El Real Zaragoza apela a la épica, remonta y vuelve a ganar: 2-1 al Extremadura

Pombo y Papunashvili voltean el gol inicial de Willy y dan a los aragoneses el segundo triunfo en casa en la primera vuelta. El cuadro aragonés sale de la zona de descenso.

Real Zaragoza-Extremadura
Real Zaragoza-Extremadura
Toni Galán

Épico. Emocionante. Con buen juego. Con valentía para superar la ansiedad. Debiendo remontar un gol adverso en el primer tiempo. Así logró el Real Zaragoza su segundo triunfo en casa en toda la primera vuelta, derrotando 2-1 al Extremadura para sumar 3 puntos cruciales que lo sacan de la zona de descenso en la que vivía desde hacía dos semanas agónicas. Pombo y el reaparecido Papunashvili dieron forma al vuelco en el tanteador que llevó la alegría a un graderío entregado con su equipo que respiró hondo cuando el árbitro pitó el final del choque.

Injusto fue el marcador de la primera parte, a todas luces. Que el Real Zaragoza no ganase con amplitud a mitad del partido fue algo anormal visto el juego y, sobre todo, las ocasiones generadas por unos y otros. Ese 0-1 obrado por Willy en la recta final de los primeros 45 minutos fue el castigo a la ceguera ante el gol de los zaragocistas, sobre todo de un M. Gual atorado, tanto en sus múltiples remates como en los pases que pudo dar y no dio. Y, en términos generales, consecuencia de la ansiedad con la que afrontaron cada jugada los pupilos del recién llegado Víctor Fernández. El equipo aragonés jugó mejor que otros días, sin duda, pero le faltó poso, pausa, tempo. Las cosas están apuradas al límite y todo esto es normal que suceda.

Faltó acierto en el primer cuarto de hora. Ahí pudo estar la clave de la tarde prenavideña. Si el Real Zaragoza hubiese logrado el 1-0 enseguida, como pretendía y pudo, todo hubiese sido diferente. Gual marró la primera ocasión en el minuto 5 tras dos quiebros en el área. Repitió el catalán en el 7, pero se le adelantó el portero tras un pase de Pombo al espacio. Y el propio Pombo chutó alto por poco en el 12 en pleno acoso efervescente de los blanquillos. El Extremadura campeó el temporal como pudo en esa fase inicial, que resultó como se presentía.

Los de Almendralejo espabilaron a través de una falta que lanzó Márquez en el 19 y que Ratón rechazó a córner con peligro. Ahí nació un nuevo partido. Los azulgranas empezaron a mostrar ambición y la ida y vuelta presidió el discurrir del balón hasta el descanso. La réplica llegó rápidamente, con una volea de Álvaro Vázquez que se le marchó alta en una asistencia de Ros al hueco. Guti, en el 22, tras pase atrás de Pombo, remató mal, también por arriba. De nuevo Gual, en el 27 y a la media vuelta, rozó el palo izquierdo con Álvaro Fernández superado. No había manera de embocar el 1-0 pese a que la producción ofensiva de los de Víctor Fernández era notable, superior a todo lo visto hasta ahora.

Gual repicó su insistente intención en el 29, pero su chut cruzado lo tocó a córner el guardameta de los de Badajoz. En el 33, el catalán desesperó a la grada al emborracharse en el área, con todo a favor y Pombo esperando para empujarla, solo. Se la quedó él y se la dio a las manos al portero. La acción de chupón la clonó segundos después, esta vez con Álvaro Vázquez aguardando el gol en solitario. Olía a que tanto fallo podía penalizar al Zaragoza en cualquier instante. Y sucedió así, porque el fútbol tiene sus códigos infalibles.

Avisó Zarfino en el  35, rematando fuera por centímetros desde la corona del área un rechace de Zapater en un ataque venenoso de los extremeños. Y culminó el 0-1 Willy en el 37, a puerta vacía, tras asistencia de Chuli, que se había ido a la espalda de Zapater en un error de la zaga aragonesa. Las cosas, ahí, se pusieron muy duras para el estreno de Fernández en el banquillo zaragocista. En los coletazos últimos previos al intermedio, Igbekeme probó desde lejos en el 40 pero el joven portero visitante sacó el balón a saque de esquina junto al palo derecho. Y, sobre todo, Zapater rozó la igualada en el 44, pues su remate en el segundo palo, que estaba ya dentro con el arquero superado, lo sacó en la raya, bajo palos, el central Pardo, aguando la reparación que mereció el Real Zaragoza de un marcador tan adverso.

