Cuatro puntos para asentarse en Primera

El golazo de Chimy amarró un empate en San Mamés que se explica asimismo con la toma de decisiones de Leo Franco

Chimy realiza su característico saludo militar.
Chimy realiza su característico saludo militar.
Verónica Lacasa

El rugido de una ciudad entera se escuchó la noche del lunes, cerca de la madrugada, cuando Chimy Ávila lanzó un zarpazo a la escuadra derecha del Athletic. Gritó Huesca al tiempo que el ‘comandante’ llevaba a cabo su saludo militar y se deslizaba de rodillas sobre el césped de San Mamés. El 2-2 adquiere más valor para el club azulgrana que la victoria inicial de Ipurua. Los oscenses ascendieron a Primera División el 21 de mayo en Lugo, se sintieron equipo de Primera en Eibar y se confirmaron como un bloque competitivo en Bilbao.

Cuatro puntos en las dos primeras jornadas y la sexta plaza, solo por detrás de Real Madrid, Barcelona, Sevilla, Espanyol y el propio Athletic, enseñan el buen rendimiento mostrado por el equipo de Leo Franco. Más allá de un dato más o menos anecdótico, el conjunto aragonés encuentra la receta del éxito en los mismos valores que le condujeron al ascenso la pasada temporada y que recoge su "fieles siempre sin reblar". Varios nombres y la pizarra del entrenador argentino explican el desarrollo de los 180 minutos iniciales en Primera.

Sobre los futbolistas emerge en esta cita el nombre de Chimy Ávila. Su gol en el minuto 87 ya forma parte, y con un espacio preferencial, de la historia de la Sociedad Deportiva Huesca. Por su bella ejecución, pues muchos lo incluyen entre los mejores de la jornada y en un hipotético ‘top’ de la temporada, por su importancia y por encarnar en las botas del argentino el pundonor que llevó a los oscenses a no bajar los brazos cuando el Athletic atesoraba una ventaja de dos goles en el minuto 70. El primero de Miramón abrió la espita de la remontada y el argentino echó la puerta abajo.

Leo asintió satisfecho desde la zona técnica. En dos partidos, un novato en el fútbol profesional ha superado en sus dominios a dos entrenadores tan curtidos como José Luis Mendilibar (Eibar) y Eduardo Berizzo (Athletic). Caprichos del fútbol: hoy se cumple un mes del amistoso en el que los azulgranas cayeron goleados ante el Numancia (5-1). Fue el pasado 29 de julio e intervinieron diez de los escogidos para San Mamés. Pese a aquel disgusto, el argentino se mantuvo en el camino trazado y que desembocó en el once tipo que ha empleado las dos primeras jornadas.

El 4-4-2 es la apuesta firme, por el momento con pocas variantes. Las circunstancias no han llevado a Leo a realizar modificaciones drásticas en su dibujo. Sí ha cambiado el rumbo de los partidos con las sustituciones. Sobre todo en Bilbao. El mensaje claro de que había que ir a por el rival se fraguó en el cambio previo al 2-0, con la entrada de Ferreiro por Moi Gómez (instantes después marcó Yuri) y con el de Gürler por Gallar para hacer el equipo más largo por las bandas. En el 76, Chimy suplió a Longo y el resultado es ya sabido. Mientras, en los locales se criticó la pérdida de rumbo después de que Iturraspe saltara al terreno de juego justo antes del 2-1 de Miramón.

Pese a no ganar, el Huesca tuvo más posesión de balón que en Eibar, un 40,6 % frente al 31,3 % de entonces, y dio más pases: 342 por los 272 de Ipurua. También tiró a puerta en nueve ocasiones por las seis de la primera jornada. El Huesca ha comenzado el campeonato marcando cuatro goles a domicilio y sigue perfilando una filosofía diferente a la del curso pasado y que los futbolistas han asumido como propia y adecuada en este tramo final para un desarrollo feliz.

Dos entrenamientos en Almudévar

El equipo azulgrana comenzará a preparar hoy la cita frente al FC Barcelona en el Camp Nou (domingo, 18.30). Y lo hará a 19 kilómetros de Huesca, en Almudévar, a donde se dirigirá hoy y mañana debido a los trabajos que se están llevando a cabo en los campos de entrenamiento que se utilizan de manera habitual. Así, el campo de La Corona será la casa de los de Leo Franco durante dos jornadas. Ambas sesiones arrancarán a las 9.30 y la de mañana, como las del viernes y el sábado, será a puerta cerrada, el viernes en el Instituto Montearagón y el sábado en el Pirámide. El Huesca partirá a Barcelona el sábado por la tarde, a una hora todavía por definir. La expedición azulgrana regresó a Huesca desde Bilbao en torno a las dos de la tarde y guardó descanso el resto de la jornada. La Corona es una instalación ya conocida por el club.

El Almudévar ha ejercido de equipo filial y en el pasado más reciente ya se desarrollaron sesiones de entrenamiento en esta localidad. Leo Franco dispondrá de todos sus futbolistas, una vez que Akapo ha cumplido su sanción y a la espera de la llegada de Aleksandar Jovanovic.

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