Gonzalo Melero se encuentra, a los 24 años, ante la temporada clave de su todavía breve carrera profesional. Capitán de la Sociedad Deportiva Huesca en Primera División por los méritos contraídos en las dos campañas anteriores. Centrocampista total y en constante progresión, autor de siete goles el primer curso en la capital oscense y de 16 el pasado, la temporada que viene jugará en el Villarreal en virtud del acuerdo contraído por los dos clubes. Por ello, este curso ha de servirle de carta de presentación en el fútbol español de élite mientras trata de adaptarse a la libreta de estilo de Leo Franco.

El entrenador argentino le sitúa en un rol más similar al que desempeñó hace dos cursos, cuando compartió esas tareas con Juan Aguilera; le acompaña Damián Musto para generar fútbol y contener a los rivales. Una situación que contrasta que la del año pasado, en el que gozaba de más autonomía y se incorporaba más al ataque dentro del 4-3-3 de Rubi. Entonces, secundado por Aguilera y Moi, o bien por Lluís Sastre o Luso Delgado, el madrileño se convirtió en un llegador nato, lo que se conoce en el argot del fútbol británico como ‘box to box’.

La situación ha cambiado ahora. Melero se mantiene como esencial en el trazo del fútbol oscense y es el jugador que más pases realiza. 172 en las cuatro primeras jornadas, un promedio de 43 por partido. El juego de los de Leo Franco depende en buena medida de la participación del capitán, que conserva la capacidad de la pasada campaña; entonces realizó 42,58 pases en cada choque. Esto, en un equipo que se siente más cómodo en la respuesta rápida tras el robo de la pelota que en la posesión.

En un contexto diferente al de la temporada 2017-18, Gonzalo Melero tiene una mayor responsabilidad. A su lado, Musto es el segundo futbolista que más pases realiza (130). Por su parte, Moi Gómez suma 99, por detrás de los laterales Luisinho y Jorge Miramón o de Jorge Pulido. A primera vista, supone una merma para que pueda aportar llegada y goles.

De hecho, el madrileño no había rematado a puerta en las tres primeras jornadas y lo intentó, en dos ocasiones, contra el Rayo Vallecano. En la primera mitad, con un remate que sacó Álex Moreno bajo palos. En la segunda, en una llegada y un cabezazo fallido que estuvo a punto de convertirse en una asistencia para Chimy Ávila. Pero la estadística aporta un matiz: el año pasado, Melero marcó 16 goles en Segunda División y solo necesitó 43 remates. Es decir, que tiró a puerta 1,13 veces por encuentro y acertó prácticamente en uno de cada tres disparos. Un acierto extraordinario.

Por su parte, Semedo fue una de las apuestas sorpresa de Leo Franco, parapetada tras una semana de entrenamientos a puerta cerrada. El central portugués disputó los 90 minutos del encuentro ante el Rayo Vallecano, un partido completo. Lo que para otro futbolista supondría una situación habitual, se trató de un hecho extraordinario en el caso del jugador cedido por el Villarreal, que no disputaba otro choque oficial completo desde el 25 de septiembre de 2017. Hace 355 días.

Fichado la campaña pasada por el Villarreal, que desembolsó 15 millones, apenas tuvo continuidad en el ‘submarino amarillo’. Disputó cuatro partidos del campeonato español y uno de la Liga Europa. Semedo debutó en la segunda jornada, en la que los castellonenses encajaron un duro correctivo en Anoeta (3-0). Reapareció en el posterior duelo ante el Betis en el Estadio de la Cerámica (3-1), aunque solo jugó los tres últimos minutos.

Cuatro días más tarde volvió a salir de inicio en la competición europea y frente al Astana y terminó aquel mes de septiembre en el once titular que cayó goleado en Getafe (4-0). Fueron sus últimos 90 minutos hasta el pasado viernes. Aún disputaría un compromiso más con el Villarreal y ante el Barcelona el 10 de diciembre, pero se retiró lesionado y tuvo que pasar por el quirófano. A comienzos de año se precipitarían los hechos que le condujeron hasta la cárcel y su posterior puesta en libertad bajo fianza.

Una semana más tarde, el pasado 20 de julio, fue presentado como nuevo futbolista de la Sociedad Deportiva Huesca. Durante la pretemporada no llegó a completar ninguno de los amistosos y en el comienzo de la Liga disputó 14 minutos en Eibar y 26 en Barcelona. Convocado asimismo para San Mamés, no llegó a vestirse con la cruz de San Jorge. Semedo sustituyó a Etxeita y mostró buenas maneras con la pelota, poderío en el juego aéreo y disciplina colectiva a la espera de ir aposentándose después de un año muy complicado.