de repetir experiencia, pero en la máxima categoría de la mano de la Sociedad Deportiva Huesca. La vida para el delantero catalán se ha acelerado en apenas unos meses y en los últimos días, sino horas, ha metido el turbo. El martes por la noche llegó a la capital oscense, el miércoles vivió su primer entrenamiento con sus nuevos compañeros y este jueves fue presentado ante la prensa y el medio centenar de aficionados que se acercó a El Alcoraz en una fría mañana. "Si no viese posible la salvación, no hubiese venido", dejó claro el ex del Extremadura acerca de sus motivaciones, asegurando que "estoy listo para debutar".

El ariete de 32 años, actual máximo goleador de Segunda con 15 tantos, llega para ser la referencia ofensiva de los azulgrana, un papel preponderante para una persona que aún así se muestra humilde. "Trabajo mucho para el equipo, se me define de muchas maneras como obrero del gol o delantero referente, pero yo me considero un jugador más que va a intentar ayudar a mis compañeros y si tengo que estar arriba peleándome, me pelearé y si me toca ir a recibir, iré".

En este mercado de invierno, su nombre ha estado apuntado en las agendas de varios clubes de Primera como el Espanyol, el Rayo Vallecano y, especialmente, el Valladolid, pero finalmente se ha decidido por la entidad altoaragonesa. "Desde el primer momento confiaron mucho en mí, algo que valoré muchísimo, me explicaron el proyecto y, aunque el equipo esté abajo, se puede revertir la situación con una segunda vuelta muy buena que nos mantenga en Primera División".

Además de la fe que la directiva encabezada por Agustín Lasaosa tiene puesta en él y de lo atractivo del proyecto, también le ha ayudado a decidirse circunstancias de índole personal como la presencia en el vestuario de Álex Gallar. Delantero y extremo ya coincidieron en el Cornellá y les une una buena relación. Así, a lo largo de la temporada ya había seguido al Huesca. "Creo que se han hecho muy buenos partidos y la situación en la que se encuentra no es la que se merece el equipo", valoró.

Ha firmado para vestir de azulgrana hasta 2022 dentro de un traspaso que conlleva un coste de más de dos millones. Cifras que no suelen ser habituales para un jugador de su edad y experiencia. "La edad no la considero más que un número. Soy una persona a la que le gusta cuidarse y mantener todo el orden", explicó acerca de los digitos que arroja su DNI, mientras que del hecho de no conocer todavía la élite del fútbol español expuso que no le "asusta".

A este respecto, su primera toma de contacto será con uno de los miuras del campeonato, el Atlético de Madrid, que visita El Alcoraz este sábado. "Es un gran club, pero es secundario, vengo a enfrentarme al que esté delante y darlo todo", dejó claro.

Sin objetivo personal

Aunque la principal vara de medir que se va a usar con él son los goles, Gallego, que hereda de Sastre el dorsal 22, no se fija objetivos: "Estando en Segunda División B siempre trataba de mejorar la cifra de una temporada para otra, pero ya al inicio de la actual, con la llegada a Segunda, no quise marcar ninguna meta porque era mi primer año y ahora me sucede lo mismo".

Eso sí, no escondió que "sería magnificó debutar y marcar". "Ha sido todo muy loco estos últimos días, no he tenido tiempo ni de pensar, pero esperemos que nos salga un gran partido, que consigamos los tres puntos y, si tengo la suerte de meter un gol, lo celebraré", describió.

Enfrente, el nueve ‘9’ altoaragonés cuya referencia era el brasileño Ronaldo, tendrá a Jan Oblak, que solo ha encajado trece goles en lo que se lleva de ejercicio. El pichichi de Segunda contra el zamora de Primera. La cita, mañana, a las 18.30 en El Alcoraz.