El Real Zaragoza tumba al Dépor de Natxo y sigue adelante en la Copa del Rey

Los de Idiakez, que cuajaron 50 minutos de alto nivel, ganaron 2-1 a los gallegos con golazos de Papunashvili y Pombo. El tanto deportivista lo anotó Cartabia.

Real Zaragoza - Deportivo, partido de Copa del Rey.
Real Zaragoza - Deportivo, partido de Copa del Rey.
Guillermo Mestre

El Real Zaragoza sigue adelante en la Copa del Rey tras derrotar por 2-1 al Deportivo de La Coruña, recién descendido de Primera División. En un partido desigual, con 50 minutos de alto nivel de los aragoneses y una reacción final de los gallegos, insuficiente para sus intereses, el cuadro que dirige Idiakez salió airoso en su progresión pese a jugar con un once inicial repleto de habituales suplentes y poco habituales en este arranque de temporada.

Fulgurante fue la salida del cuadro aragonés en el duelo. Dominio total de la pelota, metiendo al Dépor atrás y, fruto de esa fuerte iniciativa, logrando el 1-0 en apenas 5 minutos de reloj. Papunashvili, poco a poco más en forma tras su abrupto verano de lesión, anotó un gol de bandera desde la frontal del área, tras una recuperación de Nieto, golpeando a media altura con la derecha, su pierna secundaria. El tanto le vino de maravilla al experimental equipo montado con Idiakez, con solo tres titulares de inicio: Ros, Igbekeme y Pombo. A partir de ahí, con el viento a favor, los blanquillos agarraron el timón con fuerza y mandaron en el guión del juego.

El cuadro gallego, cuyo único titular era el danés Krohn Dely, intentó tocar a ratos la pelota, con Cartabia como referencia en punta, pero no logró nunca quitarle la iniciativa a los de Idiakez. Solo una penetración del lateral Valentín en el minuto 7, con un centro atrás que nadie logró rematar y despejó Perone en zona de peligro, amenazó la ventaja local. El resto del tiempo, con un fútbol ágil de los zaragocistas cuando contragolpeaban, sobre todo con el estilete Aguirre por la izquierda, todo acababa en el área de Ortolá. Buff marró una volea tras un córner en el minuto 29 después de una dejada de cabeza de Álex Muñoz. Un minuto después, Pombo perdonó el 2-0 en un cabezazo a placer tras un centro del mencionado Aguirre; dobló demasiado el cuello y la echó fuera con todo a favor. Y de nuevo Papunashvili, esta vez con la zurda, repitió remate desde el mismo lugar del gol en el 36, pero la pelota rozó la escuadra y se fue alta por nada.

Del Dépor no hubo noticias hasta el descanso. Un equipo deslavazado el de Natxo González, el exzaragocista que fue abroncado sobremanera desde el mismo inicio del choque por su fea salida del Real Zaragoza en mayo-junio. La Copa no es plato del agrado de casi nadie en Segunda con este formato de Tebas y la LFP, pero en la primera mitad pareció que solo los gallegos pasaban olímpicamente de esta competición. Los aragoneses, por el contrario, como ya anticipó Idiakez 24 horas antes, tenían toda la intención de honrar a su torneo con más laureles y gloria. Por supuesto.

El equipo jugó a un ritmo alto todo el tiempo. Con Ratón inédito. La nueva defensa (los cuatro eran diferentes respecto del último día en Oviedo) se apañó sin problemas. En la media, Ros estuvo imperial, como ya es hábito desde agosto. Igbekeme lo secundó. Buff, con su motor diesel, también tuvo cosas buenas. Y arriba, la tripleta Papunashvili-Pombo-Aguirre, ninguno de ellos delantero nato, lograron mezclarse bien y generar el peligro reseñado. Muy móviles los dos primeros, vertical el toledano por la banda izquierda. Un buen ensayo.

La segunda parte arrancó sin cambios de protagonistas. Y el Dépor ejecutó el efecto espejismo durante 3 minutos de dominio inicial. En esa fase, Cartabia cabeceó fuera un centro de Dubarbier para llevar el susto a la parroquia zaragozana y, de paso, hacer espabilar a los blanquillos. Como en la primera parte, en el minuto 5 llegó el 2-0. Un buen pase de Nieto a Buff acabó con un centro templado de éste hacia Pombo que, en posición de ‘9’ remató de cabeza al contrapié de Ortolá para lograr un tanto magnífico. Todo parecía prácticamente resuelto cuando, en medio de ese aura de euforia, llegó el primer fallo grave en la zaga zaragocista. Los centrales se comieron un pase de Edu a su espalda sobre el desmarque de Cartabia, el mejor de los coruñeses, que resolvió el mano a mano ante Ratón con maestría para hacer el 2-1 solo 2 minutos después del gol de Pombo.

