En busca del equilibrio salvador

La SD Huesca persigue la combinación entre fortaleza defensiva y acierto goleador para lograr la permanencia en Primera

Varios futbolistas del Huesca, durante el entrenamiento matinal de ayer.
Varios futbolistas del Huesca, durante el entrenamiento matinal de ayer.
Pablo Segura

La fórmula mágica que persiguen todos los equipos que comparten el anhelo de la permanencia en Primera División es tan fácil de enunciar como difícil de obtener: fortaleza defensiva y acierto ofensivo. Dos aspectos basados tanto en el esquema de juego por el que opta el entrenador como por el rendimiento que muestran los futbolistas. La Sociedad Deportiva Huesca se estrenará dentro de 22 días en Primera División con el afán de encontrar el equilibrio que acerque el objetivo y puede tomar nota de otros conjuntos que en condiciones similares lograron salir adelante.

En los últimos días han atendido a los medios de comunicación varios defensas y los dos porteros azulgranas. Todos ellos han visto de cerca la máxima categoría y pueden articular opiniones contrastadas y con un valor real. Así, Pablo Insua se refirió durante su presentación a que será vital que el Huesca conforme un bloque fuerte en el aspecto defensivo puesto que "los equipos que encajan goles por debajo de la media se salvan".

Lo sabe bien tras sus experiencias, amargas y dulces, con el Deportivo de La Coruña y el Leganés. Su estreno en la máxima categoría en el ejercicio 2012-13 con el conjunto gallego se saldó con un descenso a Segunda División provocado entre otros factores por sus pobres números en defensa. Aquel Dépor fue el segundo equipo más goleado con 70 dianas y solo por detrás del Mallorca (72), que también perdió la categoría. De nada les sirvió contar como referente ofensivo con Riki (13 goles).

Insua continuó en la plantilla, regresó a la elite y en la temporada 2014-15 los blanquiazules se salvaron pese a que solo marcaron 35 tantos. Por contra, recibieron 60, menos que la gran mayoría de sus rivales directos por la permanencia. Insua y Luisinho compartieron aquel vestuario antes de que el primero se marchase cedido al Leganés.

En el curso 15-16 obtuvo un nuevo ascenso a Primera con los pepineros. Dos campañas en la mejor liga del mundo han servido al Leganés para ubicarse como un equipo fiable en el aspecto defensivo del que el Huesca puede tomar buena nota. En la 2016-17 se salvó en buena medida gracias a un extraordinario bagaje: fue el undécimo equipo menos goleado (55), lo que le sirvió para compensar un saldo atacante discreto.

El curso pasado, más tranquilo, los madrileños volvieron a acumular un rendimiento llamativo en defensa con 51 goles recibidos. Si un año antes habían marcado 36 dianas, este lograron 34. Solo los descendidos Las Palmas y Málaga tuvieron menos pegada, pero el cuadro entrenado por Asier Garitano logró asentarse en Primera División sacando el máximo rendimiento posible a su fuerza como bloque.

El Girona y el Eibar son otros de los equipos que pueden servir de modelos a la Sociedad Deportiva Huesca. Los catalanes se han sujetado en su experiencia de la 2017-18 tanto a la excelencia defensiva, pues tampoco rebasaron la barrera de los 60, como sobre todo en el gol encarnado en el delantero uruguayo Christian Stuani, sobresaliente fichaje y autor de 21 tantos.

El Eibar acumula hasta la fecha cuatro participaciones en la Liga y en la primer evitó el regreso a Segunda gracias al descenso administrativo del Elche. Aún así, comenzó a fraguar su leyenda de equipo incómodo. Recibió 55 goles; la temporada siguiente fueron 61 mientras Borja Bastón anotaba 18; en la 16-17, 51 goles en contra y en la 17-18, 50. Los equipos que han perdido la categoría han encajado, de promedio, más de 60 dianas en una Liga que suele castigar a los clubes que presentan un balance desnivelado entre la defensa y el ataque.

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