Cucho también quiere brillar en Primera

El delantero colombiano se muestra feliz de "estar con los mejores futbolistas del mundo siendo tan joven"

El jugador colombiano, durante el entrenamiento de esta mañana en el Pirámide.
El jugador colombiano, durante el entrenamiento de esta mañana en el Pirámide.
Rafael Gobantes

Juan Camilo Hernández Suárez dejó de ser un niño cuando alguien le puso el apodo de ‘Cucho’, que en su Colombia natal alude a una persona anciana. Despectivo o no, con este mote creció como futbolista y dio el salto a la Sociedad Deportiva Huesca, un club debía ser campo base en su ascensión a la elite y en donde se ha terminado quedando para convertirse en un referente en Primera División. El delantero se entrena desde el jueves con sus compañeros para progresar en la liga más exigente del mundo. Un reto que afronta con la misma sonrisa con la que hace un año se presentó en la ciudad que ahora le idolatra.

A los 19 años conserva intacta la ambición y sigue proyectando esa imagen de confianza en sí mismo, de que todo va a salir bien. Cucho Hernández marcó 16 goles y dio seis asistencias el año pasado, y tanto el club que posee sus derechos, el Watford inglés, como el propio Huesca convinieron en que lo mejor para todas las partes era que el colombiano se vistiese de azulgrana un año más mientras sueña con el amarillo del combinado nacional cafetera y pone su mente en la disputa de la Copa América 2019 que se diputará en Brasil. Su límite siempre ha sido el cielo.

El trabajo físico de las tres primeras sesiones ha convertido las vacaciones en nostalgia de un tiempo mejor y se impone el trabajo duro, ese peaje de la pretemporada que el delantero afronta con la misma buena cara que cuando se reencontró con los amigos de toda la vida en su Pereira natal: “Vuelvo al trabajo con la mayor ilusión, queriendo trabajar y aportar el 100 % para todo lo bonito que viene”. El ascenso a Primera dejó expedito el camino hacia su continuidad con una hoja de ruta muy clara. “Si ascendía con el Huesca había muchísimas posibilidades de que me quedara. El proyecto era estar al comienzo con el Huesca y buscar después un equipo en Primera, pero salió todo redondo”, ha explicado esta mañana.

Ahora afronta el reto “con la mayor responsabilidad, son palabras mayores y hay que trabajar el doble para estar a la altura”. El colombiano estrechará la mano y se medirá con los mejores atacantes del planeta, “no solo Messi, también Griezmann, Bacca… Es un honor para mí estar tan cerca de estos jugadores. Aprenderé mucho y a la vez serán competencia. Trabajaré mucho”. Uno de los estímulos de la temporada residirá en comprobar cómo gestiona lo aprendido en Segunda División ante compañeros y oponentes ante los que no se siente menor: “Hay más grandes figuras y no descarto estar presente, es el doble o triple de difícil, pero tengo mucha confianza en que voy a hacer una buena campaña”.

A su vez, Cucho entrará en fricción con defensores que prometen tardes de papel de lija: “Será muy difícil: te leen mejor los movimientos, poseen mucha más fuerza y velocidad, van más arriba… Tengo que trabajar el doble para lograr incomodarlos y hacer un buen trabajo en cada partido”. No es Cucho de los que se asustan al primer empujón. Al contrario, la ilusión derriba miedos y prejuicios: “Ni en mis mejores sueños esperaba estar tan joven con los mejores del mundo. Deseo aprovechar la oportunidad, asimilarlo y trabajar con mucha humildad”.

El colombiano define los primeros días al lado de Leo Franco y su cuerpo técnico con una palabra común, “compromiso”, que engloba a jugadores y preparadores. Sin un vocablo preciso dejó a Cucho el papel de la afición azulgrana la temporada pasada, así que no juzga necesario aportarles ni una coma a lo que ya saben: “No hay que lanzar mensajes a la afición. En Segunda nos acompañaron siempre y ahora en Primera vivimos todos un sueño y sobra decir que nos van a acompañar toda la temporada”.

La competencia en el vestuario con las llegadas de Miramón, Luisinho, Eugeni y, sobre todo, Longo es “muy sana, somos compañeros. El secreto del año pasado fue que formamos una familia dentro y fuera del campo, y este no va a ser diferente. Al que le toque jugar, el compañero le estará deseando lo mejor. Yo trabajaré para ganarme el puesto”. Un objetivo para ayudar al Huesca e ir ingresando en los planes de la selección colombiana absoluta, en pleno recambio generacional tras el Mundial de Rusia y con Cucho como futura incorporación si se cumplen los plazos que el propio futbolista tiene en cuenta: “Me veo muy rápido en la selección, para llegar a la Copa América. Trabajaré con calma. En el Mundial merecíamos más y esperábamos llegar a las semifinales, pero las tandas de penaltis son así”.

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