El descanso se planteó como un canto a la épica de los zaragocistas. Parecía mentira, pero iban perdiendo un partido que debían ganar con holgura. Se iba a ver en lo sucesivo la capacidad de reacción del nuevo mecanismo futbolístico llegado de la mano de Fernández. Todo un reto. Mayúsculo, superlativo.

El segundo tiempo empezó con susto monumental para el Zaragoza. Guitián hizo una cesión suicida a Ratón que interceptó el pichichi Gallego. Se fue del portero, pero no logró rematar la acción y el 0-2 quedó en un amago, un aviso serio. En la siguiente jugada, hubo posiblemente un penalti por agarrón del ex zaragocista Barrera a Guitián tras un centro al área visitante, pero Ocón Arráiz no lo consideró así. Y en la contestación extremeña, Zarfino controló mal un balón en el área chica y no logró culminar otra llegada seria de los azulgranas. El inicio de la segunda fase era una montaña rusa vertiginosa. Y subidos en ella, los zaragocistas encontraron, por fin, su merecido premio.

Pombo logró el 1-1 en el minuto 57, al recoger un balón muerto en el área tras un chut de Igbekeme rebotado en un defensor. La Romareda estalló, el equipo creyó y las cosas empezaron a verse de otro modo. Víctor quitó a Zapater y metió oxígeno en la banda derecha con Delmás. El Extremadura se atrincheró simultáneamente, pues Rodri, su entrenador, introdujo al central Marcelo Djalo por el punta goleador Willy y adelantó a la medular a otro central, Granero. Enseguida, Papunashvili reapareció en vez de un agotado Guti y Víctor metió más metralla en la vanguardia zaragocista.

El dominio blanquillo fue total. El acoso a la portería extremeña, incesante. Una volea alta de Vázquez, un disparo cruzado de Lasure, dieron continuidad a la secuencia atacante local. Se mascaba la remontada, pero el reloj era un mal aliado, pues corría a toda velocidad. Pombo lanzó duro desde lejos tras una falta y Álvaro Fernández rechazó con apuros en el 72. Tenía que llegar…

… Y llegó. Papunashvili agarró la pelota al borde del área, penetró con convicción, regateó al primer defensor que le salió al paso y colocó un zambombazo en toda la escuadra derecha del portal del Extremadura. El 2-1, el volteo del marcador, se había producido en el minuto 76, ya en el cuarto de hora último. Justicia divina. La afición aplaudió como en los mejores días. Se veía cerca la reacción obligada, necesaria, crucial para empezar a salir del atolladero. El Extremadura debió salir de la cueva porque ya no tenía el empate por el que apostó hacía mucho rato. Con Rennella en el campo en el lugar de Chuli, los visitantes se tiraron arriba con más corazón que cabeza. Y el Zaragoza abrochó sus costuras en la retaguardia. Víctor sacó a Aguirre por Vázquez para dar aire por la izquierda. Así se llegó a la culminación  de tan importante duelo por todo lo bajo en La Romareda.

El partido concluyó con un buen control del balón por parte zaragocista, con la expulsión de Víctor Fernández en el tiempo añadido, por protestar una falta que Ocón se comió incomprensiblemente y con el estallido de alegría de una afición que necesitaba este triunfo como beber el sediento. El Real Zaragoza salió así de los puestos de descenso y se va a la Navidad con aires renovados, tal y como se pretendió durante tan dura y densa semana de cambios. Ya llueve menos en el corazón blanquillo y se aprecia un horizonte más luminoso. Fue un fin de año 2018 cargado de esperanzas y buenos propósitos.

Ficha Técnica

Real Zaragoza: Ratón; Zapater (Delmás, 57), Guitián, Álex Muñoz, Lasure; Raúl Guti (Papunashvili, 65), Javi Ros, Igbekeme; Pombo; M. Gual y Álvaro Vázquez (Aguirre, 81).

Extremadura UD: Álvaro Fernández; Aitor, Pardo, Granero, Pomares; Zarfino, Álex Barrera (Manchón 89); Willy (Marcelo Djalo, 60), Chuli (Rennella, 73); Márquez y Gallego.

Árbitro: Ocón Arráiz (Comité Riojano). Expulsó a Víctor Fernández, por protestar (90). Amonestó a Álex Muñoz (31), Márquez (53) y Papunashvili (76).

Goles: 0-1, min. 37: Willy. 1-1, min. 57: Pombo. 2-1, min. 76: Papunashvili.

Incidencias: Tarde agradable en Zaragoza, con 15 grados. El césped de La Romareda presentó un buen aspecto. En las gradas hubo alrededor de 23.500 espectadores.

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