Tormenta en el Lugo

Este martes fue destituido el director deportivo del próximo rival del Zaragoza.

Álvaro Vázquez, en una imagen del partido de ida jugado en La Romareda ante el Lugo.
Álvaro Vázquez, en una imagen del partido de ida jugado en La Romareda ante el Lugo.
Oliver Duch

Pasó la tormenta en Lugo, pero no en el Lugo. Pasaron Gabriel y después Helena (con hache), las dos borrascas que nos han recordado que enero y febrero siempre estuvieron censados en el invierno. Ya hace un poco de menos frío; sin embargo, la tempestad no escampa en el equipo lucense, club en permanente marejada pese a la meritoria estabilidad deportiva adquirida en la Segunda División española. De hecho, el equipo que el próximo sábado se medirá con el Real Zaragoza se encuentra ahora mismo cuatro puntos por encima de la cota del descenso, con 26 puntos, como inquilino de la decimosexta plaza liguera. El último trueno se escuchó en el Lugo este mismo martes, con la desvinculación del director deportivo de la entidad, Emilio Viqueira, y su mano derecha, el secretario técnico, José Luis Deus. El trueno, igual en Lugo que en todo lugar, siempre es posterior al rayo. Las diferencias en los ámbitos de decisión del club ya eran manifiestas desde noviembre. La derrota por 3-0 sufrida el pasado sábado en el campo de Los Pajaritos de Soria fue la chispa que encendió la pira. La sentencia aseguran que estaba firmada con anterioridad.

Ciclogénesis explosivas al margen, la inestabidad atmósférica inherente al Club Deportivo Lugo cabe unirla a la singular gestión de Tino Saqués, presidente de la entidad desde 2015. El trajín ha sido permanente en el banquillo y en la dirección deportiva pese a que el equipo ha logrado su objetivo esencial en todo este tiempo: permanecer en la Liga de Fútbol Profesional (LFP), esto es, sobrevivir en la Segunda División, hecho a valorar en una ciudad que no alcanza los 100.000 habitantes.

El último bandazo en el Anxo Carro no ha abandonado la singularidad que gravita sobre el club: han rescindido Viqueira y Deus, pero el entrenador, Alberto Monteagudo, permanece en el cargo. Según el club, el despido responde "a las diferencias en la visión y en las decisiones concernientes a la esfera deportiva. Estos motivos han desencadenado la determinación del consejo de administración de proceder a la rescisión de los contratos que les vinculaban a la entidad".

Viqueira, en sus años de gloria exjugador del Deportivo, asumió la gestión deportivo del Lugo el pasado mes de junio. Sustituyó en el cargo a Víctor Moreno, actual director deportivo del Tenerife. Desde su llegada, su persona de confianza fue José Luis Deus. Ambos habían compartido vestuario en el Nastic de Tarragona. La corta etapa de Viqueira ha sido discutida en la ciudad amurallada. Por un lado, su apuesta inicial como técnico por Javi López no salió bien. Por otro lado, muy pocos de los jugadores incorporados en el inicio del curso disfrutan ahora de la condición de titulares. Apenas cuatro juegan con el actual entrenador, Alberto Monteagudo, el hombre que ha conservado el puesto pese a la crisis de la entidad.

Renovación en enero

La inestabilidad del Anxo Carro también se ha manifestado en el ajetreado mercado de invierno, con hasta una docena de movimientos en la entidad lucense. Seis altas y otras tantas bajas se han producido en un equipo desfigurado con las últimas incidencias. La salida al Leganés del lateral izquierdo Kravets no solo ha alterado el once titular, sino la estructura táctica de un Lugo que ha abandonado el 1-4-4-2 para posicionarse con tres centrales. Las consecuencias ya quedaron reflejadas en el último marcador en el campo del Numancia. Además de Kravets, también se han marchado en enero Borja Sanemeterio, Donoso, Bernardo, Azeez, Jona y el exzaragocista Dongou. Han llegado Valentín, Lebedenko, Menosse, Morente, Toni Martínez. Pocos se ellos figurarán en la alineación que el sábado salte al verde del Anxo Carro. Incluso podría regresar el 1-4-4-2 que garantizaba la supervivencia, con Pita y Seoane dando sentido al juego en el medio. Ellos son lo único estable en el club en que nunca escampa.

Cuatro años, cuatro directores deportivos
El conocimiento de la destitución de la cúpula directiva del Lugo originó una sorpresa relativa. Las diferencias entre el presidente y la dirección deportiva ya eran conocidas en el entorno del club, incluso en el de la misma Segunda División. En cierto modo, el Club Deportivo Lugo habita en una orogenia permanente desde la llega a la presidencia de Tino Saqués en el verano de 2015. La simple enomeración de directores deportivos sintetiza los vaivenes de los cuatro últimos años en el Anxo Carro.

La plantilla del curso 2015-16 la confeccionó Toni Otero completó la campaña 2015-16. Después llegó al cargo Emilio de Dios, que apenas se mantuvo en el cargo durante ocho meses de la 2016-17. El siguiente inquilino de la dirección deportiva fue Víctor Moreno, que cesó del cargo a finales de la pasada temporada. Ahora, la desvinculación de Emilio Viqueira llega pocos días después de la reestructuración acometida en la plantilla durante en el mercado de invierno, en enero pasado.

En el banquillo, los cambios también han sido numerosos. Después de Quique Setién, ahora en el Betis, se han sentado en el Anxo Carro Luis Milla, José Durán, Luis César, Francisco, Javi López y Alberto Monteagudo.

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