El vestuario de la Sociedad Deportiva Huesca reposa este lunes su alegría inicial. La conquista del estadio de Ipurúa en la primera aparición de los altoaragoneses en la Liga Santander (1-2) ha dejado un poso de enorme felicidad en todos los estamentos del club, cuya carta de presentación no pudo resultar más positiva en Eibar.

Tanto el entrenador Leo Franco como sus jugadores, que descansan este lunes, salieron de la ciudad guipuzcoana con un importante subidón moral. Por los tres puntos al casillero en el duelo inaugural de su trayectoria en Primera y por las constantes futbolísticas que se observaron sobre la hierba.

El Huesca mostró con claridad sus credenciales especialmente en una primera mitad de alto ritmo defensivo y ofensivo que terminó por dinamitar al Eibar. Los dos goles de Gallar fueron la punta de lanza del plan formulado por Leo Franco y su cuerpo técnico. A través de un esquema 4-4-2, con mucha atención en las vigilancias y acotando al máximo los espacios a su rival, los azulgranas no tuvieron demasiado el balón pero sí que supieron obtener un gran provecho su posesión generando varias oportunidades claras, aparte de las dos que entraron en la meta de Dmitrovic.

Además, el Huesca demostró igual su capacidad de sufrimiento cuando el Eibar insistió en sus acometidas en la segunda parte. En definitiva, bastantes cualidades en positivo para un debutante en Primera que ya se ha quitado el peso de encima de la victoria y de la victoria a domicilio.

La plantilla oscense retornará en la tarde de este martes al trabajo (18.00 en el Instituto Montearagón), para comenzar a trabajar en el que será su segundo envite liguero, de nuevo en el País Vasco. El estadio de San Mamés y el Athletic Club aguardan la llegada del Huesca este próximo lunes 27 de agosto (22.00).

Según la programación de la semana que ha hecho pública el Huesca, serán siete las sesiones que completarán antes de viajar en la tarde del domingo a Bilbao.