... Y ahora, contra el primero y el segundo: Albacete y Osasuna

El Real Zaragoza jugará sus dos próximos partidos frente al primero y el segundo clasificados de la liga actualmente: el Albacete, líder, el sábado en La Romareda (18.00), y el Osasuna, en Pamplona, 7 días después (sábado, día 23, a las 20.30). El capricho del calendario y las fluctuaciones que se viven en el grupo de cabeza de la competición así lo ha querido. Una casualidad que, con el equipo zaragocista subido a la mejor ola de resultados de su irregular temporada, va a resultar aclaratoria de por dónde van a discurrir sus aspiraciones a corto y medio plazo en los 17 partidos que aún restan de torneo, los últimos cuatro meses de la campaña 18-19.

Se trata, por lo tanto, de dos pruebas de máxima exigencia para los de Víctor Fernández, que viven un momento de resurgimiento plausible, de recuperación firme tras haber tocado fondo justo antes de la Navidad antes de que los dirigentes del club tuvieran que decidir la destitución del segundo entrenador del curso, Lucas Alcaraz (que ya había sustituido a Idiakez 50 días atrás de su adiós), para intentar salir de la zona de descenso de la mano del veterano y carismático técnico aragonés. Esta maniobra de urgencia ha salido bien. El equipo ha revivido de una situación catatónica.

El impulso moral y deportivo ha manifestado en los 7 partidos con Fernández una solvencia extraordinaria: 14 puntos sumados de 21 posibles y el salto desde la 19ª posición a la 14ª, alejando el peligro a más de dos partidos de distancia (7 puntos con el Extremadura a estas horas) y, aunque el propio preparador zaragozano sigue llamando a la calma y el sentido común, también se aprecia el notable recorte de la distancia con la zona alta, la de la Promoción de ascenso. Hace mes y medio, era una necedad pensar en ello siquiera una décima de segundo. Ahora, tras la victoria de Lugo por 1-2 este fin de semana, esa referencia ya no tiene dos dígitos en cuanto a puntos con el 6º clasificado (que hoy es el Oviedo): el Zaragoza queda situado a 'solo' 9 puntos de ese puesto con premio en junio.

En este punto del revirado camino del Real Zaragoza en este, de nuevo, complicado año en Segunda División, asoman estas dos citas inminentes ante Albacete y Osasuna, el primero y el segundo, los dos más solventes en los seis meses iniciales de la temporada de plata. Es obvio que el equipo de Víctor Fernández tiene ante sí dos exámenes que van a resultar descriptivos de su progresión, de su verdadero techo competitivo en plena fase expansiva de su fútbol y su rentabilidad de resultados. De cómo sea capaz de rendir este revitalizado Zaragoza de mitad de febrero se podrán sacar consecuencias de gran peso específico en el análisis.

Y, para que el programa del próximo mes de liga quede completo en cuanto a su exigencia para el Real Zaragoza, tras este doble cruce con albaceteños y osasunistas en solo una semana, en pocos días llegará el viaje a Granada (entremedias, aterrizará en La Romareda el crecido Almería). Los granadinos han sido líderes varias semanas hasta que, recientemente, han sido desbancados precisamente por el Albacete y el Osasuna. E, incluso, tras perder hace unas horas en su campo ante el Deportivo de La Coruña (0-1), también han sido alcanzados por los gallegos. Pero este Granada también forma parte del paquete de favoritos y gallos indiscutibles de la categoría desde que todo comenzó en agosto.

Así que, una vez confirmado en Lugo que el Real Zaragoza está en alza y que ofrece motivos consistentes para creer en una recuperación progresiva, ahora llega un tramo del calendario de la liga que pide reválidas a los jugadores zaragocistas, individual y colectivamente. Primero, el Albacete en La Romareda, adonde llega como líder. Después, en Pamplona ante el enrachado Osasuna (18 puntos llevan los navarros de los últimos 21). Un bonito reto para un equipo y una afición que necesita estímulos y vivencias positivas y que, como se demuestra en las últimas semanas, las disfruta cada vez que tiene ocasión.