Setién: "En segunda también se puede jugar buen fútbol"

El técnico de Segunda más longevo en el cargo (sexta temporada) lidera la revolución del CD Lugo

Quique Setién también ha encontrado el fútbol en los banquillos.
Setién: "En segunda también se puede jugar buen fútbol"
J.M.M.

Al Lugo hay que verlo despacio y con calma: en un universo de pelotas mordidas y falanges de gladiadores como la Segunda División representa una luz de fútbol bien digerido y cuidado. El artífice es Quique Setién (Santander, 1958), el entrenador de la categoría que más tiempo acumula en el mismo banquillo (sexta campaña). Aquel centrocampista de fina zancada, regate invisible, ex de Racing,Atlético y Logroñés, y tan estiloso que parecía un oasis en su generación vive un idilío con Lugo y el Lugo. 


Cumple su sexto año en Lugo. A la velocidad y entre las prisas en las que ahora vive el fútbol, ese tiempo se antoja una eternidad. ¿Cuál es la fórmula?

Siempre se han dado las circunstancias concretas que te hacen saber que has encontrado el sitio. Ocurre cuando se hacen las cosas con seriedad y estás a gusto. A veces, el nombre de un club nos es lo que más nos llama la atención. Pero el Lugo es un equipo que, dentro de su humildad, es muy serio. Eso concuerda con mi forma de entender el fútbol y la vida. 


¿El Lugo es un equipo de autor?

Tampoco tanto. El club ya funcionaba antes de que yo llegara. Hace mucho tiempo que aquí se hacen las cosas bien, desde hace unos diez años que empieza de cero. Llegué y el Lugo llevaba buena dirección. La gente que maneja el club es seria y tiene las ideas muy claras. Yo no he aportado gran cosa en ese sentido. Sí lo he hecho en el tema deportivo: marcar unas ideas, unas pautas de juego... Todo eso es cierto que se ha mantenido. Las categorías base intentan jugar como el primer equipo. Las ideas son muy claras y espero que se mantengan si algún día me voy.


Eso también es una buena recompensa para un entrenador: forjar una cultura de club. 

Sí. No por autoestima ni nada de eso. No soy vanidoso. Pero sería importante. Aquí se ha realizado un trabajo en el que ha participado mucha gente y que sentimos como nuestro. 


¿Quién es su referente?

Las ideas de Cruyff. Yo no he inventado nada, todo lo he copiado. Trato de matizar, adaptar funciones de los jugadores, pero las ideas básicas son esas, el posicionamiento, la implicación de los centrales... Yo no tengo capacidad para inventar desgraciadamente.


Fue un futbolista de personalidad muy frontal. ¿La conserva como entrenador o hay que tener algo más de mano izquierda?

Es la misma. No queda otra si quieres controlar un vestuario y convivir con 25 jugadores. Me gusta ser claro con ms jugadores. Así quería que me trataran y así trato a los míos. No miento nunca. No prometo nada y exijo trabajo, compromiso con el club que paga y honradez. 


Viajemos a los ochenta. Quique Setién era un futbolista técnico, diferente en la época, creativo y con la pelota en propiedad... ¿Ese jugador se identificaría con el Quique Setién entrenador?

Totalmente. Por supuesto. Siempre me quejaba de los técnicos que no proponían juego. Yo respeto a todos los entrenadores e ideas, porque todas valen. De futbolista, me gustaba el contacto con el balón y mis condiciones agradecían siempre a los entrenadores que se identificaban con combinar, con progresar el juego, con no rifarla... Ahora trato de hacerlo yo. Sé que los jugadores están más a gusto cuando se trabaja en esa línea. Yo al menos así lo entendía. 


El estilo del Lugo es atractivo y a la vez eficiente en defensa... ¿Cómo lo conjuga?

Sí, el año pasado fuimos el segundo equipo menos goleado. El anterior, parecido. Asumimos riesgos con el balón que nos dan más beneficios que perjuicios. Nos defendemos con la pelota. Y si no la tenemos, ya sea por que el rival es mejor, todos la buscamos recuperar. Tener el balón no implica jugar mejor. Hay que marcar. En equipos como el nuestro, eso no es fácil. Está muy complicado encontrar el camino del go. Puedes tenerla, sacarla desde atrás, forzar al contrario a correr... pero hay equipos que se defienden bien, acumulan gente en su área, y penetrar no es sencillo. Ahí es cuando es necesaria la velocidad y la imaginación. Y eso se tiene o no se tiene. 


Hay quienes sostienen que la Segunda es un escenario limitado al fútbol directo, a la disputa, a la segunda jugada... Víctor Muñoz, por ejemplo, suele apuntarlo. ¿El Lugo desmitifica esto? ¿Es posible hacer buen fútbol en la categoría?

Por supuesto. Sé que no es la idea predominante. Quien puede lo intenta, nadie renuncia a la pelota. Hay equipos que jugamos así. Para ello ha que crear los mecanismos adecuados y convencer a los jugadores de que se puede jugar de otra manera. Pero hay que proponerlo de verdad. Si uno no está convencido, difícilmente lo estarán los jugadores. Cuando llegué a Lugo me decían que en Segunda B no podíamos jugar al fútbol de posesión. La realidad fue que jugamos extraordinariamente y ascendimos con ese estilo. 


Ha seguido muy de cerca estos tres años la evolución de la Segunda División. ¿Están desapareciendo las clases con la nueva regulación de la LFP?

Sí. Todo tiende a la igualdad. Equipos con mucho nombre como Zaragoza, Osasuna y Mallorca se las ven y se las desean para sacar un partido adelanta. Hasta el más humilde te hace ahora un descosido. La realidad es esa. Está bien porque a los pobres y humildes como nosotros se nos permite tener momento de gloria y decirle al mundo que el dinero y el nombre no lo es todo. 


¿Cómo recuerda al Zaragoza de los años 80? 

Siempre tuvo equipos fuertes. Respeto mucho a ese club. Estaba un escalón inferior a Barcelona, Madrid o Atlético, pero tenían formidables jugadores. Zaragoza era un lugar complicado para sacar puntos. 


¿Cómo lo analiza ahora? ¿Es candidato al ascenso?

El Zaragoza mantiene el nombre. Eso se queda grabado. Pero su realidad competitiva es distinta. La Segunda División no es su sitio. Sé que ha vivido situaciones tensas y ha podido desaparecer. Aún es pronto para apreciarle una línea clara de rendimiento. Ha ganado los tres últimos partidos, aunque alguno lo ha podido perder. Es una realidad común para muchos clubes. No le veo aún la solvencia necesaria para decir que estará arriba. Hay siete o nueve equipos semejantes. Hace cosas muy buenas, pero le falta continuidad. Creo que es pronto aún. 


Es contemporáneo de Víctor Muñoz. Compartieron selección, Mundial de México 86....

¡Y selección de fútbol playa! Lo conozco bien...


Pero eran muy distintos. ¿No había más jugadores de la raza de Víctor Muñoz que de la de Quique Setién?

También los había de mi estilo. Ocurre que ahora sí que la selección se identifica más con el tipo de futbolista que era yo. Pero sí... Víctor y to éramos diferente. También lo somos como entrenadores. Al menos, en cuanto a propuesta. Víctor es un hombre tremendamente preparado. Pienso que es el entrenador idóneo para recuperar la identidad y el pasado del Zaragoza. Ojalá lo consiga. Eso sí, excepto cuando juegue contra el Lugo.