Rebollo, tercer portero del Real Zaragoza, no jugará esta temporada con el Aragón

Dani Rebollo, tercer portero del Real Zaragoza en esta temporada 23-24 junto al veterano Cristian Álvarez y el recién fichado, el francés Poussin, no jugará en el RZD Aragón, el filial que milita en Segunda RFEF. Así lo tiene diseñado el club y así lo asumió el cancerbero de Lepe (Huelva) cuando renovó su contrato con el club aragonés al término de la pasada campaña.

Rebollo ya ejerció el rol de tercer portero la temporada anterior, junto al titular Álvarez y al, entonces, habitual suplente, Álvaro Ratón. Pero tuvo el asidero competitivo de, al ser menor de 25 años (tenía 22 cuando empezó el curso precedente, a su llegada del Betis B), ser el titular del RZD Aragón, dos categoría por debajo de la primera plantilla. Este año no va a ser así. 

No está mal dicho en su caso el factor "menor de 25 años". Es el matiz que diferencia, en la norma del reglamento de la competición española, al portero del futbolista de campo. Para que un jugador pueda estar en disposición de vivir un año a caballo del primer equipo y el B, teniendo ficha de este, ha de ser menor de 23 años... excepto en el caso de los guardametas, que tiene dos más de carencia para acogerse a esa modalidad. 

Es decir, Rebollo podría repetir este año su papel, pues arranca la liga con 23 años y cumplirá los 24 en diciembre. Pero no ocurrirá. Su dorsal 35, perteneciente a las licencias del RZD Aragón, será una fórmula legal que únicamente servirá a la SAD para ahorrarse la diferencia entre una ficha amateur de una profesional (en torno a los 30.000 euros por diligencia). Esta vez, Emilio Larraz, entrenador del B zaragocista, no está en la obligación como el año pasado de contar cada fin de semana con Rebollo en sus alineaciones, aunque prácticamente nunca entrenase con él y sí lo hiciera, primero con Juan Carlos Carcedo y, después, con Fran Escribá. La portería del filial está destinada a Acín y Calavia, en buena lid, sin que el guardameta andaluz tenga previsto aparecer en ningún momento en ese cometido (aunque, de facto, pueda hacerlo en cualquier partido, si se cambia de parecer o es necesario). 

Es un riesgo que va a correr Rebollo con esta nueva situación: normalmente, el tercer portero de una plantilla, en el caso que lo haya (en Zaragoza esto no sucedía desde hace una década), juega muy poco y se queda sin convocar infinidad de jornadas, pues son dos los que suelen entrar en el acta en condiciones ordinarias (más allá de los largos desplazamientos, donde sí suelen ir tres por si se produce alguna eventualidad en el tránsito).

El filial, con su técnico Emilio Larraz al frente, va a ver mermado el reparto de futbolistas con ficha oficial de esa plantilla que, en Segunda RFEF tiene un tope de 22 fichas. Una será para Rebollo, aunque no juegue jamás en el B. Y ya es oficial que aún habrá otra limadura similar con la licencia de Mollejo, que repite cesión desde el Atlético de Madrid y que, como el curso anterior, tendrá el dorsal 28, también con registro federativo en el equipo dependiente y no en la primera plantilla (otros 30.000 euros de ahorro en el presupuesto del Real Zaragoza). El Aragón, así, solo contará con 20 jugadores propios.