El Huesca cae en un notable encuentro ante el Real Madrid

Los blancos vencen en El Alcoraz gracias a un solitario tanto de Bale en el arranque del partido.

SD Huesca - Real Madrid
SD Huesca - Real Madrid
Rafael Gobantes

Sin cortesías, ni respetos. Ningún ‘usted’. La Sociedad Deportiva Huesca ha tuteado este domingo al Real Madrid como si lo conociese de toda la vida y nada estaba más lejos de la realidad. Por primera vez, ambos conjuntos se enfrentaban en un duelo oficial, en el partido más esperado desde que se consumó el ascenso a Primera División. No fue, ni mucho menos, la impotencia mostrada contra el Atlético de Madrid en el Metropolitano, ni la efervescencia en la visita al Barcelona, fue una muestra de lucha, fe y confianza. Todo lo que, por cierto, había faltado el jueves en el 0-4 copero contra el Athletic. También es verdad que los protagonistas eran muy distintos en uno y otro conjunto. No se logró la victoria, tampoco el empate, pero moralmente, tras varios marcadores adversos, los azulgrana salieron reforzados. Siguen siendo colistas y la salvación se mantiene a siete puntos, pero saben que pueden ser competitivos incluso ante el tricampeón de la Champions League, a la constelación de estrellas que tanta expectación había levantado en la capital oscense.

Con Akapo, Gallar, Semedo y Musto como bajas, cuatro nombres relevantes en lo que va de curso entre los altoaragoneses, Francisco no se salió demasiado del guion con su once. Una de las dudas de la semana se había centrado en saber quién ocuparía el lateral izquierdo. Con el habitual titular lesionado, finalmente Pulido le ganó la partida a Brezancic, la opción más natural, a pesar de que ante el Athletic había mejorado sus prestaciones respecto a su mala actuación en San Mamés. En el lugar de Musto fue alineado Aguilera y, sin Gallar, los extremos fueron para Chimy Ávila y Ferreiro.

Enfrente, las dudas, curiosamente, también estaba en el costado izquierdo de la defensa, Marcelo y Reguilón, sus dos ocupantes habituales, no estaban disponibles para jugar al igual que Kroos, Casemiro, Mariano y Nacho. La solución por la que optó Solari fue desplazar hasta allí a Carvajal y dejar en la derecha a Odriozola. No fueron de la partida Isco y Asensio, pero sí Bale, Benzema, Modric y Lucas Vázquez. El entrenador argentino tiene dónde elegir.

Ya lo había advertido Francisco, el técnico de los azulgrana, en la previa, que para sacar algo positivo su equipo debía dar el 200% y los que tenían delante no tener una buena tarde; tal era la diferencia estimada. No en vano, lo que para los locales era un día especial, para los visitantes suponía otra jornada más en la oficina. No hubo grandes filigranas, ni actuaciones. Los de Solari se limitaron a esperar a que sus oponentes cometiesen algún error.

El Huesca entró en el campo sin complejos ni miedos. Dispuesto a plantar cara de tú a tú al gigante que tenía enfrente. A los cinco minutos ya gozó de un córner.Sin embargo, de nuevo la teoría de la manta se cumplió. Los locales se animaron a estirarse y atrás quedaron descubiertos. Odriozola puso el centro y Bale en el lado contrario no perdonó. Era el 0-1 cuando no habían transcurrido diez minutos.

Los azulgrana no reblaron, se agazaparon atrás y esperaron su momento. Chimy Ávila comandó la salida al ataque, abrió el balón a la derecha, por donde Ferreiro se internó en el área. El esférico acabó en los pies del atacante argentino, que lanzó un disparo duro que Courtois detuvo. Era la primera llegada seria del Huesca.

El partido estaba siendo de máxima intensidad y Aguilera pagó el esfuerzo. En el minuto 18 tuvo que ser sustituido por Melero, el canterano del Real Madrid tuvo así la oportunidad de medirse al club en el que se crió como futbolista una vez recuperado de su pubalgia. El siguiente golpe vino de parte de los visitantes y de nuevo con Bale como amenaza. El galés percutió y Jovanovic reaccionó bien.

