Los años Magníficos

Se cumplen 50 años de la primera alineación de la delantera de los Magníficos: Canario, Santos, Marcelino, Villa y Lapetra.

Delantera de los Magníficos
Los años Magníficos

Se acaban de cumplir 50 años. Ramallets, entonces entrenador del Real Zaragoza, decidió alinear un 22 de abril de 1964 una delantera novedosa en el partido de ida de las semifinales de la Copa de Ferias, en Lieja. Ya antes, la formación blanquilla había dejado en el camino al Iraklis de Salónica, al Lausana y a la Juventus. El Real Zaragoza formó con Cardoso, Cortizo, Pepín, Reija, Isasi, Pais, Canario, Santos, Marcelino, Villa y Lapetra. Aquella delantera que se estrenaba en Lieja se convertiría en una vanguardia de ensueño, en la referencia del equipo de los Magníficos, uno de los que más glorias ha dado al Real Zaragoza.


“Fue la primera vez que jugaba Santos –relata Juan Manuel Villa, uno de los Magníficos-. Mi recuerdo de aquellos tiempos es muy bueno. Éramos muy jóvenes y disfrutábamos del fútbol”. En aquel partido, el cuadro aragonés perdió por 1-0. El belga Wegria lanzó una falta que rebotó en Villa y se introdujo en la portería de Cardoso. Pero ese Real Zaragoza remontó en la vuelta y se ganó un hueco en la final de Barcelona.


“Acabábamos de ganar con la selección española la Eurocopa a Rusia -indica Villa- y los internacionales (Marcelino, Lapetra, Reija y el propio Villa) llegamos con el tiempo justo. Jugamos un partido muy bonito y marcamos Marcelino y yo para ganar al Valencia”. Era el primer título de un equipo fantástico.


Para entonces, se había hecho cargo de la formación el que había sido director deportivo, Luis Belló. El Real Zaragoza había prescindido de los servicios de Ramallets y tomó el mando “el que estaba más a mano”. “Luis Belló era una persona entrañable, que había sido un gran futbolista y tenía una gran visión de juego”. Apenas estuvo dos meses al frente del equipo y en ese tiempo, el Real Zaragoza conquistó dos títulos. Porque a la Copa de Ferias sumó, apenas un mes después, la Copa del Generalísimo: “Guardo un recuerdo maravilloso. Era la primera vez que íbamos a jugar un título de categoría nacional y las impresiones eran muy buenas. Jugamos un partidazo y marcamos Lapetra y yo. Habíamos pasado de la nada al todo”.


Era un 5 de julio de 1964, en el estadio Santiago Bernabéu. El Real Zaragoza formó con Yarza, Cortizo, Santamaría, Reija, Isasi, Pepín, Canario, Santos, Marcelino, Villa y Lapetra. Lapetra marcó el 1-0 en el minuto 20; Villa selló el 2-0, tras una cesión de Marcelino; y Cardona, en el 73, hizo el 2-1 para el Atlético de Madrid.


“Era muy difícil mantener muchos años un equipo como ése. Y aguantamos bastante. El Real Zaragoza jugaba como los ángeles –se entretiene Juan Manuel Villa-, casi por telepatía. Y, además, en el terreno personal, nos llevábamos muy bien. En lo futbolístico, hablábamos el mismo idioma, estábamos compenetrados”.


Se recrea el genial delantero en la misma idea, en su concepción de lo que tenían que hacer sobre el terreno de juego: “Veíamos el fútbol de la misma manera, nos entendíamos con los ojos cerrados”.


Eran otros tiempos, aquellos maravillosos años, medio siglo atrás: los años Magníficos.


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