El ascenso del Huesca
Huesca se vistió este lunes de azulgrana para celebrar el ascenso a Primera, un sueño de una ciudad de 52.000 habitantes que nunca ha llegado tan lejos... en fútbol. Esta gesta de un equipo pequeño, la Sociedad Deportiva Huesca, que nació en 1960, va a suponer una revolución económica para un municipio y una provincia que ha utilizado el aeropuerto de Monflorite, tan olvidado casi como innecesario, para llevar a 400 aficionados a Lugo en dos aviones en un vuelo histórico. La próxima temporada se encontrará con el Eibar, el equipo guipuzcoano que representa a la ciudad más pequeña de Primera con 27.000 habitantes, como cuando les tocó con ellos en la eliminatoria histórica de 1964-65 para subir de Tercera a Segunda y cayeron con honor ante aquel equipo donde jugaba Gárate, el delantero mítico que brilló en el Atlético de Madrid. Si el Eibar tardó en llegar a Primera 75 años y permanece, la SD Huesca cumplirá 58 desde su fundación en 1960 y la heroicidad es paralela a los vascos.
Lo mejor de la hazaña futbolística que alcanza a Huesca es que la ciudad, que ya disfrutó estar una década en la ACB de baloncesto con el Peñas y el Magia (de 1983-84 a 1995-96 con un año descendido), va a vivir una auténtica revolución económica y social, que va mucho más allá de recibir al Real Madrid y al Barça. Una pequeña ciudad que presume de tres restaurantes con una estrella (Lilas Pastia, Las Torres y Tatau Bistro) tendrá que multiplicar las plazas hosteleras para acoger a los aficionados de los equipos de Primera porque hoy tiene 1.079 camas y se llenan con un concurso de jotas.
El ascenso mítico de la SD Huesca coincidirá con el despliegue del cuartel general de la División Castillejos en el Sancho Ramírez con 700 militares que se instalarán en 2019-2020. El negocio de los pisos en la capital oscense se mueve y el fútbol puede multiplicar las inversores y hasta de trenes AVE (ahora uno de ida y otro de vuelta a Madrid). Deseo que al SD Huesca se sume el Real Zaragoza en Primera para que Aragón vuelva al mapa y nos saquen del pozo.
