Real Zaragoza: 14 partidos y un destino (el que sea)

El Real Zaragoza, sumido en su segunda crisis de resultados, identidad y solvencia de la temporada (la primera acabó en noviembre con el primer entrenador del proyecto, Fran Escribá), tiene ante sí los últimos 14 partidos de la larga liga de Segunda División, en el largo esprint final que cada año se libra entre marzo, abril y mayo (en este torneo 23-24 se pisará también el primer fin de semana de junio).

Van a ser 7 partidos en La Romareda y 7 fuera. Un programa equitativo, por lo tanto. El equipo que dirige entre dudas y severas críticas Julio Velázquez (se pidió ya su destitución el pasado sábado en el campo del Villarreal por los más de 2.400 zaragocistas allí desplazados) parte desde el puesto 13º en la clasificación, en la zona media-baja de la misma, con 37 puntos.

Está a 6 puntos de distancia de la primera plaza que tiene premio de promoción de ascenso a Primera División, la 6ª, que ostenta ahora el Racing de Ferrol con 43, igualado con el Sporting de Gijón. Y, en la otra orilla del cauce de navegación, se halla colocado a 7 puntos de los puestos de descenso a Primera RFEF, frontera letal sobre la que se asienta el Villarreal B, en el puesto 19º, con 30 puntos. Curiosamente, su rival de hace 72 horas, con el que empató 0-0.

Obviamente, de lo que el Real Zaragoza sea capaz de extraer de estos 42 puntos que faltan por dirimir dependerá su destino final. Situado hoy casi en el fiel de la balanza del escalafón de la Segunda División, la equidistancia al éxito o al desastre hace que quepa todo. Como, por supuesto, también que siga hasta el final donde está ahora, en tierra de nadie. Son, a grandes rasgos, las tres opciones de las que saldrá la definitiva. 

El libro de ruta en el próximo trimestre

Los 7 partidos en La Romareda

Como local, el Real Zaragoza recibirá en La Romareda a estos siete rivales: Amorebieta (ya este próximo domingo), Espanyol, Tenerife, Elche, Burgos, Racing de Ferrol y, en el último episodio liguero, al Albacete.

El perfil de estos adversarios, según las credenciales actualizadas en estos precisos momentos de final de febrero es dispar.

El Amorebieta es el colista (22º), con aires de desahuciado. El Espanyol es el 2º clasificado, en posición de ascenso directo. El Tenerife se mueve en el mismo hábitat que los zaragocistas, es 14º con los mismo puntos. El Elche es 5º, ocupa plaza de promoción. El Burgos se encuentra en el 9º escalón, a un solo punto de la citada promoción. El Racing de Ferrol es el 6º y lleva todo el tiempo en el vagón de privilegiados en la pelea por el ascenso. Y el Albacete es el 17º, solo con un punto de colchón sobre el descenso, en una temporada de sufrimientos máximos para los manchegos.

Los 7 desplazamientos fuera de casa

El Real Zaragoza deberá viajar en el próximo trimestre a los campos del Valladolid, Mirandés, Levante, Huesca, Leganés, Oviedo y Racing de Santander.

A fecha de hoy, el Valladolid es el 4º en la clasificación, siempre en la pugna por ascender a Primera. El Mirandés está situado en la 15ª plaza, dentro del paquete de equipos con apuros permanentes en la zona roja del descenso. El Levante (al que le falta un partido, suspendido ante el Andorra en el Ciutat de Valencia) es el 11º de modo tal vez postizo por esa circunstancia, pues su pugna durante todo el curso es la promoción de ascenso. El Huesca es el 16º, tratando de huir del vagón del descenso, donde ha tenido butaca casi todo el año hasta ahora. El Leganés es el 1º, el líder desde hace meses, un sorprendente equipo que manda en la tabla pese a que últimamente empieza a dar algún síntoma de descenso en sus prestaciones. El Oviedo es el 10º, con 4 puntos más que el Zaragoza. Y el Racing de Santander es el 8º, solo con un punto menos que el ras de la promoción de ascenso. 

Algunas orientaciones para valorar el libro de ruta

Si el Real Zaragoza fuese capaz de lograr la mitad de los 42 puntos que restan por disputar (21), acabaría la liga con 58. Eso sería en torno a 7 victorias (de 14 partidos) o su equivalente a base de empates accesorios. Una marca con la que jamás jugaría la promoción de ascenso, según los patrones conocidos desde que la liga de Segunda tiene este formato vigente. Como referencia sirva que, en este supuesto, naturalmente, el Real Zaragoza lograría el 50% de los puntos jugados. Hasta hoy, su media es del 44%. Debería mejorarla ostensiblemente... para no conseguir nada. 

Para aspirar con firmeza a obtener el 2 de junio (día del juicio final del torneo) un lugar en las eliminatorias que darán un puesto en Primera División, habrá de alcanzar entre 61 y 64 puntos en la hipótesis con más baja exigencia. Es decir, para ello le hacen falta entre 24 y 27 puntos de los 42 pendientes. Eso son 8 o 9 victorias (de 14 partidos) o su equivalente con igualadas anejas.

Y por el otro lado de las previsiones (en este caso terapéuticas y preventivas), para eludir cualquier riesgo de peligro de descenso debe alcanzar los 52 puntos (con 51 ha habido despeñamientos en la historia). Es decir, le hacen falta 15 más de los 37 actuales. Al cambio, 5 triunfos o su equivalente con empates.