El Huesca se enfrenta a un nuevo desafío ante el poderoso Sevilla en el Sánchez Pizjuán

El Huesca, colista y acumulando ocho jornadas sin ganar, visita el Sánchez Pizjuán con la ilusión de dar la sorpresa en uno de los estadios más complicados.

El centrocampista Christian Rivera, que debuta en una convocatoria del Huesca, ayer dispuesto a comenzar el viaje a Sevilla.
El centrocampista Christian Rivera, que debuta en una convocatoria del Huesca, ayer dispuesto a comenzar el viaje a Sevilla.
Verónica Lacasa

La fascinante ciudad de Sevilla da la bienvenida a la Sociedad Deportiva Huesca como equipo de Primera División. En esas calles con duende, entre sus plazas imponentes, con la Torre del Oro y la Giralda contemplando el devenir de los tiempos, el equipo altoaragonés espera hallar la inspiración necesaria para afrontar lo que es sin duda un desafío mayúsculo. Porque el recibimiento se ofrecerá por parte andaluza bajo los acordes del Arrebato y en un estadio Ramón Sánchez Pizjuán (20.45) que numéricamente no es muy dado a los presentes para quienes acuden como visitantes. La Sevilla en blanco y rojo, la del Sevilla Fútbol Club, vive continuamente con intensidad ese pulso con los amantes del verde y el blanco. Son los colores del Real Betis y también los de San Lorenzo, el patrón oscense que bien haría en darse una vuelta por la capital andaluza para colaborar en la búsqueda de la hazaña deportiva. La lucha es contra pronóstico, puesto que en el análisis previo del choque pocas opciones se le conceden al colista, al Huesca, de hacer saltar por los aires la guarida sevillista.

Si el fútbol es un estado de ánimo, como asegura Jorge Valdano, el desequilibrio entre el Sevilla y la SD Huesca es evidente. De una parte, un recién ascendido a Primera que se ha establecido en la zona roja de la tabla y que pese a haber elevado ligeramente su tono competitivo con el nuevo entrenador, Francisco Rodríguez, debe mostrar una versión más acorde a la categoría para poder aspirar a quedarse en ella; de otra parte, un Sevilla envalentonado por el 6-0 cosechado en la Europa League y enrabietado por su derrota la pasada jornada en el Camp Nou (4-1). Además cuenta incluso con la oportunidad de encaramarse al liderato. De hecho su sueño es aferrarse a los altares clasificatorios.

Los de Pablo Machín no quieren sorpresas contra el Huesca; el Huesca sí que quiere darle una buena sorpresa al Sevilla. En esa disyuntiva está el partido. La lógica apunta a una nueva victoria andaluza y a otra derrota altoaragonesa. Pero lo mismo pensaba el Levante en el Bernabéu, o el Leganés cuando le visitó el Barcelona. Y vencieron. Así que el pensamiento positivo se ha instalado en el vestuario azulgrana. Vale que es muy difícil doblegar al Sevilla en su campo, aunque en caso de lograrlo el impulso anímico sería ahora de mayor importancia que la que ya de por sí tienen los puntos en disputa.

La victoria es ese bálsamo perdido que con tanta urgencia reclama el Huesca. Desde que ganara en Eibar en la jornada inaugural, son ocho partidos en los que tan solo ha arañado dos empates. El global de 5 capturas es a todas luces insuficiente. Pero para correr primero hay que saber andar.

Con Rivera y Sastre y sin Melero

Quien dirige los pasos oscenses, el técnico Francisco, ha perdido para la batalla del Sánchez Pizjuán a Melero por lesión y a Musto por sanción. Sin embargo, ha ganado esta semana una nueva pieza, el centrocampista Christian Rivera, quien entró en la convocatoria y tiene opciones hasta de ser titular. El preparador almeriense anunció alguna variante en su once inicial respecto al que formó frente al Espanyol, lo que puede conllevar igual una alteración del dibujo. Que Aguilera suplirá a Musto parece lo normal. A partir de ahí las opciones se abren para acompañar al madrileño en el eje y en una línea de vanguardia señalada por el atasco goleador -una diana en seis partidos-.

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