Jorge Pulido ha sido uno más en el trabajo de grupo en la sesión de tarde que la Sociedad Deportiva Huesca ha concluido hace unos minutos en el complejo de Olaranbe. El central había acabado la mañana en el hospital debido a un balonazo en un ojo, pero las pruebas a las que le han sometido en un hospital de Vitoria no han apreciado daños de consideración y, a tenor de cómo se ha ejercitado, el toledano se siente en buenas condiciones y parece que podrá participar este sábado en el último amistoso de la pretemporada contra el Alavés (19.00 en la localidad de Alegria-Dulantzi).

El entrenamiento vespertino ha tenido incluso un rato divertido, puesto que en uno de los partidos programados Semedo, Sastre y Cucho Hernández se han puesto los guantes de portero y Bardají, Werner y Santamaría (gran manejo con gol incluido) han participado como jugadores de campo. Además, muchos de los futbolistas han ocupado emplazamientos nada usuales para ellos. Se han divertido antes de volver a ponerse serios para completar la sesión.

Los últimos minutos se han desarrollado a puerta cerrada para aportar algunos detalles de cara a la cita de este sábado con otro conjunto de Primera, el Deportivo Alavés. Quien no actuará frente a los vitorianos será el delantero Chimy Ávila; continúa trabajando en solitario demostrando que la recuperación de su rotura muscular en la zona abdominal está resultando efectiva hasta la fecha.

Cesión de Jonathan Toro

Por otra parte, el Huesca ha confirmado este viernes que cede al centrocampista Jonathan Toro al Varzim de la Segunda División de Portugal. El jugador hondureño de 21 años llegó este verano al equipo azugrana procedente del Gil Vicente, también de la categoría de plata del fútbol luso. Firmó por tres temporadas y en esta primera la entidad aragonesa, que le ha deseado mucha suerte públicamente, le presta para que pueda tener minutos.