Idiakez y su cuadro técnico dicen adiós a la plantilla
A las 11.00 de este lunes, el destituido entrenador del Real Zaragoza acudió a la Ciudad Deportiva para recoger sus cosas y decir adiós a 3 meses de trabajo.
Volvió a repetirse el protocolo de tantas veces durante la última década en las mañanas pos partido en la Ciudad Deportiva del Real Zaragoza: un entrenador destituido, en este caso Imanol Idiakez, acudió triste y afectado a recoger sus cosas y despedirse de la plantilla y del resto de empleados del club. Este lunes 22 de octubre de 2018 el protagonista fue el donostiarra, que apenas ha aguantado en la entidad zaragocista 3 meses, 10 jornadas de liga y un par de eliminatorias de Copa.
Idiakez, acompañado de su segundo, el binefarense Mario Gibanel, y del preparador físico Néstor Orozco, llegó a la Ciudad Deportiva a las 10.59. Pasó al vestuario del equipo a las 11.00 y salió rápidamente, a las 11.02. Todo fugaz, sin apenas espacio para más que unas breves palabras de epílogo a una labor que ha sido corta y con malos resultados. Idiakez y su grupo de trabajo se marcharon entonces a su caseta-despacho a vaciar cajones, taquilla y estanterías. Una bolsa de plástico cada uno portaban al abandonar 15 minutos después las instalaciones de la carretera de Valencia.
Entremedias, Lalo Arantegui y José Mari Barba (director deportivo y secretario técnico, respectivamente), quienes eligieron en junio a Idiakez como sustituto de Natxo González tras la fuga de éste a La Coruña, se acercaron desde la zona de oficinas al pasillo de vestuarios. Reunieron a Idiakez y sus colaboradores otro minuto más, entraron juntos de nuevo a la caseta del equipo brevemente, y pusieron el colofón a un rato que es repetitivo cada año desde hace mucho tiempo en el Real Zaragoza.
Idiakez, ahora ya sí, es historia en la vida zaragocista. Lalo hablará del presente y el futuro a las 12.30, con Lucas Alcaraz en el horno para ser el nuevo técnico. La plantilla salió al césped compungida, a las órdenes interinas de Andrés Ubieto y Javier Chocarro, preparadores físicos/recuperadores que hacen de puente hasta la presentación inminente del nuevo. Todo fue muy rápido, al galope, sin alharacas.