El peligro del colista

El Real Zaragoza recibe en La Romareda (18.15) al último clasificado, el Mallorca, con la lección aprendida y el objetivo de lograr la tercera victoria.

Los jugadores del Real Zaragoza preparan el partido del Mallorca
El peligro del colista
O. Duch

Como advierten Víctor Muñoz y la propia experiencia, en esta Segunda hasta el colista te puede hacer un buen roto. No sería la primera vez que le pasa al Real Zaragoza, que hace unas semanas no fue capaz de ganar en La Romareda al Sabadell, que llegaba en la última plaza, y la pasada campaña también sufrió algún sonado tropiezo contra equipos que tenían más peligro sobre el césped que sobre la tabla clasificatoria.


En este caso, la amenaza del colista es todavía mayor. Primero, porque el que llega con ese engañoso título -y más a estas alturas- es el Mallorca, otro conjunto que suena más a Primera que a esta división de plata. Segundo, porque todavía no ha sumado ninguna victoria en las primeras seis jornadas, y en muchas ocasiones estas primeras urgencias se convierten en una mayor competitividad.


Bien es cierto que los baleares llegan en una situación extraña, con numerosos problemas institucionales y con su entrenador, el exfutbolista Valeri Karpin, cuestionado y jugándose el puesto en La Romareda. Además, el Mallorca llega a Zaragoza con solo dos puntos y como el conjunto más goleado de toda la Segunda División -17 encajados en seis partidos-, aunque bien es cierto que también es uno de los equipos que más marca.


Sin embargo, al entrenador ruso le preocupa este primer aspecto, sobre todo por las consecuencias morales de cada gol recibido. "Después de un gol el equipo se desorganiza, se derrumba", reconoce Karpin, quien atribuye este problema a “un aspecto psicológico más que técnico o táctico”.


Con los puntos débiles del Mallorca al descubierto, el Real Zaragoza tratará de aprovecharse de la debilidad mental de los baleares para llevarse la tercera victoria, que confirmaría la trayectoria ascendente del Real Zaragoza y permitiría a los blanquillos acercarse a la zona alta de la clasificación. Sin embargo, Víctor Muñoz no se fía y advierte de que bajo la piel de cordero se esconde un lobo. "Para mí, el Mallorca es un falso colista", asegura el entrenador, que cree que el duelo "será un partido difícil, porque ellos son un equipo de entidad, de los aspirantes a estar arriba a final de temporada, aunque ahora estén teniendo problemas".

Pocos cambios o ninguno


Para evitar sorpresas desagradables, Víctor Muñoz podría apostar por el mismo once inicial -o, al menos, muy similar- que ganó el pasado fin de semana (0-1) en Llagostera. La única duda parece la del jugador que acompañará a Mario en el centro de la defensa, ya que Vallejo y Rubén se juegan un solo puesto. Es probable que el técnico zaragozano mantenga al veterano futbolista, que jugó el último partido por los problemas musculares del canterano, aunque el buen nivel mostrado por Vallejo antes de lesionarse tampoco convierten en utópica la posibilidad de que recupere la titularidad.


El resto del equipo, salvo problemas de última hora o ataques creativos de Víctor Muñoz, se mantendrá como en el último partido: Whalley en la portería; Fernández, Mario, Rubén o Vallejo y Cabrera en defensa; Dorca y Galarreta en el medio; Álamo y Eldin en bandas; y Willian José y Borja Bastón en punta.


Con la solidez defensiva aparentemente lograda, Víctor Muñoz pretende ahora mejorar los registros ofensivos del Real Zaragoza, que tan solo ha marcado cinco goles, tres de ellos de Borja Bastón. De hecho, esta semana el técnico ha trabajado la puntería como arma para cerrar los partidos, ya que las dos únicas victorias del conjunto blanquillo han sido por dos ajustados 1-0 y 0-1.