Quizá por el conocimiento de sus frecuentes experiencias pasadas, tal vez por la información diaria que le transmite el equipo o puede que por un golpe de fe. Lo cierto es que en el discurso de Lucas Alcaraz se observa convencimiento. Su semana y media de trabajo, según su análisis, va cuajando a fuego lento. No pude ser de otro modo, por tiempo y por elementos (lesiones). Pero el aún nuevo entrenador del Real Zaragoza cree que la mejora ya va latiendo dentro de la estructura del equipo y que eso les aproxima cada vez más a las victorias. Siete partidos después, con el Granada a la vuelta de la esquina, no cabe otra. Pero todo desde una posición de prudencia, por mucho que queme y agobie la situación. Lucas Alcaraz emite palabras enfocadas a aliviar presiones desmedidas y desenfocadas, tan habituales siempre a las afueras del Real Zaragoza. “Tenemos que mantener una línea de trabajo. No podemos obsesionarnos. Hay que jugar con la máxima determinación, seguridad y concentración. La gente debe interiorizar los que estamos trabajando, y adaptarnos a los que nos pida el partido”, afirmó este viernes en la Ciudad Deportiva en su evaluación de los asuntos previos del choque frente al Granada, su equipo del alma, el de su ciudad, donde conoció el fútbol, el que le llenó la infancia de ídolos y al que ha entrenado en diferentes etapas. “Es un partido especial por muchas circunstancias; mi debut en La Romareda contra un equipo que he entrenado muchas veces y que está en alza... Pero lo importante es lo que supone para nosotros. Hay que centrarse y adaptarnos a lo que nos demande la cita”, amplió el técnico del Real Zaragoza.

Al conjunto aragonés el faltan resultados, eso lo vertebra todo y condiciona los juicios, pero Lucas Alcaraz sabe que la reacción verdadera no vendrá solo con un triunfo. Necesita una dinámica, una resurrección sostenida. Y ahí, a ese medio plazo, se llega con identidad, con un modelo reconocible y un cuerpo futbolístico con musculatura competitiva. “Poco a poco vemos que hay equipos que marcan una trayectoria con mejores o peores resultados pero que en partidos concretos se dan rendimientos que no tienen que ver con la posición en la tabla", apuntó en este sentido el preparador andaluz.

Lucas Alcaraz no aventuró datos concretos sobre el equipo que jugará el domingo en La Romareda frente al Granada (20.30), pero sí aseguró que experimentará ni activará la palanca de las transformaciones radicales. “No va a haber ninguna revolución. Hay que mantener una línea, y, dentro de ella, en función del rendimiento, ir modificando determinadas situaciones. No podemos garantizarle a ningún jugador que piense que alguien es insustituible”. El técnico recibió con los brazos abiertos la recuperación de Marc Gual. “Con él, tenemos más posibilidades arriba. Nos da contundencia en el área. Pero tenemos que valorar cuántos minutos puede jugar a alto nivel y, a partir de ahí, decidir”.