19 jugadores del Real Zaragoza han vivido situaciones de descenso

La conformación de la plantilla en los últimos dos años ha reunido en el vestuario blanquillo a una mayoría de futbolistas con este tipo de experiencias.

Algunos de los jugadores del Real Zaragoza actual, el pasado sábado en la Ciudad Deportiva.
19 jugadores del Real Zaragoza han vivido situaciones de descenso
Aránzazu Navarro

En días de aprietos clasificatorios serios, de vértigos en la parte más baja de la tabla por el mal inicio de temporada, el Real Zaragoza viene acostumbrándose en las últimas semanas a tener que manejar el término 'descenso'. Ahí vive ubicado, en la zona de descenso a Segunda B, cuarto por la cola tras 16 jornadas de liga, ya camino de la mitad del torneo. Y en este contexto incómodo, en un hábitat tan poco agradable de admitir para el zaragocismo, resulta llamativo observar cómo, dentro del diseño de la plantilla llevado a cabo en los dos últimos veranos por la actual dirección deportiva, se han reunido en el vestuario actual hasta 19 jugadores (de 26) que aparecen en las estadísticas de descensos de categoría con sus respectivos equipos en sus trayectorias particulares.

En ese sentido, este hostil y feo panorama actual que acontece en el Real Zaragoza, no les resulta novedoso a futbolistas como Eguaras, Buff, Grippo, Igbekeme, Aguirre, Marc Gual, Álex Muñoz, Álvaro Vázquez, Toquero, Pep Biel, Javi Ros, Nieto, Pombo, Lasure, Ratón, Raúl Guti, Raí Nascimento, Zapater y, circunstancialmente, también Soro (aunque solo jugó un partido el año pasado con el Aragón en Segunda B, esa participación lo incluye en el grupo que bajó de categoría anecdóticamente).

De estos 19 hombres que ya conocen el mal trago de un descenso, solo dos estaban en el Real Zaragoza cuando Lalo Arantegui y José Mari Barba llegaron a la dirección deportiva hace casi 2 años naturales: Javi Ros y Zapater. En el caso de Ros, su descenso data de 2009 con la Real Sociedad B, de Segunda B a Tercera (curiosamente, con Imanol Idiakez como entrenador, el que ha sido el primer técnico de este Real Zaragoza actual durante las primeras 11 jornadas del torneo liguero). Por su parte, el capitán Zapater bajó a Segunda con el Real Zaragoza de 2008 antes de irse a hacer las europas por Italia, Portugal y Rusia antes de regresar hace tres campañas.

Los otros 16 fueron fichados o promocionados desde el filial por los actuales responsables del departamento futbolístico de la SAD en los últimos meses.

De las contrataciones del año pasado, Eguaras trajo en su expediente reciente dos descensos de Segunda a Segunda B: uno con el Sabadell y otro con el Mirandés (de aquí vino junto con el ya traspasado Oyarzun). Los suizos Buff y Grippo también tenían fresca la vivencia en su país. Buff había descendido con el Zurich de Primera a Segunda un año antes y, de ese segundo escalón fue captado. Mientras que Grippo llegó directamente del Vaduz de Liechtenstein, último de la Primera División helvética y despeñado, por lo tanto, a Segunda poco antes de estampar su firma en Zaragoza. Toquero también cuenta con hasta dos descensos en su trayectoria: uno con el Alavés B, de Segunda B a Tercera en 2006, y otro con el Eibar, en 2009, de Segunda a Segunda B.

Ya este verano, Igbekeme llegó del Gil Vicente de Barcelos, penúltimo en la Segunda División portuguesa y descendido por ello a Segunda B. Álex Muñoz llegó directamente del Sevilla Atlético, colista de Segunda y caído a Segunda B días antes. Pero es que Muñoz ya había descendido con el Hércules, en 2014, también de la categoría de plata a la de bronce, por lo que su experiencia es doble.

De su mano ha llegado al Zaragoza un compañero suyo en ese episodio fatal del filial sevillista, el punta Marc Gual, también miembro de la plantilla hispalense el año pasado cuando acabaron en el puesto 22º. Antes, Gual ya había descendido con el Espanyol B, de Segunda B a Tercera, tres campañas más atrás. Otro de los fichajes del último estío, Aguirre, tiene en su haber dos descensos: el primero con el Toledo, de Segunda B a Tercera, y el otro con el Rayo Vallecano, de Primera a Segunda (aunque en su estancia en Vallecas en ese curso no llegó a jugar en liga, si perteneció a la plantilla). Y el último en llegar, Álvaro Vázquez, también sufrió días de hiel con los descensos, hasta en dos ocasiones: una con el Espanyol B, en 2010, de Segunda B a Tercera; y la más reciente, con el Getafe, de Primera a Segunda en 2016, hace nada.

De los chicos promocionados desde el Aragón, llama la atención el caso de Pep Biel. El balear, jugador de autor del área deportiva, cayó en el filial procedente del Almudévar (cuando Lalo y Barba abandonaron la SD Huesca, de la que los almudevarenses son filiales, y acarrearon con él y con Torras en su nuevo destino) después de enlazar consecutivamente 3 descensos de Segunda B a Tercera: con el Rayo Vallecano B (2015), con el Llosetense (2016) y con el propio Aragón, el curso pasado, que fue colista en la peor campaña de su historia.

De los demás, Nieto ha estado en los dos últimos descensos del Aragón, de Segunda B a Tercera: el de 2015 y el de la liga pasada. Pombo y Lasure vivieron con él el de 2015. Mientras, Raúl Guti y Raí Nascimento lo hicieron en la campaña precedente, la 2017-18. El portero Ratón sufrió un descenso en sus inicios, con el Montañeros de La Coruña, de Segunda B a Tercera en 2012. Y, por último, está el caso ya referido de Soro, juvenil el año pasado, que fue reclutado por el entrenador del Aragón, César Láinez, para ir y jugar en Villarreal ante el filial amarillo a mitad de temporada y que luego, al no llegar a un acuerdo para renovar con la dirección deportiva, vio cercenada su continuidad en Segunda B e, incluso, pasó un tiempo sin volver a ser alineado en el equipo de División de Honor juvenil tras ese episodio, repetido con varios jugadores en los dos últimos años (este año, ahora mismo le sucede a Tresaco; antes, a Delmás, a Raí Nascimento o Zalaya entre otros). Pero esa participación en Villarreal lo introduce inevitablemente en el reparto de protagonistas del descenso del año pasado.

Un 19º jugador del primer equipo, Medina, tangencialmente también podría ser incluido en este peculiar listado. Llegó cedido en julio del Leones de Itagüí de Colombia, el colista de la, entonces, recién comenzada Primera División del país cafetero. Si, como parece, en el inminente mercado de diciembre sale del Real Zaragoza y regresa a su casa, aún le dará tiempo de reincorporarse a su club matriz, que no ha dejado el último puesto de aquel campeonato y está abocado a descender a Segunda en poco tiempo.

Esta es la idiosincrasia, en este apartado, de la plantilla actual del Real Zaragoza. Salvo Cristian Álvarez, Benito, Perone, Verdasca, Papunashvili y Delmás, el resto ha pasado alguna vez en su carrera por momentos de zozobra como los que se viven ahora mismo en el equipo zaragocista y, finalmente, sus historias han acabado puntualmente mal. En este sentido y desde este prisma, no deja de ser un factor interesante, en positivo, que este masivo grupo de futbolistas ya sepan lo que se siente en tales circunstancias y no sean novatos en ellas.

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