Semedo, en el ojo del huracán

El defensa portugués ha quedado señalado por su error de bulto que ha supuesto la remontada del Alavés. No es la primera vez que muestra fallos de concentración

Semedo, al fondo, sigue la jugada del primer gol del Alavés.
Semedo, en el ojo del huracán
David Aguilar/EFE

Le había ganado bien la partida a Calleri dentro del área, con pulcritud y suficiencia. Se giró sobre si mismo con tranquilidad, dominador de la situación, miró a quién pasar el balón para comenzar a construir el avance de la Sociedad Deportiva Huesca y al que encontró fue a Sobrino, uno de los que vestían de albiazul y que agradeció el regaló con el 2-1 con el que ha acabado el encuentro de los altoaragoneses frente al Alavés. El error, gravísimo, sitúa en el alambre a su protagonista, Rubén Semedo, el joven central portugués de 24 años que llegó en verano a El Alcoraz con la misión de demostrar que tras su paso por prisión seguía siendo un futbolista válido para Primera División y con visos de ser alguien importante.

El camino, por ahora, no está siendo ese a pesar de haber gozado de la confianza de Leo Franco y de Francisco Rodríguez. Los fallos de concentración se han repetido. Al margen del error crítico de ayer en Mendizorroza, también fue protagonista en la derrota por 1-0 en Valladolid. El gol de Alcaraz llegó en un lanzamiento de falta nacido de una acción innecesaria de Semedo.

Fuera del terreno de juego también ha dado de qué hablar. A Huesca llegó cedido por el Villarreal tras pasar 141 días en prisión al ser imputado por delitos de homicidio en grado de tentativa, lesiones, detención ilegal, amenazas, tenencia ilícita de armas y robo con violencia. También arrastraba fama de juerguista. Le avalaba su proyección como futbolista y la confianza de que en un entorno más tranquilo como el de la capital oscense pudiese asentarse. Sin embargo, ya se le ha tenido que aplicar el régimen interno e incluso ha sido amenazado por el entrenador de que podría salir del equipo después de que tras la derrota contra el Sevilla se difundiese un vídeo en el que se le podía ver bailando en una discoteca de la ciudad hispalense.

Las aguas bajan turbias, pero para las dos partes conviene que se aclaren. Si el Huesca quiere ascender en la clasificación necesita de la mejor versión del portugués. Francisco lo sabe. Tras el partido no quiso culpabilizar directamente al jugador del resultado, pero sí que ha adelantado que hablaría con él y ha advertido de que "el que se confunda no va a tener oportunidad de ayudar al equipo".

Desde el resto de la plantilla, las palabras han sido de comprensión. Moi Gómez ha recordado que él también había cometido un error ante el Espanyol y ha solicitado que el equipo estuviese unido. Por su parte, Álex Gallar ha expuesto que "son errores que en un partido así no se pueden cometer y esperemos que no vuelva a ocurrir".

Semedo ha sido intocable en las alineaciones desde la jornada cuatro. Fue suplente en la única victoria que se han llevado a la boca los azulgranas, la del debut ligueron ante el Eibar. No participó en el empate contra el Athletic y sustituyó a Gallar en el Camp Nou. Desde la visita del Rayo Vallecano a El Alcoraz, no se ha perdido un minuto.

Forma parte de la línea que más reforzó el Huesca en verano tras el ascenso a Primera División y que más quebraderos está dando, la defensa; demarcación que por otro lado exige la presencia de cinco piezas en el césped con el esquema que está implantando Francisco. Luisinho tiene roto el ligamento cruzado de la rodilla derecha, Etxeita no pudo jugar en Mendizorroza por unas molestias musculares en los abductores e Insua, que por primera vez en la temporada se vestía de corto, apenas aguantó algo más de veinte minutos antes de ser sustituido por Brezancic, que reaparecía tras un mes de baja.

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