Ninguno de los dos púgiles lograba acorralar al otro en la esquina del cuadrilatero. Cucho Hernández salió como un rayo hacia la portería rival y la única manera que encontró Carvajal de frenarlo fue con un codazo cuando ya iba a pisar el área. No fue penalti, pero sí una falta peligrosa que no se pudo aprovechar.

Los azulgranas entraron en el vestuario por detrás en el marcador, pero vivos. El Real Madrid les había sacudido con fuerza en la mandíbula en el inicio del combate, pero en vez de irse a la lona se revolvieron y enseñaron las garras. Con el paso de los minutos se habían asentado y demostrado a los blancos que no se debían relajar.

Y si no les había quedado claro, Melero se lo recalcó nada más arrancar de nuevo. Ferreiro la puso y el madrileño remató de cabeza a placer. El balón no encontró el ángulo de la portería y se paseó por la línea de gol.

Aunque los merengues asomaban de vez en cuando por las cercanías de Jovanovic, fueron los titulares del campo los que tomaron los mandos con el viento, un actor importante ayer, a favor. Pases largos, recortes, centros, córners... El empate parecía cerca. Lo tuvo Ferreiro, pero Courtois lo impidió.

Aunque los merengues asomaban de vez en cuando por las cercanías de Jovanovic, fueron los titulares del campo los que tomaron los mandos. Pases largos, recortes, centros, córners... El empate parecía cerca. Lo tuvo Ferreiro, pero Courtois lo impidió.

En el balancín que se había convertido el partido, era ahora el turno de los de blanco. Bale, su hombre más peligroso, retó cuando se cumplía la hora de encuentro a Jovanovic y éste aceptó el desafió y lo ganó. El Huesca creía y El Alcoraz también. «¡Sí se puede!» gritaba la grada que también supo mostrarse señorial y aplaudir a Modric cuando fue sustituido por Isco. El croata estrenó en El Alcoraz su condición de Balón de Oro tras ser galardonado el lunes.

Bale y Jovanovic volvieron a verselas de nuevo. Solo el galés parecía interesado en ampliar la ventaja de los suyos, pero su entrenador decidió que Asensio ocupase su sitio. A Benzema, se le esperaba y a Lucas Vázquez, igual, pero aún no habían aparecido. Estaban de cuerpo presente y de fútbol ausente. Circunstancia en la que Pulido, que se fue acomodando al lateral izquierdo con el transcurrir del careo tras sufrir en los primeros compases, Etxeita, Insua y Miramón, que rompió el cuentakilómetros por su banda, tuvieron mucho que decir.

Llegó el último tramo. Las piernas pesaban y Francisco decidió quemar su último cartucho. Ya había entrado Gürler por Ferreiro y para los últimos siete minutos Chimy Ávila, fundido, fue sustituido por Longo.

Faltaba la de Cucho y ésta llegaba cuando faltaban tres minutos. Tras un centro de Gürler, el colombiano encontró el balón en el área pequeña, pero el gol del empate se fue por encima del larguero. El Real Madrid estaba acorralado y en El Alcoraz no había quien no empujase. Cada acción era jaleada, cada decisión del árbitro protestada, se soñaba con cantar el empate. Moi Gómez sacó una falta, que se envenenó acabó en córner. Rivera forzó otro sque de esquina, subió hasta Jovanovic, pero no hubo tiempo para más.  

No hubo recompensa material en forma de puntos, pero jugando así tiene que llegar y más pronto que tarde, porque urge.

Ficha técnica:

SD Huesca: Jovanovic, Miramón, Insua, Pulido, Etxeita, Rivera, Aguilera (Melero, 18), Moi Gómez, Ferreiro (Gürler, 75), Chimy Ávila (Longo, 83) y Cucho Hernández.

Real Madrid: Courtois, Odriozola, Varane, Sergio Ramos, Carvajal, Bale (Asensio, 75), Marcos Llorente, Ceballos (Valverde, 57), Lucas Vázquez, Modric (Isco, 65) y Benzema.

Goles:  0-1, min. 7: Bale

Árbitro: Melero López (Comité Andaluz). Mostró tarjeta amarilla a los locales Etxeita e Insua y a los visitantes Carvajal y Ceballos.

Así hemos contado en directo el partido SD Huesca-Real Madrid en Heraldo.es

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