La SD Huesca espera a Ghoddos y descarta a Álvaro García

Las dos operaciones de la Sociedad Deportiva Huesca con Saman Ghoddos y Álvaro García siguen abiertas y toman caminos antagónicos. Pese a tratarse de situaciones peculiares, el club azulgrana se muestra "tranquilo" y confía en que el delantero internacional con Irán acabe recalando en El Alcoraz. En cambio, el futbolista del Cádiz no llegará a la capital oscense. En primer lugar, porque no quiere. Y, además, porque el acuerdo entre las dos entidades posee un perfil económico más que deportivo y muy satisfactorio para ambas.

La jugada a tres bandas entre el Huesca, el Cádiz y, de manera indirecta, el extremo Álvaro García nace de las buenas relaciones entre los dos clubes encarnadas en José Antonio Martín ‘Petón’, consejero azulgrana, y Manuel Vizcaíno, presidente cadista. Y pese a que la agencia de representación del futbolista cuestionó ayer la legalidad del acuerdo por el que el club aragonés adquiere el 50 % de los derechos federativos del jugador, se trata de un movimiento legal que ya se ha llevado a cabo en otras ocasiones con éxito.

De manera paralela a la voluntad del utrerano de no jugar en El Alcoraz, que el Huesca respeta, se encuentra una operación económica que hace crecer la liquidez y el tope salarial del Cádiz para incorporar futbolistas. El planteamiento es que el Huesca abone 3 millones de euros. Fuentes del club azulgrana sostienen que se trata de un pago supeditado a que haya acuerdo con el jugador y su salida se concrete, y confirman que ya se realizó una oferta previa de 6 millones de euros que este rechazó.

La cláusula de rescisión del extremo, una de las sensaciones de la pasada campaña en la categoría de plata, es de 8 millones. Es decir, que si el Cádiz encuentra un pretendiente que abone esa cantidad antes del 31 de agosto sumaría siete millones a sus arcas (los 4 de su 50 % por los derechos federativos del andaluz y los 3 del Huesca); el Huesca, un millón. El Udinese italiano parece el club mejor situado para hacerse con los servicios de Álvaro García.

Manuel Vizcaíno ha señalado este mediodía a medios locales que esta operación es "la más rentable que ha ofrecido el mercado". Y ha añadido que "en su día, el jugador no contemplaba jugar en el Huesca, respetamos la decisión creyendo que podíamos llegar a un consenso todas las partes. Álvaro está en su derecho y no tiene la obligación de jugar en el Huesca. Con esta operación se garantiza que va a tener un club donde jugar, que eso es lo que todo jugador quiere".

Y ha recalcado que es una operación "beneficiosa" para el Cádiz: "Los clubes toman decisiones que siempre tienen un trasfondo. El Huesca ha entendido que la operación le es rentable y por eso la ha hecho, igual que el Cádiz. Son decisiones estratégicas".

La tranquilidad es parecida con Ghoddos. El Huesca, el futbolista y el Östersunds sueco alcanzaron un acuerdo que se plasmó la pasada semana en el viaje del futbolista iraní a la capital oscense para firmar la documentación relativa a su fichaje en presencia además del intermediario de la operación, Quique Pina. Pero el club sueco, seducido por ofertas más elevadas como la del Stade Rennais francés, se echó atrás e hizo volver al futbolista, que jugó con sus todavía compañeros el pasado fin de semana y manifestó su intención de recalar en la liga francesa.

En el Huesca se alude a que los derechos federativos sobre el futbolista le amparan para que termine perteneciendo a la plantilla que dirige Leo Franco. Si no fuese así, el acuerdo contempla el pago de una indemnización cuantiosa por parte del club sueco; si este se negase, la entidad valoraría acudir a la propia FIFA para que dirima la cuestión. La parcela deportiva espera contar pronto con Ghoddos y maneja alternativas para la posición de extremo.