Esas dinámicas extrañas e inescrutables del fútbol dieron un vuelco a la tortilla inesperado apenas 120 segundos antes. Y el Zaragoza perdió la sintonía de su juego sin razón aparente. Edu estuvo en un tris de empatar en el 57 tras un balón suelto en el área aragonesa, pero su disparo franco se marchó alto por centímetros. Algo había de cambiar. Fue un punto de inflexión en el partido que requería reparación. Ese gol había dado vida a un cadáver, el Dépor, durante casi una hora de partido. Idiakez quiso que, de momento, el arreglo llegase con los once del inicio, sin buscar sustituciones inmediatas. El Zaragoza se replegó por instinto e intentó volver a tener el balón. La posesión era la primera medicina de choque. Natxo, por su parte, quitó del campo al punta del filial Víctor García y metió metralla, con el exsevillista Carlos Fernández en punta. La respuesta del técnico zaragocista fue gemela poco después: su delantero titular, Álvaro Vázquez, entró en danza en vez de Pombo para dar más miedo arriba y revitalizar las pulsaciones.

El duelo entró en fase de igualdad máxima de cara a los últimos 20 minutos, con Soro relevando a Papu, muy cansado hacía rato. Carlos Fernández volvió a amagar el 2-2 tras un error en el despeje de Perone y el Deportivo, sin hacer nada del otro mundo, seguía dando muestras de vida ante un Zaragoza mucho más conservador que en el primer sector del partido. Su ventaja en el marcador se lo permitía. En esa fase en la que los locales parecieron apostarlo todo a mantener el 2-1 hasta el final, Krohn Dely remató al poste en el 78 y volvió a meter en temor en el cuerpo a todo el zaragocismo. Era el propio equipo de Idiakez el que, con su actitud, estaba otorgando al rival las opciones de levantar la eliminatoria. El juego se fue por unos derroteros no deseados para el Zaragoza, que encadenaba imprecisión tras imprecisión con el balón en los pies. El equipo había ido de más a menos de manera evidente.

Natxo introdujo a Didier Moreno y al exzaragocista Pedro en busca de la remontada final. Quería aprovechar el retroceso blanquillo sobre el tapete. Y el Zaragoza estaba preparado para padecer el acoso final de los visitantes, al más puro estilo copero donde ya no hay marcha atrás ante nada. Pero el Dépor ya fue incapaz de acercarse más con peligro ante Ratón y el equipo aragonés ganó el envite con rasmia y aplicación en todos sus hombres hasta el pitido final. El público lo celebró por todo lo alto, primero porque el equipo sigue en su racha de buenos resultados del inicio del curso y, después, porque el morbo de tumbar al equipo del recriminado Natxo González era el añadido extraordinario de la noche. Todo sigue viento en popa para los de Idiakez. Y habrá más Copa, allá donde diga el sorteo de la próxima ronda a partido único.

Ficha Técnica

Real Zaragoza: Ratón; Delmás, Perone, Álex Muñoz, Nieto; Javi Ros, Igbekeme, Buff, Aguirre (Pep Biel, 85); Papunashvili (Soro, 71) y Pombo (Álvaro Vázquez, 66).

Deportivo de La Coruña: Ortolá; Valentín, Bóveda, Somma, Dubarbier; Mosquera, Krohn Dely, Edu (Didier Moreno, 77), Gil (Pedro, 85); Cartabia y Víctor García (Carlos Fernández, 63).

Árbitro: Trujillo Suárez (Comité Tinerfeño). Amonestó a Gil (55), Cartabia (70), Somma (81), Valentín (87) y Ratón (91).

Goles: 1-0, min. 5: Papunashvili. 2-0, min. 50: Pombo. 2-1, min. 52: Cartabia.

Incidencias: Noche veraniega en Zaragoza, con 27 grados. El césped de La Romareda presentó un aspecto aceptable. Asistieron al partido alrededor de 20.000 espectadores, una gran entrada.

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