Huesca-Villarreal, más que tres puntos en juego

Los azulgrana reciben este domingo al conjunto que marca ahora mismo la salvación y del que le separan siete puntos.

Sastre y Etxeita, durante un entrenamiento
Sastre y Etxeita, durante un entrenamiento
Pablo Segura

Si hace casi un mes la visita del Levante ya fue descrita desde el vestuario como de final, la llegada del Villarreal este domingo (18.30) a El Alcoraz habrá que calificarla como de ‘finalísima’. Sí, estamos hablando de la jornada 16 de Primera División, pero vista la situación de uno y otro contendiente, los tres puntos en juego se antojan muy relevantes en el devenir próximo de ambos. La Sociedad Deportiva Huesca, colista a siete puntos de la salvación y tras 14 jornadas sin conocer la victoria, se mide cara a cara con el conjunto que precisamente marca esa línea roja entre los que hoy perderían la categoría y los que la conservarían. La disyuntiva para los locales se sitúa entre acercarse a cuatro puntos de la permanencia, a expensas de lo que el Athletic haga con el Alavés el lunes, o ver cómo ésta se aleja a diez.

[Siga aquí en directo el partido entre la SD Huesca y el Villarreal]

Francisco Rodríguez, el técnico de los azulgrana, ve el partido como «una nueva oportunidad». Será la octava en la Liga y la décima en total, si se le suma la eliminatoria a ida y vuelta de la Copa del Rey con el Athletic, con la que cuenta el almeriense para ganar desde que cogió las riendas del equipo en sustitución de Leo Franco. Tres puntos con los que sueñan él, la plantilla y todo el entorno del club y de los que, más allá de los efectos clasificatorios, se espera que supongan un cambio de dinámica, que incluye también la visita de la próxima semana al Valencia, que permita llegar al parón de Navidad y a la apertura del mercado de invierno con aire en los pulmones.

Eso echando la vista hacia delante. En lo más inmediato se considera también que ha llegado la hora de materializar en puntos todas las buenas sensaciones que los altoaragoneses han dejado en sus últimas actuaciones en El Alcoraz, donde todavía no saben lo que es acabar por delante en el marcador. Primero vieron cómo el Getafe les empataba en el descuento y también se tuvieron que conformar con un punto con el Levante después de haberse adelantado en dos ocasiones. Al Real Madrid, hace justo ahora una semana, le pusieron las cosas difíciles, pero el duelo acabó con un 0-1.

A pesar de la derrota, la resaca de la histórica visita del tricampeón de la Champions League ha sido positiva. La imagen dada ha servido para levantar la moral dentro de un vestuario tocado tras el negativo cruce con el Athletic de Bilbao, saldado con un global de 8-0 para los rojiblancos, y el 2-0 en Balaídos ante el Celta de Vigo. Los oscenses han recuperado la fe en que pueden imponerse a cualquiera y de nuevo las últimas comparecencias de los jugadores han estado cargadas de mensajes positivos.

Uno de los hallazgos del partido con los blancos fue la tripleta en el centro del campo formada por Christian Rivera, Moi Gómez y Gonzalo Melero, que por circunstancias aún no se había podido reunir y que ahora todo apunta a que se repetirá contra el Villarreal en un once en el que también podrían estar Jovanovic, Miramón, Etxeita, Insua, Pulido, Chimy Ávila, Ferreiro y Cucho Hernández. Con Gallar, Akapo, Musto y Aguilera lesionados, Francisco tampoco tiene mucho más entre lo que elegir. En total, hay disponibles 16 jugadores de campo en una lista en la que figura Rubén Semedo, recuperado de la subluxación de tobillo que se produjo en San Mamés.

Para el defensa el partido tendrá connotaciones especiales. No en vano, pertenece al Villarreal y juega cedido con los altoaragoneses. Además, el club groguet mantiene un acuerdo preferencial sobre los derechos de Melero.

También con urgencias

Enfrente, el rival también se presenta cargado de urgencias. Para el ‘submarino amarillo’ verse tan abajo en la tabla a estas alturas de la temporada resulta toda una sorpresa que esta misma semana ha supuesto que su entrenador Javier Calleja dejase su puesto a Luis García Plaza. El nuevo técnico de los de La Plana ya se estrenó con victoria el jueves por 2-0 en la Europa League ante el Spartak de Moscú y ahora quiere repetir éxito en El Alcoraz para despedir el año fuera de la zona de descenso, territorio que en Navidad nunca ha pisado el Villarreal a lo largo de su estancia en la Primera División. No en vano, éste será su último partido en 2018 toda vez que el de la próxima jornada contra el Real Madrid ha sido aplazado a causa de la disputa del Mundial de Clubes por parte de los de Santiago Solari.

En las filas visitantes son baja Bruno Soriano, Manuel Iturra, Nicola Sansone y Miguel Llambrich. En vez del rombo empleado por su antecesor, Luis García optó en su primer choque por un 4-4-2 con un doble pivote en la medular de corte defensivo compuesto por Fuego y Cáseres. En sus filas cuenta con jugadores de entidad en ataque como Bacca, Ekambi y una de las sensaciones de la temporada y pieza clave en el triunfo europeo, el nigeriano de 19 años Samuel Chukwueze, que desde su debut en la Copa del Rey frente al Almería, ha sido titular en las cinco jornadas de Liga siguientes.

Otro de los jóvenes valores de los que presume el Villarreal es el aragonés Manu Morlanes. El centrocampista, también de 19 años, pasó de la cantera del Real Zaragoza a la de los castellonenses en el verano de 2012. Ha formado parte de las categorías inferiores de la selección española y esta temporada ha debutado en Primera División.

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