El Real Zaragoza, tras el comienzo de la segunda vuelta en el que ha empezado a doblar enfrentamientos contra los otros 21 componentes de la Segunda División, ha disputado cinco partidos en los que se ha medido contra el Mirandés (17º ahora mismo en la clasificación), el Villarreal B (13º), el Sporting de Gijón (16º), la Ponferradina (19º) y, el último domingo, el Andorra (15º). Todos ellos componentes del grupo de mitad de tabla hacia abajo en el que los blanquillos llevan moviéndose todo el curso, desde agosto. El cuadro zaragocista es hoy el 14º después de conseguir escalar desde la 17ª posición al ganar 0-1 en campo andorrano.

Echar un vistazo a la situación de la tabla en estos precisos momentos de febrero anuncia que, de los 16 partidos que restan para concluir el torneo, al equipo aragonés le aguardan los 12 primeros clasificados en sus enfrentamientos pendientes. De los que vienen siendo los mejores, los más regulares, los que menos fallos o crisis acumulan desde el primer día de la temporada, aún no ha correspondido ninguno en los cruces del calendario asimétrico.

El primero de esa serie que llevará la exigencia al máximo nivel será el Alavés, el próximo sábado en la Romareda. Los vitorianos iniciarán la próxima jornada, la 27ª, en la cuarta posición, a tiro de piedra del liderato.

Es obvio, por lo tanto, que el primer mes de la segunda vuelta ha sido benigno para los zaragocistas en lo referente a la dificultad de sus adversarios. Y que, en lo sucesivo, esta va a aumentar su grado de modo inexorable.

Tiempos de poca especulación

Sabido es, por costumbre e idiosincrasia ancestral de las ligas largas, que el fútbol especulativo tiende a atenuarse, hasta desaparecer, en los últimos partidos de cada año competitivo. Cuando los objetivos ya aprietan (ya sean por lo más alto y positivo o se circunscriban a lo peor y nocivo), cuando la capacidad de maniobra disminuye a la mínima expresión porque los torneos se acaban, todos los que pelean por algún fin actúan según marcan sus obligaciones y los partidos ganan en intensidad y desaparece en gran medida la especulación. No es lo mismo jugar determinados partidos en la primera vuelta, al inicio del calendario, que hacerlo en el último trimestre. Las actitudes, imperiosamente, son bien distintas en los rivales y en el propio equipo.

Así, en este escenario repleto de presiones y de escasos márgenes para el error de unos y otros, el Real Zaragoza va a encontrarse con los 12 mejores clasificados tras las jornada 26. Es decir, con todo el grupo de aspirantes al ascenso directo -que premia a las dos primeras plazas- y con los que pugnan hoy en día por la promoción de ascenso, unos dentro de ella -de la 3ª a la 6ª posición- y otros rondándola con más o menos distancia sobre ese ras de puntuación.

En una previsión racional, apriorística, cabe asegurar que el Real Zaragoza va a atravesar un camino lleno de exigencias, en nada parecido en la mayor parte de los duelos que le quedan por dirimir hasta el último de mayo a lo que ha experimentado en los cinco primeros capítulos de la segunda vuelta ante Mirandés, Villarreal B, Sporting de Gijón, Ponferradina o Andorra.

El grupo cabecero, en bloque

El sábado, en poco más de 72 horas, el Alavés abrirá la puerta de los envites con los grandes y aspirantes a grandes de la actual liga. El 4º en la tabla visitará La Romareda con 46 puntos (13 más que los zaragocistas), a tres de la primera posición y con seis de distancia sobre la frontera que lo podría sacar de la promoción en un hipotético fracaso futuro.

¿Cuál es el perfil de las etapas que le quedan por acometer al Real Zaragoza? Como orientación, pues esta clasificación irá oscilando y variando paulatinamente con el paso de las jornadas, este es el menú que aguarda a los de Fran Escribá:

El líder de las últimas semanas, Las Palmas, aguarda en el esprint definitivo de la liga, en la jornada 38, en La Romareda sobre el 30 de abril. El segundo actualmente, el Levante, será visitado por los blanquillos en el Ciutat de Valencia en la jornada 34, en torno al 2 del mismo mes de abril.

Con el tercero del presente, el Eibar (que ha sido líder medio torneo), el Real Zaragoza se cruzará en la jornada 37, viajando a Ipurúa en San Jorge, también en un abril que tiene pintas de Tourmalet, aludiendo al símil ciclista.

El quinto de hoy en día (saltamos el cuarto, que es el referido Alavés, rival inminente), el Granada, también tiene que venir por el estadio municipal zaragozano. Y lo hará, para conformar un abril vertiginoso, en la jornada 35, sobre el día 9 de ese mes. El sexto clasificado del momento, el que cerraría ahora mismo la zona de promoción a Primera División, es el Albacete. Los manchegos también han de desplazarse a Zaragoza, donde jugarán en la jornada 33, en torno al 26 de marzo.

El séptimo, lugar al que ha caído el Burgos tras vivir desde el principio del todo en lo más alto (llegó a ser primero, incluso), también será huésped en La Romareda. Este llegará enseguida, en la jornada 29, el domingo 26 de este mes. El octavo, el emergente Leganés, agranda el programa de eventos de alto voltaje como local para el Real Zaragoza: jugará aquí en la jornada 31, alrededor del 12 de marzo.

Si se sigue bajando en el escalafón de la categoría, aún aparecen cuatro contrincantes más pendientes entre la docena de cabeceros en la actualidad. El noveno, el Tenerife, llegará asimismo a La Romareda, en su caso en el cierre de la temporada, la jornada 42, el 28 de mayo, quién sabe si con algo aún pendiente para ellos o el Real Zaragoza o en un partido de trámite. El décimo, el Cartagena, será el antepenúltimo rival zaragocista, en casa también, en la jornada 40, el 14 de mayo. El undécimo, el Huesca, recibirá a los blanquillos en El Alcoraz en la jornada 32, sobre el 19 de marzo. Y el duodécimo, el Oviedo, será visitado por el Zaragoza en la jornada 39 en el Tartiere al inicio de mayo.

Un espinoso plan de ruta

Así pues, por La Romareda, donde quedan por verse nueve partidos, han de pasar Alavés, Burgos, Leganés, Albacete, Granada, Las Palmas, Cartagena y Tenerife, ocho de los de arriba. El único de la zona baja que vendrá a Zaragoza será el Racing de Santander (el 16 de abril, en la jornada 36).

Y en sus siete viajes, los blanquillos pisarán los campos de Huesca, Levante, Eibar y Oviedo, cuatro también de la primera mitad de la tabla actual. Los restantes serán los tres peores en este primer semestre: Málaga, Lugo e Ibiza. El menú viene picante.