Ojo al vértigo que puede venir desde Extremadura, Córdoba y Cádiz

El Real Zaragoza, que vuelve a cerrar la jornada el domingo por la noche, puede verse para entonces en puestos de descenso según vayan los partidos de quienes están tras él en la tabla.

Lucas Alcaraz, en un gesto durante el entrenamiento del equipo en La Romareda.
Lucas Alcaraz, en un gesto durante el entrenamiento del equipo en La Romareda.
Aránzazu Navarro

Ojo a los vértigos. Prevención contra los mareos. Alerta por posible nerviosismo añadido ante la disputa del Real Zaragoza-Granada de este domingo en La Romareda a las 20.30 de la noche. Si la situación clasificatoria de los aragoneses ya es preocupante de por sí antes de acometer este fin de semana, el hecho de cerrar la jornada (como ya sucedió la pasada semana), de ser el último duelo en disputarse cronológicamente, puede originar efectos secundarios perniciosos de manera inevitable. Al menos, molestos. En ningún caso, deseables.

Tras la derrota el pasado domingo el Elche por 2-0, el Real Zaragoza concluyó la 11ª jornada en puntuación de descenso. Justo en el ras de los últimos 4 puestos de la clasificación, con sus 11 escuálidos puntos, igualado con el Cádiz que, por el leve y puntual matiz del 'golaverage', es quien inició la 12ª estación de la liga inmerso en la primera plaza que penaliza con el caos de irse al pozo de Segunda B en junio. Esa fue la consecuencia más dolorosa en términos cuantitativos del último fiasco zaragocista, el que aconteció en terreno ilicitano en el estreno de Lucas Alcaraz como entrenador blanquillo. El Zaragoza es, por lo tanto, 5º por la cola y solo tiene tras de sí al citado Cádiz, al Extremadura, al Nástic de Tarragona y al Córdoba.

Pero, según se desarrollen los marcadores de estos rivales, cuando lleguen las 8 y media de la tarde del domingo, el Real Zaragoza podría haber perdido alguna posición y, por ello, verse de facto jugando ante el Granada desde el prisma real de estar ya pisando terreno electrificado con alta tensión, zona con riesgo mortal a largo plazo. Porque, antes de empezar esta 12ª jornada, los 4 adversarios que caminan por detrás de los zaragocistas estaban en disposición de dar alcance a los de Alcaraz de un solo zarpazo, en un solo partido. El Cádiz tiene los mismos puntos que los blanquillos, 11. El Extremadura, dos menos, 9, lo mismo que en Nástic. Y el Córdoba, el colista, posee 8, apenas tres menos que los zaragocistas.

De entrada, en el partido adelantado al viernes, el Nástic de Tarragona ya dejó patente que no dará alcance al Real Zaragoza por el momento. Los catalanes perdieron 2-0 en Albacete y se quedan atascados de mala manera en su cota de los 9 puntos. Pero faltan por jugar los otros tres.

Dos de ellos lo harán en el mismo choque, a las 20.00 de este sábado en El Arcángel, en un eléctrico Córdoba-Extremadura por todo lo bajo: último contra antepenúltimo. Salvo que se dé el empate, quien gane echará el guante al Zaragoza: si son los cordobeses, para igualarle; si son los extremeños, para adelantarle en un punto.

Y el Cádiz, que va de la mano de los zaragocistas, jugará en su estadio, el Carranza, en la matinal dominical recibiendo al Elche (12.00). Simplemente con puntuar, el cuadro andaluz empujaría al Real Zaragoza al territorio letal de la clasificación.

Visto el programa, a los protagonistas directos del Real Zaragoza les interesa vacunarse contra los miedos, el exceso de responsabilidad y cualquier tendencia a la histeria. Porque parece de sentido común pensar que, el hecho de jugar los últimos, esta vez va a ocasionar un estado de presión añadida que no hay manera de evitar por motivos obvios. De suceder, se tratará de un giro de tuerca más para que los jugadores, técnicos y ejecutivos zaragocistas sepan navegar con solvencia con los vientos de cara y cruzados respecto de su trayectoria prevista. Acumular 7 jornadas seguidas sin ganar tiene estas derivadas inexorables. Y de ahí hay que salir. Con hechos y sin subterfugios.

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