Ya estamos en la ocho jornadas definitivas de la liga de Segunda División. Se ve al fondo de la recta la meta. El esprint final tiene incrustado al Real Zaragoza en el pelotón de cola, lejos de donde planificó la SAD, de donde soñó y deseó la afición el pasado verano.

Tras los marcadores de las tres últimas fechas, donde los peores del torneo durante media competición -Villarreal B, Amorebieta, Andorra, Alcorcón…- han espabilado de modo extraordinario a base de victorias a mansalva, se ha conformado un grupeto de 10 equipos que se debaten entre el pavor, las llamas del infierno, el paseo por la cornisa del precipicio y los vértigos por acabar cayendo al pozo irreversible del descenso a Primera RFEF, la categoría inferior. De esos 10, serán cuatro los damnificados sin remedio el día 2 de junio. Todos ellos quieren ser uno de los seis que salven el pellejo ‘in extremis’.

Los cuatro que ahora están en las plazas rojas, las mortales, son el Villarreal B, colista con 33 puntos; el Albacete, penúltimo, también con 33; el Amorebieta, antepenúltimo con 34; y el Andorra, cuarto por la cola con 35. Este marca, pues, el ras de puntuación del tenebroso descenso.

Y por delante, demasiado cerca de ese montacargas de la muerte, evolucionan con diferentes síntomas de mareos, malestar general, fiebre y pequeñas venas varicosas el Alcorcón, frontera con la vida (18º, con 37 puntos); el Mirandés, 17º con los mismos 37 sumados; el Cartagena 16º con 39; el Real Zaragoza, 15º con 41; el Huesca, 14º con 42; y el Eldense, 13 y también con 42.

Esta es la decena de afectados, a fecha de hoy, por las amenazas de catástrofe. Cada uno, evidentemente, en su medida. El siguiente, si se continúa remontando la tabla, es el Tenerife, 12º, que se ha ido ya a los 45 puntos. Muy improbable que pueda ser alcanzado por algún tsunami de última hora de tantos equipos como tiene por detrás. Por no citar al anterior, el Burgos, que es el 11º con 50 y que, en el giro total de la bisagra de la clasificación, pese a estar tan abajo puntualmente, pelea de lleno por el ascenso (esa cota le da para estar a tres puntos apenas de la promoción). Porque tanta igualdad hay por abajo como existe entre los 10 primeros en pos de un sitio en Primera División el año venidero.

Doce choques incandescentes

En estas ocho jornadas restantes, en el paquete de los últimos 24 puntos a disputar por todos para escriturar su posición final entre los 22 miembros de la división de plata, se van a dar 12 duelos directos entre estos implicados por salvarse del descenso. Todo, claro está, analizado en este momento del calendario. Es posible que con el paso de tres, cuatro o cinco jornadas, algunos de los hoy implicados ya no lo estén porque hayan sumado los suficientes puntos como para abrir brecha decisiva con el hoyo funerario.

El que más partidos entre iguales tiene ante sí es el Albacete, con cinco (de ocho, recordemos). Le siguen con tres cada uno el Villarreal B y el Alcorcón. Lo más extendido en este abanico de aspirantes a sufrir es la previsión de jugar dos partidos de este tenor incandescente por la zona baja: así les sucede al Amorebieta, el Mirandés, el Cartagena, el Real Zaragoza, el Huesca y el Eldense. Y, finalmente, el que menos ‘finales’ directas con sus gemelos de clasificación tiene programadas en lo que resta de calendario es el Andorra, con un solo partido.

Son 12 partidos de los 88 que, globalmente, le faltan a la liga 23-24. No son muchos, apenas el 13,5%. Otras campañas, en situaciones similares, han sido más decisivos estos cruces en el sótano de la tabla. Pero, aun así, esta docena de coincidencias apunta a tener una gran relevancia para definir qué cuatro se irán al agujero y que seis eludirán el caos.

El Albacete, hoy penúltimo a 4 puntos de la línea de salvación, tiene la llave de infinidad de variables y combinatorias. Visitará al Eldense la semana que viene; repetirá viaje de alto voltaje dentro de cuatro jornadas, a Andorra; insistirá en partidos de este tenor dentro de seis capítulos, en el campo del Villarreal B, en la antepenúltima jornada; en la penúltima, como local, recibirá al Mirandés; y acabará la liga en La Romareda ante el Real Zaragoza. Por el bien del zaragocismo, ojalá que este partido no tenga inmersos a los dos rivales en lo que ahora mismo sí están.

Serán cinco partidos donde habrá puntos que vuelen al limbo y que alguno de los implicados no sumará, si no los dos (en caso de empates, resultado que siempre desperdicia un punto en el cómputo total respecto de cualquier victoria). Este ramillete de compromisos del Albacete tiende a ser clave para los que logren sacar la cabeza pronto en pos de la salvación, con el Eldense, el Huesca y el Real Zaragoza como mejores clasificados para huir del lío cuanto antes. Y ha de ser cuanto antes porque tres de esos cinco envites de los albaceteños se darán en las tres últimas jornadas. Es decir, al borde del ataque de nervios y ya con escasa cintura y margen de maniobra para quiénes vayan fallando.

Si se sigue tomando como eje referencial al Albacete, por ser el que más se va a medir a sus mellizos de clasificación, es fácil ver que los manchegos tienen la salvación a mano si logran sacar adelante esos 15 puntos cara a cara, pues alcanzaría así los 48. Una reacción de este tipo iría abollando la carrocería de los Eldense, Andorra o Villarreal B antes de llegar a las dos últimas jornadas. Estos, a su vez, se irán dejando puntos en la gatera en sus enfrentamientos con el Alcorcón, que vienen rápidamente. Los madrileños, en apenas 20 días, los próximos, se miden con el Villarreal B y el Eldense en su campo de Santo Domingo y viajan a Cartagena. De ahí pueden salir casi salvados o... ayudar a que sean otros los que los hundan y respiren mejor.

Son solo algunas pinceladas de la enorme importancia que van a tener estos enfrentamientos directos en lo poco que falta para concluir la liga. Los puntos valen igual ante cualquier adversario, cierto es. Pero en términos de repercusiones anejas y efectos secundarios, cuando ya todo se va a esclarecer con nitidez, estas peleas a muerte por todo lo bajo de la clasificación son culminantes.

Esparcidos por el calendario

Cronológicamente, eso sí, el capricho del calendario no apelotona esta docena de partidos claves en jornadas determinadas. Por el contrario, los esparce entre las ocho estaciones que faltan por dirimirse, con un máximo de dos el fin de semana que más se dan y con al menos uno cada jornada.

En esta jornada 35 ya en marcha solo se dará el Alcorcón-Villarreal B (el lunes). El próximo, habrá dos: el Eldense-Albacete y el Huesca-Real Zaragoza. Sí, el llamado derbi aragonés, por jugarse en estas fechas, entra dentro de los duelos directos por escapar de la quema, que aún puede alcanzar a ambos si no espabilan.

Obsérvese el programa en las jornadas finales adjunto a esta información. En estos partidos se esconden muchas llaves para la salvación de seis implicados y para el descenso de los cuatro que corresponda en junio.