Leo Franco: “El partido con el Girona no es una final”

El entrenador del Huesca admite que los azulgranas “no han competido siempre” y espera enmendar las cuatro derrotas “muy tranquilo” con su futuro en el banquillo

Leo Franco, durante su comparecencia de este mediodía en la sala de prensa de El Alcoraz.
Leo Franco, durante su comparecencia de este mediodía en la sala de prensa de El Alcoraz.
Rafael Gobantes

A Leo Franco se le podrán achacar sus errores y aplaudir sus aciertos y rectificaciones, pero al entrenador de la Sociedad Deportiva Huesca no le cambia el talante ni el discurso positivo tras la semana más dura desde que accedió al cargo, con la clara derrota en el Metropolitano, la grave lesión de Luisinho y el carácter definitivo para su continuidad que contiene la cita de este domingo con el Girona en El Alcoraz (12.00). El argentino ha hablado, sobre todo, de las cuatro derrotas y de lo que rodea al equipo azulgrana, colista de Primera División. De algunos nombres propios. Del rival, menos. De sus planes para frenar a los catalanes, nada.

En todo caso, ha matizado algunas de las ideas que había trasladado a los medios de comunicación en sus últimas comparecencias. Su discurso ha transcurrido por meandros poco acostumbrados. Como el de reconocer que el equipo azulgrana no ha competido siempre. O su querencia repentina por un sistema de juego diferente al 4-4-2 en el que se ha enrocado hasta ahora. También asume con entereza la posibilidad de su destitución en las próximas fechas.

Leo afronta estos días con “mucha ocupación y el mismo interés por el trabajo. Analizando que venimos de cuatro derrotas, una con el campeón, otra con el segundo y otras en las que pudimos tener méritos para llevarnos algo más”. El técnico de los oscenses se muestra consciente de este mal momento y mantiene “el equilibrio”. Como ya había avisado en otras ruedas de prensa, “vienen olas grandes. Ni antes éramos tan buenos ni tan lindos, ni ahora tiene que haber un clima diferente. Sabíamos que nuestra temporada iba a ser dura y larga”.

El técnico es consciente de que algo hay que cambiar. Y entonces ha lanzado su primer requiebro autocrítico. “Analizo los partidos y dije que competimos en todos, pero nos faltó hacerlo en el primer tiempo del Metropolitano y en los últimos minutos del Camp Nou”. Con todo, el balance que realiza de sus jugadores es “realmente positivo”. “Hay muchas cosas buenas generales que estamos haciendo. Hay pequeños detalles que tenemos que mejorar porque en esta Primera División no te perdonan. Es el proceso de adaptación, maduración y de un inicio de un recién ascendido con un entrenador nuevo que se está adaptando a las intenciones que le pide el cuerpo técnico”, ha reseñado.

Leo Franco ha mostrado su preferencia por el sistema 4-1-4-1, el mismo que puso en liza en la segunda parte ante el Atlético de Madrid. Para mantener vigente esta apuesta, “hay que trabajarlo y tiene que salir bien. Lo hizo en la segunda parte. Hay jugadores que tienen su momento de adaptación y estoy contento con el momento de forma de muchos de ellos. Los tenemos en distintos niveles de competición y los fuimos equilibrando, para que las piezas encajen hay que buscar el momento justo”.

Dentro de ese reordenamiento a fuerza de entrenamientos y golpes pueden tener cabida jugadores como Aguilera, Jovanovic o la vuelta de Pulido. Como siempre, no ha revelado más allá de sus planes para el domingo; sí ha vuelto a destacar su relación con el centrocampista madrileño, con el que compartió vestuario en la Sociedad Deportiva Huesca. Ha puesto un ejemplo elocuente y un mensaje a los periodistas, medio en serio y medio en broma: “Para dar un análisis de cómo van las obras debería estar pendiente las 24 horas. Ya veremos. Lo tengo claro, lo que no quiero es dar pistas, es simple”.

El duelo con el Girona es un partido más; en cierto modo, “como todos los que he afrontado, con la responsabilidad y la trascendencia de todos. Y pido lo mismo a los jugadores y el grupo me lo está dando. No es una final”. El conjunto que entrena Eusebio Sacristán posee “un sistema muy marcado y trabajado, con muchos puntos fuertes y algunos que tenemos que buscar. Hoy trabajamos en eso y mañana y en las horas previas continuaremos buscando la mejor forma de contrarrestar su sistema y hacerles daño. Su ventaja es que ellos llevan mucho tiempo trabajando juntos”.

Leo ha visto durante esta semana al vestuario “preocupado y jodido, como tiene que estar” y considera que los futbolistas se hallan “muy mentalizados y con la fe que teníamos en los dos primeros partidos y casi todos los minutos de esta Liga. Hubo un par de minutos que la perdimos el martes y hay que ser realistas, pero los veo bien, tienen tiempo de recuperarse hasta el domingo. Sería un problema que no estuviesen por levantarse”.

La lesión de Luisinho, que se rompió el ligamento cruzado de su rodilla derecha, ha conmocionado a un grupo que seguirá teniendo en el portugués un faro mientras se desarrollen los plazos de su recuperación. Mientras el club busca un recambio, que puede no ser un lateral, y Leo Franco cuenta para esa posición con Brezancic y Akapo, se lamenta su ausencia: “Se nos ha lesionado un gran profesional, un tío implicadísimo con el grupo. Es una baja muy importante para nosotros, era el que más partidos llevaba en Primera División. Los chicos le nombraron capitán hace una semana… Se lo dije personalmente, estoy orgulloso del tiempo que nos ha dado. Tiene que saber que, a pesar de estar lesionado, debe ser muy importante en el grupo”, ha valorado el técnico.

Cuestionado por el rendimiento del meta Axel Werner, lo define como “bueno” sin cerrar la puerta de la titularidad bajo los palos del serbio Aleksandar Jovanovic, que cuenta con el alta desde hace cinco días y lleva ocho entrenamientos con el grupo. Mirando a la portería contraria, Leo asume que la generación de ocasiones de gol es otra asignatura pendiente, del mismo modo que la intensidad a inicio de los encuentros, extraviada en las últimas citas.

El Alcoraz, defraudado con los partidos ante Rayo Vallecano y Real Sociedad, “va a apoyar”, sostiene el preparador. Y añade que “la gente está muy implicada, lo ves caminando por la calle. Es consciente de la categoría en que estamos y el apoyo a los chicos está siendo sensacional. Les pediría que siga siendo así, y no tengo dudas al respecto”.

Lejos de presionarse por la posibilidad de su cese si el partido ofrece un mal desenlace, Leo Franco se siente “encantado con esta oportunidad, solo me exijo las horas de trabajo que pongo. Después, lo que siempre he pedido es más trabajo, implicación, confianza, fe, respeto por mí y mis jugadores”. El argentino ha asegurado que la directiva no le ha lanzado ningún mensaje en un sentido u otro y se muestra “muy tranquilo. Siempre confío en mi trabajo, mi esfuerzo y compromiso con esta casa. Ojalá me salga bien por el Huesca”.

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