"Llegaremos bien a la Liga"

Sastre cree que a la SD Huesca le vienen bien derrotas como la del Numancia "para mejorar"

Sastre, en pleno esfuerzo durante el entrenamiento de ayer en el Montearagón.
Sastre, en pleno esfuerzo durante el entrenamiento de ayer en el Montearagón.
Pablo Segura

Al tiempo que las previsiones meteorológicas anuncian subidas extraordinarias, el ritmo físico de los entrenamientos de la Sociedad Deportiva Huesca mengua con el mes de agosto en favor del balón y el trabajo táctico. Llega la fase que más agradecen los futbolistas y que inicia la cuenta atrás en que se convierten las jornadas hasta la competición oficial. Faltan 18 días para el debut en Ipurúa y el equipo azulgrana ya da pasos decisivos en su configuración para medirse a los más grandes.

Si la pelota cobra protagonismo, el talento ha de mostrarse con menos ataduras que en los amistosos de la semana pasada, dos derrotas ante Osasuna y Numancia empujadas por unas piernas demasiado pesadas. Y uno de los futbolistas con un mapa de la máxima categoría incrustado en el cerebro es el balear Lluís Sastre, quien ayer se refirió a ese cambio de paradigma en lo que queda de pretemporada.

"El otro día comentó el Profe (Juan Manuel Alfano, el preparador físico) que ya habíamos pasado lo más fuerte y trabajaremos más la táctica y con el balón para ir asimilando poco a poco los conceptos que quiere el míster", señaló en una conjunción de hechos que "las piernas agradecen. Llevamos casi un mes de pretemporada y hemos realizado muchos entrenamientos y de bastante carga".

Como sucedió el lunes con Jorge Pulido, el centrocampista es muy consciente de que hasta la fecha no se ha dado el nivel deseado en los amistosos y de que en la plantilla cunde el ánimo de que los últimos duelos con Eibar, Oviedo y Alavés sirvan para corregir esas malas sensaciones. El sábado aguardan los armeros en Tudela y espera "que se vayan viendo cosas y subamos un poco el nivel. Las pretemporadas están para esto, para ir cogiendo ideas, los conceptos y pulir las cosas".

A juicio de Sastre, la dirección deportiva lleva a cabo los pasos necesarios para dar el salto a la élite con posibilidades de éxito: "Se está haciendo un buen equipo, seguramente aún faltan algunos fichajes. Creo que, al menos, vamos a competir todos los partidos y daremos guerra". Ni siquiera un calendario con tres compromisos seguidos a domicilio para empezar, Eibar, Athletic y Barcelona, intimida al centrocampista: "Creo que llegaremos bien. Aún quedan tres semanas para empezar y el equipo se está entrenando bien. Intentaremos rascar el máximo de puntos posibles en estos tres choques fuera de casa y luego trataremos de hacernos fuertes en El Alcoraz".

Ante el Eibar se va a dar un doble cruce, amistoso y oficial, en un espacio de 15 días. En el primero de ellos, el Huesca quiere dar una imagen radicalmente distinta a la del Numancia. "Esperamos que se vea al equipo competir, que es lo que nos faltó el otro día. Creo que ahora nos vienen bien estas cosas para que nos metan el dedo en el ojo e intentemos hacer las cosas mejor", añadía Lluís Sastre.

Ahora le aguarda, con la llegada de Musto y el concurso de Aguilera, Melero, Moi Gómez o Eugeni, "mucha competencia en todos los puestos, está claro que cada año es más complicado. El nivel de los jugadores sube y llega gente nueva. Habrá que trabajar fuerte en los entrenamientos para intentar ganarse un sitio". De momento, el futbolista trata de asumir los postulados de Leo Franco, que pasan por "la circulación de balón, que cortemos sobre todo los pases interiores y estemos juntos, que los mediapuntas rivales no nos cojan la espalda… Es lo que intentamos trabajar en los entrenamientos para ir cogiéndolo poco a poco".

Tanto Eibar como Oviedo y Alavés, en la concentración que se llevará a cabo en Vitoria entre los días 8 y 12 de agosto, supondrán otros exámenes que presentarán la dificultad extra de la cercanía de la Liga, con lo que el margen para corregir problemas se estrechará.

En el vestuario azulgrana son muy conscientes de que, después de haber recogido el premio al esfuerzo y las cosas bien hechas que supuso el salto a la máxima categoría, tocará remangarse en un año complicado en el que se parte dentro del grupo de clubes que sudarán para lograr la permanencia. Sastre también lo tiene claro, aunque con un matiz: "Seguro que es una temporada dura, eso ya lo sabemos desde el día que ascendimos en Lugo. Será difícil y tendremos que trabajar mucho, pero no tenemos la presión de otros equipos y sabemos que esto es un premio por el trabajo del año pasado. Por ganas e intensidad no nos va a ganar nadie".

El balear se encuentra muy satisfecho con el nivel que están ofreciendo "todos los compañeros, que han venido a aportar su granito de arena". Deberá abrirse camino en la pizarra del entrenador argentino como lo hizo en la de Rubi, con el que la temporada pasada tomó parte en 37 partidos del campeonato, 30 de ellos como titular. "Rubi quería sacar el balón jugado desde atrás con el portero y este año, sobre todo, intentaremos jugar más directos para tocar a partir de las segundas acciones", concluyó el de Binissalem.

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