Último intento por solucionar el ERE

Aunque no existe ningún dato objetivo y nuevo que haga pensar en una solución pactada a este conflicto laboral, los trabajadores fijos discontinuos del Real Zaragoza aún mantienen la esperanza de que esta tarde se produzca un giro radical y sorprendente, por alguna causa que ahora mismo nadie precisa porque acaso a estas alturas ni siquiera se ha contemplado.

«No sé qué va a pasar mañana (por hoy) -explica Ignacio Guerrero, presidente del comité de empresa del Real Zaragoza-; pero nuestra voluntad sigue siendo la de negociar, hasta el último momento. Vamos a ver qué sucede. Quizá ocurra alguna cosa que ahora no contemplamos».

Las dos partes, club y trabajadores, se han citado para las 18.00 horas, en un nuevo encuentro de la larga serie del periodo de consultas del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que quiere aplicar la nueva propiedad de la entidad para el personal no deportivo.

Un poco antes, los trabajadores afectados por estas medidas tienen previsto concentrarse ante la sede del club, en un acto que el comité de empresa interpreta en un doble sentido.

Por una parte -señala Ignacio Guerrero-, «como apoyo a la negociación» y por otra «quizá como despedida» de la ocupación que han venido desempeñando (la mayoría como porteros de la Romareda) y del club. En este contexto, los representantes de los trabajadores del Real Zaragoza presentaron ayer ante la Inspección de Trabajo una convocatoria de huelga indefinida, después de la que ya ejercieron el pasado domingo y que obligó a trasladar el partido entre el Real Zaragoza y el Club Deportivo Tenerife a la noche del lunes.

Ángel Moreno, abogado del Real Zaragoza en este conflicto, se mostró ayer muy cauto acerca de las posibilidades de alcanzar un acuerdo de última hora. «Vamos a celebrar un nuevo encuentro mañana (por hoy) y el próximo viernes también nos veremos en la sede del Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) tras la convocatoria de la huelga indefinida; pero entiendo que el terreno que compartimos una y otra parte es demasiado estrecho».

El Real Zaragoza quiere externalizar el trabajo del personal no deportivo, a través de la contratación de empresas de ‘outsourcing’, mientras que el comité de empresa del club tiene objetivos muy diferentes: negociar en términos más convencionales, mediante ajustes de gasto y personal.