Una "final" para el Huesca

El vestuario azulgrana plantea los tres puntos del jueves contra el Albacete como una obligación, después de siete semanas sin conseguir la victoria.

El Huesca entrenaba este martes en El Alcoraz.
El Huesca entrenaba este martes en El Alcoraz.
Rafael Gobantes

"Liberar la mente, seguir trabajando y dar la mejor versión de nosotros mismos", es la máxima que este martes planteó Jorge Pulido en la sala de prensa de El Alcoraz, a la hora de enumerar las claves para la reacción que debe protagonizar el Huesca tras siete jornadas sin ganar. Un punto de inflexión que esperan fijar este jueves frente al Albacete, cuando se disputará el encuentro aplazado hace dos semanas por el accidente de Pelayo Novo. "No hay excusas, no hay otra que ganar", decía el central oscense en nombre de todo el vestuario, donde tienen muy claro que los dos encuentros que esperan al equipo en estos cuatro días -el jueves contra el Albacete y el lunes contra el Barcelona B-, son vitales de cara a mantener sus aspiraciones de lucha por el ascenso directo, y no dudan en calificarlos como auténticas finales, pese a que todavía resten ocho jornadas por disputarse antes del desenlace.

"Solo tenemos que pensar en estos dos encuentros que tenemos en casa, empezando por el de Albacete, ya que aquí, quitando contra el Sporting, siempre hemos sido superiores. Hay que salir como si fuera una batalla y que no se nos escape", añadió el central azulgrana.

Porque de alcanzar la victoria en su estadio, el Huesca no solo se igualaría con el resto de conjuntos en encuentros disputados, sino que empataría a 61 puntos con Sporting de Gijón y Rayo Vallecano, que actualmente ocupan la cabeza de la clasificación, siendo primero y segundo, respectivamente. Precisamente atendió a ese aspecto Jorge Pulido durante su comparecencia tras el entrenamiento. "Si ganamos, seguimos estando arriba. Está claro que teníamos una ventaja muy bonita, pero cualquiera hubiera firmado estar así", explicaba el defensa, en relación a esos once puntos de renta que ha dilapidado el conjunto en las últimas semanas.

Por todo ello, el encuentro contra el Albacete puede tener la clave como impulso de cara al momento decisivo de la campaña, tanto en el plano meramente numérico, al permitirle seguir empatado con los líderes, como en el plano de las sensaciones y la moral del vestuario. "Evidentemente que estamos fastidiados por no haber logrado la victoria el otro día. Cuando la consigamos, volverá todo a la normalidad", decía el central al respecto, apelando a la tranquilidad y repitiendo la frase "no hay excusa" en repetidas ocasiones en su comparecencia. Ponía así voz Pulido al sentir del vestuario azulgrana, del que se desprende la rabia por ver que no salen las cosas y los puntos no llegan, junto con las ganas y la premura por revertir cuanto antes la situación.

"Hay que seguir trabajando, nada más. Si nos paramos a pensar, igual sí que es verdad que esa pizca de suerte que teníamos antes se está volviendo en contra, porque contra el Sporting te llegan una vez, y te hacen gol y luego tú nada. O los otros palos, e incluso los rechaces del otro día. Pero no hay excusas. No hay otra", insistía el jugador del Huesca.

Pulido estará frente al Albacete

Tampoco quiso escudarse Pulido en el desgaste físico de disputar dos encuentros tan importantes con tan pocos días de descanso. "Al jugador siempre se le exige estar bien. Te da menos tiempo a recuperar de los posibles golpes y cargas del partido, pero somos una plantilla muy amplia, y el que no esté siempre hemos dicho que solo tiene que avisar", valoró. En su caso, sí estará a punto para el partido en El Alcoraz, después de que jugara los últimos diez minutos contra el Real Zaragoza con una ostensible cojera, aunque permaneció en el terreno de juego al haberse hecho ya los tres cambios. "Fue un balón que le saqué a Borja Iglesias, y finalmente me da a mi en el gemelo. Me dejó un poco renqueante los últimos diez minutos, pero he trabajado con los fisios y he podido entrenar normal".

No obstante y atendiendo a que se trata de dos partidos en apenas cuatro días, se presume que Rubi podría introducir cambios en su pizarra para oxigenar algunas partes del campo. La recuperación de Álex Gallar le podría llevar a ser titular contra el Albacete. Además, el técnico dispone de diferentes variables para el centro del campo, donde el equipo ha podido perder algo de frescura. Pero Rubi, fiel a su estilo habitual, prefirió no dar pistas este martes en el entrenamiento que la lluvia obligó a trasladar al propio césped de El Alcoraz, y reservará el trabajo con el once para la sesión previa al encuentro, que se celebrará a puerta cerrada, a las 11.00 en el IES Pirámide.

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