Idiakez y Eguaras, la conversación a solas del día después

El entrenador charló con el medio centro durante más de 10 minutos al inicio del entrenamiento pos Osasuna. Los problemas de salida del balón son uno de los males del equipo.

Idiakez y Eguaras, en su conversación a solas de más de 10 minutos este martes en la Ciudad Deportiva, tras el 1-1 ante el Osasuna horas antes.
Idiakez y Eguaras, la conversación a solas del día después
Daniel Marzo

Si después del primer batacazo (de cuatro) en Almería, la conversación a solas del entrenador, Imanol Idiakez, con uno de sus jugadores tuvo al día siguiente a Cristian Álvarez como llamativo protagonista, la repetición de la imagen, cuatro semanas más tarde, tras el nuevo patinazo frente al Osasuna este lunes, tuvo esta vez al medio centro Eguaras en el foco de atención. La charla entre el técnico y el jugador navarro, en un aparte sobre el césped del campo de la Ciudad Deportiva en la matinal de este martes, es uno de los momentos más llamativos de la triste mañana zaragocista en medio de su crisis de resultados y juego que dura ya un mes.

Eguaras escuchó atentamente a Idiakez durante más de 10 minutos. El preparador donostiarra explicó y explicó cosas al de Ansoáin. Ha vuelto Eguaras al equipo, tras 4 meses de larga y tortuosa recuperación de una pubalgia que lo tiene mermado. Lo hizo en Albacete, con 90 minutos (contra pronóstico, jugó todo el tiempo) de altibajos. Y repitió ante el Osasuna en La Romareda, con una noche floja, de obturación en la salida del balón durante largos minutos en los que los centrales (Verdasca y Perone) manosearon la pelota en terrenos baldíos y abusaron del golpeo largo sin sustancia, pasando de largo de la posición habitual de Eguaras, que no encontró su sitio entre las férreas marcas de los osasunistas. 

Por si este problema no fuese ya de hondura, en una mala salida del equipo desde atrás, en una devolución de Álvaro Vázquez a Eguaras en una zona delicada, que el delantero catalán ejecutó defectuosamente dejando al pivote desarmado ante Roberto Torres y Brandon, llegó el 1-1 de los rojillos que desmontó la ventaja del Real Zaragoza al poco de iniciarse la segunda mitad. No fue una buena noche para el equipo globalmente y, dentro de él, tampoco para el mecanismo de distribución del juego, donde Eguaras debe ser capitán general.

Son muchos los problemas que están arruinando los triunfos del Real Zaragoza en lo que va de temporada, excepto en sus dos victorias ligueras, ante Majadahonda y Oviedo, los únicos días donde las virtudes han sido superiores a los defectos de fábrica. Y, ahora que Eguaras está de vuelta, él debe ser parte del remedio. Una parte muy relevante. Crucial, incluso. 

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