Zapater no se entrena por una sobrecarga muscular

El capitán del Real Zaragoza, ausente en el ensayo de este martes a causa de problemas en el gemelo derecho, en principio nada importantes.

Alberto Zapater, en la Ciudad Deportiva.
Zapater no se entrena por una sobrecarga muscular
Guillermo Mestre

Alberto Zapater fue la ausencia más llamativa en el entrenamiento de este martes en la Ciudad Deportiva del Real Zaragoza. El capitán blanquillo regresó de Lugo con molestias en el gemelo derecho, fruto de una sobrecarga, que han llevado al cuerpo médico a llevar a cabo un tratamiento específico en la preparación del ejeano. Zapater, titular en los tres partidos de la segunda vuelta tras haber sido suplente ante frente al Málaga y en Gijón, se ejercitó con los fisioterapeutas a solas en el gimnasio, junto al resto de lesionados, Álex Muñoz, Raúl Guti, Papunashvili, Lasure y Toquero.

En principio, se trata de una dolencia sin importancia relevante, por lo que lo normal es que Zapater retorne a la rutina de los entrenamientos durante la semana y, de este modo, llegue en condiciones de ser convocado por Víctor Fernández el próximo viernes para formar parte del equipo que se enfrente el sábado al Albacete, líder actual de la competición de Segunda División, en La Romareda (20.30).

El veterano centrocampista aragonés fue sustituido en el último partido en Lugo en el minuto 58, entrando en su lugar Linares, en lo que fue el inicio de la remontada del Real Zaragoza para pasar el 1-0 adverso al 1-2 definitivo. Víctor Fernández y los responsables de la preparación física están mimando a los futbolistas en estos primeros días de la semana toda vez que la pasada tuvo un diseño anómalo por las decisiones de la Liga de Fútbol Profesional, que obligó al cuadro zaragocista a acometer dos partidos a domicilio en tan solo 6 días con dos largos viajes de dificultad logística inevitable, uno a Las Palmas y el segundo a Lugo: más de 6.400 kilómetros, con autobús, avión, dobles pernoctas y más de 18 horas de carretera en el último caso, con la visita a la ciudad gallega. Las secuelas físicas de este esfuerzo mal administrado desde la LFP afloran inevitablemente en estos momentos.

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