Leo Franco recupera crédito para afrontar un mes exigente

Leo Franco se encontraba bajo el foco de la exigencia máxima para el partido contra el Girona y el entrenador de la Sociedad Deportiva Huesca salió reforzado tras el empate con los catalanes (1-1). Sometido al escrutinio interno, del club azulgrana; y externo, de los aficionados, el argentino comenzó a enderezar el rumbo tras un mes de septiembre que había resultado aciago hasta su último día, con la posibilidad real de la destitución de prolongarse las malas sensaciones ofrecidas ante Barcelona, Rayo, Real Sociedad y Atlético.

Los cinco cambios introducidos en el once inicial, el rendimiento global el pasado domingo, que desde la entidad azulgrana se califica de "positivo y prometedor"; y, ante todo, el revocar la trayectoria descendente del Huesca sostienen la posición del entrenador para preparar con calma y alejado del ruido de sables el partido del próximo domingo en Valladolid (12.00).

En la cúpula del Huesca se elogia el giro de guión de Leo Franco, con un cambio de sistema y la apuesta por jugadores que, o bien no estaban contando (Aguilera) o lo hacían en situaciones que no les permitían ofrecer todo su potencial (Moi Gómez o Melero). También, el relevo en la portería, donde ha dado paso a Jovanovic por delante de Axel Werner, en quien había confiado durante las seis primeras jornadas pese a su irregular desempeño.

Fuentes de la entidad aluden a esta circunstancia "como un motivo para dar al entrenado un voto de confianza", de quien no entendían el anterior empecinamiento en el error, y piden "un ambiente de calma y de vuelta a la normalidad" para preparar con tino el choque con los pucelanos, un rival directo que ha sumado siete de los últimos nueve puntos en juego. En el seno del Huesca admiten que las posiciones en torno a la labor del argentino no son unívocas y que se trata de un club "en el que se escuchan y respetan todas las opiniones". En todo caso, se impone la tesis de la continuidad del actual preparador salvo que los resultados deportivos le pasen una factura decisiva.

Los altoaragoneses afrontan un mes de octubre peculiar, con un único partido de Liga en El Alcoraz, dos salidas complicadas y otra semana de parón por los compromisos de las selecciones nacionales. Además, el 31 de octubre se ha fijado la ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey. El 7 de octubre aguarda el Real Valladolid en el José Zorrilla, un rival directo a cuatro puntos de distancia y en un contexto de máxima igualdad en la parte baja de la tabla. La Liga se retomará el domingo 21 con la visita al Alcoraz del Espanyol de Rubi, que ha protagonizado un notable inicio de curso (18.30); el 28 se visitará al potente Sevilla en el Sánchez Pizjuán (20.45) a la espera de conocer rival copero.

Además, ya se conoce la primera fecha de noviembre: en la undécima jornada, los oscenses recibirán al Getafe el domingo 4 a las 18.30 en El Alcoraz.